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EPA en el número anterior de SCHERZO, al<br />
comentar su ciclo Bruckncr—, Wand sabe hacer<br />
cantar y frasear con calor a su orquesta,<br />
guiándola sin prisas ni pausas a Ira vis del discurrir<br />
sinfónico de Brahms. La toma de sonido<br />
recoge óptimamente la equilibrada y<br />
transparente textura orquestal de Wand. en la<br />
que, en todo momento, puede escucharse cualquier<br />
línea o voz dentro de una ortodoxa jerarquía<br />
de planos sonoros.<br />
Entre las versiones de Wand, me ha entusiasmado<br />
la de Uretra Sinfonía —acaso la de realización<br />
más difícil—- perfecta de principio a Tin,<br />
indiscutible. Dramática y unitaria la concepción<br />
de la Cuarta, rematada con una esplendida Chacona.<br />
Obviamente, en una línea tan severa, no<br />
hay lugar para el ambiente otoñal o para las<br />
meditaciones de Furtwángler —para mi, el máximo<br />
brahmsiano—, pero Wand es, en su línea,<br />
inobjetable y, por supuesto, capaz también de<br />
cantar admirablemente el Andante. En la Segunda,<br />
Wand demuestra la imposibilidad práctica<br />
de encasillar a un gran interprete: su<br />
estupenda versión, cálida, lírica y cantable se<br />
cmparcnla mucho mejor con las de Giulini,<br />
Monteux o Schuricht que con las de Szell o<br />
Klemperer. La sinfonía menos conseguida es la<br />
Primera, cuya planificación de tempi en los movimientos<br />
extremos no parece obra del mismo<br />
artista. Con todo, posee un nivel notable y en<br />
ella, como en tas otras tres, la actuación orquestal<br />
es muy buena.<br />
Por primera vez, las Cuatro Sinfonías de<br />
, Brahms se ofrecen en sólo dos discos. Gracias<br />
I a ello, el precio resultante (unas 3.000 pesetas)<br />
' es comparable al de los ciclos de Giulini (4 EM1)<br />
y de Bruno Walter (3 CBS), versiones históricas<br />
con las que bien pueden alinearse las de<br />
Günter Wand. Ausente de España desde hace<br />
34 arlos y con escasas probabilidades de retorno,<br />
prestemos atención a Radio 2 —que a veces<br />
retransmite sus conciertos con la BBC, NDR<br />
o WDR— y a sus grabaciones de Mozan, Schubert<br />
o Beethoven, que a muchos revelarán a un<br />
director de los de antes, ajeno al reactor, a la<br />
propaganda y a las multinacionales; pero, sin<br />
duda, uno de los auténticamente grandes de la<br />
actualidad.<br />
R.A.M.<br />
BRETÓN: Escenas andaluzas. Serenara «En IB<br />
Alhambran. Bolero. Jota de «La Dolores», Orqststa<br />
Sinfónica. Director AMAIfo Argenta.<br />
Columbia WL 71313.<br />
Reedición de unas de las grabaciones del le-<br />
36 <strong>Scherzo</strong><br />
DISCOS<br />
gado de Argenta, cuya constante disponibilidad<br />
parece una exigencia mínima de cultura para<br />
nuestro mercado discográfico. El Bretón que<br />
nos ofrece este registro es el de la vertiente pintoresquista<br />
y lo hace desde el idiomatismo de<br />
una batuta todavía no superada en estas lides.<br />
Buena prestación la de la Orquesta Nacional,<br />
pues no otra centuria se esconde bajo la<br />
eufemística denominación de Orquesta Sinfónica.<br />
La reaparición de este disco hace pensar<br />
en que nada se ha hecho en las tres décadas<br />
transcurridas desde su publicación por volver<br />
a la vida otras obras de Bretón. El Concierto<br />
para violin. el poema sinfónico Salamanca, los<br />
Cuartetos y otras piezas de cámara siguen cubriéndose<br />
de polvo, ¿hasta cuándo?<br />
E. M. M.<br />
CAGE: Obras para piano y piano preparado<br />
0943-1952): A Hoom (para piano y para piano<br />
preparado), She Is Asleep (Duelo para voz y<br />
piano preparado. Cuarteto para doce tamtam),<br />
In a Landscape, Siete Haiku, Tblem Anceslor.<br />
Dos Pastorales, And The Earth Shall<br />
Bear Again, Waiting, For M.C And D.T. Joi-<br />
•u Fierce, piaña Jiy Clayton, voz. Th* Paul<br />
