Satto Vriteh - indice - Vaisnava

El próximo pensamiento que surgió en mi mente fue: “Bien, si alguien
en particular ha causado esta situación, entonces ¿quién otro podría
resolverla?” Otra vez mis ojos fueron de uno a otro de los grandes
líderes de la misión de Prabhupada y mientras hacía esto, pensaba: “Si
este devoto propusiera una solución, todos lo rechazarían; si este otro lo
hiciera, le crearían políticas en base a sus anteriores deficiencias”. Me
pareció que nadie de los presentes, y nadie de los que yo podía pensar,
podrían solucionar las dificultades en la misión. Entonces mi siguiente
pensamiento fue: “Bien, si ninguno de ellos es culpable de haber creado
tanta locura, y si nadie es capaz de solucionar el actual desorden, entonces,
¿quién será el verdadero responsable de todo esto?” En ese momento mis
ojos se dirigieron a Sri Sri Krishna Balaram y de pronto surgió en mí la
idea de que si nadie ha sido el único causante, y si nadie puede resolverlo
por sí solo, entonces debe ser Su propia voluntad, Su propio plan. Tras
así pensar, volví a ver a Krishna y Balaram y me dije: “Esto significa que
si Tú permites este desorden, ¿entonces Tú eres el responsable de esto?”
Por supuesto, Krishna y Balaram seguían sonriendo como siempre. Pero
entonces mi corazón clamó: “¿Porqué han hecho esto? ¿Porqué causaron
este desorden en la maravillosa misión de Srila Prabhupada? ¿Cuál pudo
ser la razón?” Entonces, dentro de mi corazón pude sentir una respuesta
renovadora, muy refrescante, a partir de la cual comprendí que todo era
la absoluta gracia de Krishna y Balaram. La respuesta fue: “El mundo
no necesita una institución grande. El mundo no cree en instituciones
grandes, las instituciones grandes y sus resoluciones no pueden hacer
mucho aquí. El mundo precisa de una actuación individual. Sólo el
esfuerzo individual, como el esfuerzo de Srila Prabhupada, impresiona a
la gente en este mundo y hará que ellos cambien. Estas dificultades han
surgido a fin de que ustedes unan sus fuerzas y empiecen a manifestar una
diferencia como individuos, en el servicio a su maestro espiritual. Eso es
lo que es necesario. Entonces el mundo sí será bendecido con el amor de
Srila Prabhupada”.
Cuando esta respuesta surgió en mí, me sentí tan feliz, que todo el
resentimiento y frustración que había experimentado por tantos años
al ver el menoscabo de la misión de mi Gurudeva, no sólo desapareció