Espacios y actividades costeras en Michoacán - Biblioteca CICESE
Espacios y actividades costeras en Michoacán - Biblioteca CICESE
Espacios y actividades costeras en Michoacán - Biblioteca CICESE
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ESPACIOS Y ACTIVIDADES COSTERAS EN MICHOACÁN. APROXIMACIONES VARIAS<br />
cidad a las industrias y aprovechar sus abundantes recursos hidráulicos para propósitos<br />
agrícolas con la creación de un distrito de riego (el 108) <strong>en</strong> el delta (Oliva Anaya y<br />
García Gómez, 1987).<br />
Este modo de concebir el desarrollo regional ha dado por resultado los desequilibrios<br />
ambi<strong>en</strong>tales, económicos y sociales que hoy son pat<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el delta.<br />
LOS EFECTOS ANTROPOGÉNICOS SOBRE LA EVOLUCIÓN NATURAL DEL DELTA<br />
A mediados del siglo pasado se iniciaron las grandes obras de infraestructura hidráulica<br />
y de desarrollo regional (presas, sistemas de riego, explotaciones mineras, instalaciones<br />
portuarias y construcción de ejes viales), que transformaron profundam<strong>en</strong>te la<br />
ecología, la economía y la sociedad del delta del río Balsas. Desde <strong>en</strong>tonces, la evolución<br />
natural del delta ha sido alterada drásticam<strong>en</strong>te por estas <strong>actividades</strong> antropogénicas.<br />
Es posible difer<strong>en</strong>ciar claram<strong>en</strong>te dos etapas <strong>en</strong> la evolución geomorfológica del<br />
delta: una fase constructiva de carácter progradante, dominada por los acarreos fluviales,<br />
que se remonta desde el holoc<strong>en</strong>o hasta las épocas reci<strong>en</strong>tes anteriores a las<br />
obras de infraestructura construidas <strong>en</strong> el alto y medio Balsas; y una fase regresiva,<br />
posterior a las obras de ing<strong>en</strong>iería, controlada predominantem<strong>en</strong>te por ev<strong>en</strong>tos marinos<br />
y caracterizada por int<strong>en</strong>sos y dramáticos procesos erosivos, tanto <strong>en</strong> su porción<br />
subaérea como <strong>en</strong> el delta submarino.<br />
Al inicio de las obras de infraestructura mayores <strong>en</strong> el alto y medio Balsas, el río<br />
aportaba unos 39x10 6 metros cúbicos de sedim<strong>en</strong>tos al año, según los datos de la antigua<br />
SARH (1970), con un gasto máximo de 11 000 m 3 /seg y un gasto medio de 500<br />
m 3 /seg, y con un escurrimi<strong>en</strong>to anual aproximado de 16x10 9 metros cúbicos. Cuando,<br />
<strong>en</strong> 1968, se dieron por concluidas las obras de las presas El Infiernillo (1964) y La<br />
Villita (1968), el régim<strong>en</strong> hidráulico se volvió artificial, con gastos máximos y medios<br />
controlados de 2 000 y 400 m 3 /seg, respectivam<strong>en</strong>te. El resultado es que desde 1968<br />
el río Balsas no aporta sedim<strong>en</strong>tos de granos gruesos al delta.<br />
Como un sistema complejo altam<strong>en</strong>te interconectado <strong>en</strong>tre sus partes subaéreas<br />
y submarinas, las modificaciones propiciadas por estas <strong>actividades</strong> humanas han afectado<br />
profundam<strong>en</strong>te a ambas.<br />
72