Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE MUESTRA • BOTÓN DE<br />
do bastantes veces ñolas vecinas y trompicándose<br />
con frecuencia. De todas<br />
formas, es artista y eso se percibió en<br />
los pasajes más tranquilos, donde hizo<br />
gala de un excelente rubato, una nítida<br />
dicción y una limpia articulación, unidos<br />
a un sonido no exento de terciopelo,<br />
de espléndida calidad timbrica.<br />
David Wehr. Norteamericano. 30<br />
años. Primer premio. Primer Concierto<br />
de Brahms. Muy aseado técnicamente,<br />
de pulcro mecanismo y excelente<br />
asunción de las dificultades de la obra,<br />
que en sus dedos discurrió fluidamente,<br />
sin intemperancias, pesanteces o irregularidades<br />
dignas de mención. Sin<br />
embargo, el espíritu, entre heroico y gravemente<br />
lírico, con pinceladas trágicas,<br />
de este Brahms, no acabó de hacerse<br />
presente. No hubo temperatura, pianismo<br />
trascendente tras las bien ensayadas<br />
y algo metálicas sonoridades.<br />
El tuerto en el reino de los ciegos<br />
^uizá el estadounidense fuera el mejor,<br />
el tuerto en el país de los invidentes.<br />
Fue el que mantuvo una tónica<br />
general de mayor coherencia, el que reveló<br />
más tranquilidad. No hizo nada<br />
grande, pero tampoco cometió errores<br />
ni realizó cosas feas. Su edad, su más<br />
larga experiencia (fue segundo premio,<br />
ex-aequo, en el Concurso Paloma<br />
O'Shea de hace diez años) no cabe duda<br />
de que le han servido. Aun así, al menos<br />
por lo observado en la final, y en<br />
la entrega de premios, donde tocó impecablemente<br />
dos valses de Chopin, es<br />
un pianista mucho más interesante el<br />
ruso Yerokhin, a pesar de sus fallos y<br />
de su falta de control (y de que también,<br />
hay que decirlo, tocó una obra más<br />
agradecida). Y, cara al futuro, muy probablemente<br />
lleguen a decir más y mejores<br />
cosas Kong o Nersesjan. Sobre<br />
lodo son más jóvenes. Wehr parece un<br />
pianista ya totalmente hecho y lo que<br />
ofrece, a sus 30 años, no resulta especialmente<br />
cautivador. Una buena o discreta<br />
medianía. Un instrumentista<br />
pulcro... y gris. ¿Es esto realmente lo<br />
que debe perseguir el Concurso?<br />
El jurado —en el que figuraban<br />
nombres tan prestigiosos como Badura-<br />
Skoda, Magaloff, Harold Schonberg,<br />
Colombo, Istomin y los españoles Sopeña,<br />
presidente, y Enrique Franco, ya<br />
habituales, además de Josep Colom,<br />
único pianista patrio ganador, en 1978,<br />
del primer premió al menos asi lo ha<br />
considerado. ¿Es también el criterio de<br />
Paloma O'Shea?<br />
La Nacional, bajo mínimos<br />
u. ' n capitulo aparte, no muy extenso,<br />
merece la actuación de ta ONE como<br />
conjunto colaborador en los dos<br />
conciertos finales de los días 4 y 5 de<br />
agosto. La orquesta madrileña se presentó,<br />
a las órdenes de su titular, Jesús<br />
López Cobos, en lo que dio la impresión<br />
de ser una alarmante baja forma:<br />
desajustes, desafinaciones flagrantes de<br />
los vientos, falta de empaste, aparente<br />
desgana (como si aquello fuera una misión<br />
poco digna (¡) de la agrupación).<br />
El mismo López Cobos no pareció querer<br />
ir más allá de lograr (y no se llegó<br />
a ello del todo) un discreto apoyo y un<br />
rutinario acompañamiento, no demasiado<br />
matizado y sólo a medias medido.<br />
Ignoro las causas de esta pobre<br />
prestación, poco comprensible en una<br />
orquesta como la Nacional, aun en la<br />
de ahora, lejos de la solidez de la de antaño.<br />
Sean cuales fueren (económicas<br />
—se habló de que los músicos se negaban<br />
a tocar mientras no se les pagaran<br />
los cinco millones acordados por la presencia<br />
de las cámaras de TVE—, laborales,<br />
vacacionales, anímicas, de<br />
cansancio, de falta de ensayos...), una<br />
entidad pública, pese a todo de reconocida<br />
calidad, tal que la ONE no puede<br />
ni debe ponerse en evidencia de esta manera.<br />
Máxime cuando un día después<br />
tocó una entonada Séptima de Bruckner<br />
y cuando las obras que precisaban<br />
su intervención al lado de los finalistas<br />
eran todas de riguroso repertorio.<br />
La obra de Olavide<br />
kJobre Gonzalo de Olavide ha recaído<br />
este año el encargo de componer una<br />
obra destinada a ser interpretada obligatoriamente<br />
por los concursantes.<br />
Buena idea la de esta comisión,<br />
que ya ha producido, en la pasada<br />
edición, una partitura de Cristóbal<br />
Halffter. La de Olavide, Perpetuum mobile,<br />
de unos seis o siete minutos de duración,<br />
es desde luego excelente para<br />
hacer dedos, pero en su estructura, que<br />
se ajusta al título, se plantea el autor diversas<br />
e interesantes cuestiones tímbricas<br />
e interválicas en busca —lo que<br />
parece una constante del músico— de<br />
un resultado dramático, lo que indudablemente<br />
consigue, aunque para ello<br />
tenga que plantear un buen número de<br />
dificultades a los pianistas. La que mejor<br />
la sirvió dentro de lo que cabe, fue<br />
la francesa Claire Desert.<br />
Arturo Reverter<br />
Izquierda: Sergei Yerokhin, segundo clasificado oficial, y para muchos, el mejor del Concursa Derecha: José Luis Ocejo, Director d<br />
de Santander, con Paloma O'Shea y Jacob Britrizky, Director de la «Artur Rubinstein Jnternational Music Society».<br />
<strong>Scherzo</strong> 23