Espacios y actividades costeras en Michoacán - Biblioteca CICESE

ESPACIOS Y ACTIVIDADES COSTERAS EN MICHOACÁN. APROXIMACIONES VARIAS
En lo que se refiere a la pesca continental o de aguas interiores, los principales
cuerpos de agua para este tipo de pesca son la presa La Villita en Guacamayas, los esteros
Santa Ana, Pichi y Tigre en Playa Azul, y las lagunas de El Sauce, Chocoquillo,
La Colorada y Mezcala en Coahuayana, así como los múltiples ríos que atraviesan la
franja costera y que son aprovechados para tal fin en sus partes medias y bajas. Las
principales especies que se obtienen son tilapia, carpa, chacal y langostino.
Organización y administración de la pesca
La instancia organizativa de carácter federal que tiene presencia en la costa michoacana
es la SEMARNAP, entidad que se encarga, entre otras cosas, de conceder los permisos
de pesca, de establecer las temporadas de veda y de llevar al corriente los registros
del número de pescadores, embarcaciones y organizaciones, lo mismo que de las cuotas
de captura. Esta secretaría mantiene dos oficinas en la región, una en Ciudad Lázaro
Cárdenas y otra en Coahuayana, cada una ocupando pequeños locales con la
infraestructura mínima (sin vehículos ni teléfono), con pocos recursos a su disposición
y con tres empleados encargados de múltiples labores.
En cuanto a la pesca, la primera delegación tiene como área de jurisdicción desde
el río Balsas hasta Pichilinguillo, y la segunda desde este último punto hasta el río
Coahuayana. Estas dos oficinas se manejan con independencia una de la otra, sin que
exista en la práctica ninguna coordinación al operar en sus respectivas áreas, de tal
manera que cada una maneja información parcial de la costa michoacana.
Desde la documentación oficial se observa completamente formalizado el conjunto
de los pescadores que habitan el litoral. No obstante, esto de las cooperativas u
otro tipo de organizaciones es, como diría Gatti, “una ficción total: puro slogan publicitario”
(1990:6), dado que en este caso la mayor parte de las organizaciones trabajan
bajo una dinámica muy diferente a lo que tradicionalmente se entiende por cooperativismo.
La mayor parte de éstas se erigen como tales para hacer frente a los requerimientos
legales, pero en realidad son entidades caóticas, con conflictos internos, mal
administradas y en franca bancarrota.
Muchas cooperativas utilizan el membrete para realizar diversos trámites legales,
pero en su interior los “socios” muestran un alto grado de independencia e indivi-
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