Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
234<br />
dentro de la comunidad hay diversidad de ministerios "para la edificación<br />
del cuerpo de Cristo". Hasta que lleguemos "al hombre perfecto, a la<br />
medida de Cristo en su plenitud".<br />
Si se ha elegi<strong>do</strong> este pasaje es porque basa esos <strong>do</strong>nes diferentes que<br />
Cristo ha da<strong>do</strong> a su comunidad en que antes él subió a los cielos: "subió a<br />
lo alto llevan<strong>do</strong> cautivos y dio <strong>do</strong>nes a los hombres" (por tanto, no habría<br />
que elegir la versión breve de esta lectura, que suprime precisamente esa<br />
alusión a la Ascensión).<br />
Marcos 16, 15-20. Subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios<br />
Al final de su evangelio, Marcos nos cuenta el último encuentro del<br />
Resucita<strong>do</strong> con sus discípulos, en el que les encomienda su mandato<br />
misionero: "id al mun<strong>do</strong> entero y proclamad el Evangelio a toda la<br />
creación". De un mo<strong>do</strong> muy escueto -como es el estilo de Marcosdescribe<br />
la Ascensión: "el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha<br />
de Dios".<br />
El triunfo de Jesús<br />
-II-<br />
La comunidad cristiana se alegra con el triunfo de su Señor y Cabeza. Jesús<br />
es glorifica<strong>do</strong>. Ha cumpli<strong>do</strong> su misión y ahora ha alcanza<strong>do</strong> la plenitud,<br />
también en cuanto Hombre, junto al Padre. El Catecismo describe así el<br />
misterio: la Ascensión significa que Jesús "participa en su humanidad en el<br />
poder y la autoridad del mismo Dios" (CCE 668) y que se ha converti<strong>do</strong> en<br />
Señor del cosmos, de la historia y de la Iglesia.<br />
"Subir", o la "Ascensión", supone una concepción no histórico-geográfica<br />
de la localización del cielo con respecto a la tierra, sino un símbolo de la<br />
glorificación plena del Señor Resucita<strong>do</strong>. También lo decimos en el Cre<strong>do</strong>:<br />
Cincuentena Pascual 235<br />
"subió a los cielos y está senta<strong>do</strong> a la derecha de Dios". Celebramos el<br />
triunfo de Cristo Jesús, a la derecha del Padre -el que está a la derecha del<br />
que preside es el que ocupa después de él el puesto de honor-, constitui<strong>do</strong><br />
Juez, Señor y Media<strong>do</strong>r universal.<br />
Ahora podemos entender mejor, desde la Pascua cumplida, el misterio<br />
de Jesús. Podemos admirar, como quiere Pablo, "la fuerza poderosa que<br />
ha desplega<strong>do</strong> el Padre resucitan<strong>do</strong> a Jesús" y constituyén<strong>do</strong>lo superior a<br />
to<strong>do</strong>. Podemos hacer nuestras las expresiones de entusiasmo del prefacio,<br />
en el que damos gracias a Dios "porque Jesús el Señor, el rey de la gloria,<br />
vence<strong>do</strong>r del peca<strong>do</strong> y de la muerte, ha ascendi<strong>do</strong> hoy ante el asombro<br />
de los ángeles a lo más alto del cielo, como media<strong>do</strong>r entre Dios y los<br />
hombres, como juez de vivos y muertos".<br />
Nunca abarcaremos del to<strong>do</strong> la profundidad del misterio de Cristo. Pero<br />
tenemos en esta Pascua, ahora completada por la Ascensión, y el <strong>do</strong>mingo<br />
que viene por la venida del Espíritu, motivos abundantes de alegría y fiesta,<br />
y también para dar senti<strong>do</strong> y motivación a nuestra vida de seguimiento<br />
de ese Cristo Jesús que ha triunfa<strong>do</strong> y que nos comunicará a su debi<strong>do</strong><br />
tiempo su mismo destino a nosotros: "ha queri<strong>do</strong> precedernos como cabeza<br />
nuestra para que nosotros, miembros de su cuerpo, vivamos con la ardiente<br />
esperanza de seguirlo en su reino" (prefacio I).<br />
Comienza la misión de la Iglesia<br />
El triunfo de Jesús es a la vez el inicio de la misión por parte de su<br />
comunidad a través de los siglos. La comunidad no se queda "miran<strong>do</strong><br />
al cielo", sino que baja a la ciudad, por encargo de los ángeles. Quedarse<br />
miran<strong>do</strong> al cielo es más cómo<strong>do</strong>. Como lo era para Pedro y sus compañeros<br />
levantar tres tiendas y quedarse en la luz del monte Tabor. Pero la tarea está<br />
en "el valle", en la vida de cada día.<br />
La Ascensión es para Jesús el punto de llegada triunfal. Para su comunidad,<br />
el punto de partida, el comienzo de su camino misionero desde Galilea y<br />
Jerusalén hasta los confines del mun<strong>do</strong>. Como Jesús fue el auténtico testigo<br />
de Dios en su vida terrena, ahora lo debe ser su comunidad, hasta el final<br />
de los siglos.