price PíTCjmkm Enscmble. WERGO WER 60<br />
151.<br />
Ante todo digamos que el titulo del presente<br />
disco resulta un tanto equivoco, habida cuenta<br />
que Cage rehusa considerar como obras sus propuestas<br />
compositivas, actitud que tiene su correspondencia<br />
con sus posiciones radicalmente<br />
destructivas ante los grandes exponentes de la<br />
tradición occidental, y su oposición a la racionalidad<br />
de la construcción musical, de la sacralidad<br />
del sonido y de todo el ritual de hacer<br />
música en concierto. Y dicho esto, recordemos<br />
la importancia que tienen en Cage las composiciones<br />
para piano preparado, que le otorgaron<br />
popularidad en los medios musicales<br />
europeos: es decir, se usa un piano normal que<br />
mediante la introducción de diferentes accesorios<br />
es capaz de producir una nueva y amplia<br />
gama de sonidos. En ese sentido el presente disco<br />
es paradigmático.<br />
Pero no debemos engañamos: no todo, en estas<br />
propuestas compositivas del periodo<br />
1943-1952, es absolutamente nuevo. Escúchese,<br />
para ratificar esta afirmación, el Duelo para voz<br />
y piano, con reminiscencias claramente jazzfsticas<br />
—utilizar elementos del jazz ha sido frecuente<br />
en la música de nuestro tiempo ya desde<br />
que Debuísy escribiera su Chitdren's Córner<br />
a en 1908— In a Landscape para piano, que<br />
recuerda a Erit Satie, músico favorito de Cage.<br />
Con todo, d pianista Jashua Piercc se muetíra<br />
plenamente identificado con el cambiante<br />
lenguaje musical de Cage, un Cage ya clásico,<br />
en un disco del sello alemán Wcrgo indispensable<br />
para amantes de la música contemporánea<br />
y experimental.<br />
Jo.R.B.<br />
CÁRTER: Concierto paro plana Variaciones<br />
para orquesta. Urania Oppnis, piaao. SinfÓBlr<br />
ca de CUKJBMÜ. Director: Mktad Giefea. New<br />
World Records NW 347-2. Compacto. DPD.<br />
Duración: 44'SS".<br />
Mucho nos tememos que el veterano<br />
compositor norteamericano<br />
Elliot Cárter (Nueva York, 1908)<br />
sea un perfecto desconocido entre nosotros. Deplorable<br />
situación de olvido —que este compacto<br />
puede venir a paliar aunque sea<br />
mínimamente— cuando su personalidad musical<br />
representa seguramente lo mis original que<br />
el país ha dado de Ivés a Cage. La influencU<br />
de Ivés fue determinante en el acercamiento de<br />
Cárter al mundo de la música contemporánea.<br />
Las Variaciones para orquesta (1953) dejan jentir<br />
la huella del gran pionero americano, pero<br />
también evidencian su sentido de extraordinaria<br />
síntesis estilística de los más importantes lenguajes<br />
entonces vigentes. La obra viene a ser<br />
igualmente una formidable recapitulación de las<br />
técnicas históricas de la variación. En el Concierto<br />
pora piano (1965) la oposición entre solista<br />
y acompañamiento se ha vuelto aquí por<br />
completo irreconciliable. La composición consta<br />
de dos parles, en la primera el piano establece<br />
una dialéctica con 8 instrumentos, en tanto que<br />
en la segunda lo hace ya con una virulenta masa<br />
orquestal. La invención de Cárter en esa página<br />
se muestra en toda su riqueza.<br />
El expeno en música de nuestro tiempo que<br />
es Michael Gielen ha comprendido perfectamente<br />
el estilo de Cárter. En las Variaciones se<br />
muestra especialmente preciso y contundente;<br />
Las enormes demandas que el compositor plantea<br />
a sus intérpretes son resueltas con eficacia.<br />
En el Concierto hay una meritoria labor unto<br />
de la pianista, cuya pane es dificilísima, como<br />
de los ocho solistas de la orquesta. Este contacto<br />
con Elliott Cárter propuesto por el disco<br />
se hace más atractivo al comprobar la gran altura<br />
interpretativa con que cuentan dos de luí<br />
obras mát ambiciosas.<br />
E.M.M.