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ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Monteverdi: Selva Morale en disco<br />
Aunque cada vez se está conociendo mejor la totalidad de<br />
la obra del compositor de Cremona, lo cierto es que sólo últimamente<br />
se pueden encontrar con facilidad grabaciones de<br />
obras tan importantes como su Selva Morale e Spirituate<br />
(1640), verdadero resumen musical de sus 30 años como director<br />
de música en San Marcos. La Selva es una antología<br />
de muy distintas formas musicales, entre las que podemos<br />
encontrar desde salmos con acompañamiento instrumental<br />
en un estilo concertado festivo a salmi spezzati (salmos sim-<br />
Para este pequeño estudio discográfico<br />
tan sólo hemos querido tener<br />
en cuenta las tres últimas grabaciones<br />
de la Selva que han llegado a España,<br />
dejando de lado la que hace tiempo<br />
realizase Corboz para el sello Erato<br />
(ref.: Erato MSM 1). En nuestro caso hemos<br />
tomado dos versiones de grupos ingleses<br />
junto con la recién aparecida de<br />
William Chrisiie con Les Arts Florissanis.<br />
La diferencia fundamental entre ellas es<br />
el planteamiento más festivo e incisivo<br />
que hace el americano Chrístie, que utiliza<br />
S cantantes y 10 instrumentistas. El<br />
conjunto inglés The Parley of Instruments<br />
se vale de las voces de Emma Kirkby, lan<br />
Partridge y David Thomas con un conjunto<br />
de también 8 instrumentistas; en la<br />
versión de Andrew Parrott volvemos a encontrar<br />
a Kirkby y Thomas junto a Nigel<br />
Rogers como solistas, ademas del<br />
Taverner Consort (8 voces), el Taverner<br />
Choir (16 voces) y los Taverner Players<br />
(7 instrumentistas). Creemos que con la<br />
mera comparación de las piezas que se repiten<br />
en unos y otros discos se puede obtener<br />
una clara idea de por dónde discurren<br />
los caminos interpretativos de los<br />
tres grupos. Los ingleses hacen un Monteverdi<br />
muy parecido, que se caracteriza<br />
por una muy alta calidad técnica en las<br />
versiones, lo cual redunda en que se aprecie<br />
con mucha facilidad la textura armónica<br />
de las obras. Parrott es un muy buen<br />
conocedor del idioma de Monteverdi, y<br />
lo sabe exponer con brillantez y fuerza,<br />
aunque a veces resulte un tanto frío y epidérmico.<br />
En sus versiones todo suena redondo<br />
y pleno, pero sus discos de música<br />
italiana carecen de un último punto de expresividad<br />
y de intensidad dramática, que<br />
sin embargo si ha conseguido algunas veces<br />
en directo (recordemos el concierto<br />
que ofreció el año pasado —retransmitido<br />
por Radio 2— con los Intermedios Florentinos).<br />
En alguna medida le ocurre lo<br />
que a Gantiner con su Coro Monteverdi:<br />
se I rata de una agrupación con una<br />
técnica envidiable, exquisita, pero que no<br />
siempre comunica. No obstante, el disco<br />
de Parrott es plenamente recomendable,<br />
puesto que en él se derrocha buen gusto,<br />
belleza y virtuosismo, lo cual no siempre<br />
es fácil de encontrar.<br />
The Parley of Instruments es uno más<br />
de los grupos ingleses formados a la sombra<br />
de los conjuntos de Hogwood, Pin-<br />
nock, Gardiner e incluso Parrotl. Sus<br />
componentes se manejan sin problemas<br />
técnicos, aunque también con extrema<br />
frialdad. Obviamente no pondremos peros<br />
a la labor de Emma Kirkby, de Partridge<br />
o de Thomas —la soprano y el bajo<br />
están tan maravillosamente como con<br />
Panott—, pero insistimos en que la técnica<br />
no lo es todo, y el hecho es que a veces<br />
la perfección sin más es asfixiante, e<br />
incluso puede resultar no demasiado creíble.<br />
Que nadie piense, sin embargo, que<br />
este disco no vale la pena. Solamente por<br />
la belleza del repertorio escogido y por su<br />
excelente interpretación debiera figurar en<br />
la discoteca de los amantes de Monteverdi,<br />
que sabrán degustarlo en su justa proporción:<br />
saboreando la maravillosa dicción<br />
de Emma Kirkby, asombrándose con<br />
la exquisitez de Partridge o recreándose<br />
con la voz llena y sin fisuras de David<br />
Thomas.<br />
William Chrístie es un director americano<br />
que desde hace muchos años está<br />
perfectamente integrado en la corriente<br />
interpretativa. No es ésta la primera vez<br />
que lleva Monteverdi al disco (ya ha grabado<br />
Altrí Canti, II Bailo delle Ingrate<br />
y La Sestina), y en esta nueva ocasión obtiene<br />
resultados verdaderamente apreciables.<br />
Ha orientado su trabajo hacia la<br />
ples, para dos coros, y de un estilo ya un tanto anticuado),<br />
motetes para pequeño dispositivo vocal, etc. Todo ello conforma<br />
una maravillosa colección musical que se aparta un<br />
poco de la idea que generalmente tenemos de Monteverdi como<br />
magistral creador de efectos instrumentales y corales masivos.<br />
Recordemos que ya la tradición policoral típica en<br />
Gabrieli iba dejando paso a un estilo que se apoyaba más<br />
en las técnicas vocales de la incipiente ópera y en el uso de<br />
pequeños conjuntos de voces e instrumentos.<br />
consecución de la máxima expresividad<br />
en este repertorio, y además lo ha hecho<br />
poniendo en juego medios técnicos que<br />
no le andan a la zaga a los de los ingleses.<br />
Las voces que utiliza son frescas, tienen<br />
fuerza, cantan con personalidad y<br />
sentimiento y por supuesto que con sobrada<br />
técnica. Transmiten una emoción<br />
que no encontramos en los coros de Parrott,<br />
y la verdad es que tampoco en la<br />
angelical Emma Kirkby, por ejemplo. Por<br />
otro lado, Christie utiliza unos medios<br />
instrumentales mucho más variados, con<br />
los que acentúa el colorido de las obras<br />
y les da una mayor proximidad y vitalidad.<br />
En definitiva, William Christie hace<br />
un Monteverdi diferente, mucho más<br />
intenso, flexible y lozano, mucho más latino,<br />
que no es poco decir. No se trata del<br />
Monteverdi ideal seguramente, pero por<br />
lo menos encontramos en esta interpretación<br />
que se han cuidado de forma extremada<br />
los detalles de expresión, factor<br />
fundamental para hacer esta música de<br />
una forma más ajustada. Poco nos importa<br />
aqui si hay un violoncello u otro instrumento<br />
melódico doblando el bajo<br />
junto a un órgano o una teorba, o que<br />
la voz de soprano se acompañe con arpa<br />
y lira, porque son detalles muy difícilmente<br />
aclara bles y que no son esenciales en<br />
el conjunto de la interpretación. Lo mas<br />
interesante es que descubramos, de una<br />
vez, al Monteverdi luminoso, mediterráneo<br />
y dramático que tantas veces hemos<br />
echado en falta.<br />
REFERENCIAS<br />
1981: Sacred vocsl musk of Claudio Mooteverdi,<br />
Emma Kirkb), lan Partridge<br />
y David Thomas & The Parle? of<br />
Instruments. Dir.: Roy Goodman y<br />
Peler Holman. CD Hyperion CDA<br />
6W21. Duración: 42' 55".<br />
1984: SdvM Monje e Spinlualr. Enna<br />
Kirkby, Rogers Covey-Cnnup, Nigel<br />
Rogers, David Thomas, Tavtrnrr<br />
Coasort, Tavenrer Choir y Taveraer<br />
Playen. Dtr.: Aadrew Parrotl. CD<br />
EMI CDC 7 47016 2. Duración: 62'<br />
39".<br />
19<strong>17</strong>: Selva Monle. Les Arts FlorUsants;<br />
dir.: William Cbristk. Harmonía<br />
Mundi France, HMC 1250. Duración:<br />
60' 42".<br />
José Carlos Cabello Arroyo<br />
<strong>Scherzo</strong> 47