Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
292<br />
Si somos sinceros, reconoceremos que nuestra actuación está lejos de la<br />
santidad y tendremos que suplicar con el salmista: "sáname, Señor, porque<br />
he peca<strong>do</strong> contra ti".<br />
Deberíamos acoger con más confianza el perdón de Dios. La Iglesia sigue<br />
per<strong>do</strong>nan<strong>do</strong>, sobre to<strong>do</strong> en el sacramento de la Reconciliación. Pero el<br />
sacer<strong>do</strong>te no per<strong>do</strong>na por su propio poder -los "escribas" tendrían razón<br />
en escandalizarse de nuevo- sino siempre "in persona Christi", "habita<strong>do</strong>"<br />
por Cristo, que es quien actúa a través de él.<br />
Además deberíamos a<strong>do</strong>ptar una actitud de misericordia para con los demás.<br />
¿Tenemos buen corazón? ¿podemos quedar tan tranquilos al ver a una persona<br />
que quiere cambiar de vida y le cuesta? ¿estamos dispuestos, si se da<br />
el caso, a per<strong>do</strong>nar? O sea, ¿somos como Jesús, fáciles en rehabilitar a las<br />
personas?<br />
¿O quedamos retrata<strong>do</strong>s más bien en la actitud de los escribas, cómodamente<br />
senta<strong>do</strong>s y que, sin echar una mano para colaborar, sí son rápi<strong>do</strong>s en criticar<br />
a Jesús por lo que hace y dice? Seguro que a ellos les supo mal que trajeran<br />
a aquel enfermo y que se abriera aquel boquete y, sobre to<strong>do</strong>, que Jesús le<br />
per<strong>do</strong>nara -¿en nombre de quién?- los peca<strong>do</strong>s. Ellos eran "los justos" y se<br />
mostraban siempre intransigentes con los demás, los "peca<strong>do</strong>res".<br />
Hay otro aspecto interesante. El evangelio nos invita a examinarnos, vien<strong>do</strong> la<br />
buena disposición de aquellos cuatro "voluntarios" que llevaron al enfermo<br />
ante Jesús: ¿a quién ayudamos en la vida? ¿a quién acercamos para que se<br />
encuentre con Jesús y le libere de sus males? ¿o más bien nos desentendemos,<br />
con la excusa de que no es nuestro problema, o que es difícil de resolver, o<br />
que hay tanta gente que no se puede llegar a to<strong>do</strong>?<br />
El "sí" de Dios y el nuestro se encuentran en Jesús<br />
Breve pero densa y significativa palabra: el "sí", que también se puede<br />
traducir como "amén".<br />
Para Pablo es importante la historia del "sí" mutuo entre Dios y la humanidad.<br />
La iniciativa la tiene siempre Dios: es el "sí" descendente. Dios nos<br />
ha envia<strong>do</strong> a su Hijo como salva<strong>do</strong>r de la humanidad. Jesús es el mejor<br />
El tiempo ordinario 293<br />
"sí" de Dios. El Apocalipsis le da precisamente este nombre: "así habla<br />
el Amén".<br />
Dios nos ha envia<strong>do</strong> también al Espíritu como vida y fuerza, como "sello<br />
y garantía": Dios "nos ha ungi<strong>do</strong>, nos ha sella<strong>do</strong> y ha puesto en nuestros<br />
corazones, como prenda suya, el Espíritu".<br />
En verdad Dios nos ha dicho de una vez por todas su "sí". Lo había afirma<strong>do</strong><br />
también Isaías. A pesar de que el pueblo no merecía esa misericordia<br />
de Dios, que se queja de ellos: "yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus<br />
crímenes". El amor de Dios es totalmente antecedente y gratuito.<br />
Pero Pablo nos avisa de que a ese "sí" descendente debe corresponder el<br />
nuestro, el ascendente: "por él (por Cristo) podemos responder Amén a Dios".<br />
Tanto el "sí" de Dios como el nuestro se encuentran en Cristo Jesús.<br />
No sólo el día de nuestro Bautismo, por boca de nuestros padres y padrinos,<br />
sino nosotros mismos, a lo largo de la vida, vamos dicien<strong>do</strong> "sí" a Dios,<br />
del mismo mo<strong>do</strong> que el "sí" del matrimonio o de la profesión religiosa se<br />
va concretan<strong>do</strong> a lo largo de los días y los años. Cada año, en la Vigilia<br />
Pascual, personalizamos el compromiso del Bautismo con las renuncias y<br />
la profesión de fe.<br />
Podemos preguntarnos son sinceridad: nuestra vida ¿es un "sí" o prácticamente<br />
un "no"? ¿o vamos cambian<strong>do</strong> según nos conviene? Tal vez se puede decir<br />
que nuestro "sí" es un "sí, pero...". O como el "sí" del joven del evangelio,<br />
que prometió ir a trabajar, pero luego no fue.<br />
Ya está brotan<strong>do</strong>, ¿no lo notáis?<br />
Dios, por medio del profeta, invita al pueblo de Israel, y a nosotros, a descubrir<br />
que él está realizan<strong>do</strong> algo nuevo: "mirad que realizo algo nuevo: ya<br />
está brotan<strong>do</strong>, ¿no lo notáis?".<br />
En aquel momento se refería a sus planes de vuelta del destierro a la patria.<br />
También en nuestro tiempo nos conviene escuchar un mensaje así de<br />
esperanza, para que no perdamos la ilusión y no nos dejemos llevar por el<br />
pesimismo, a pesar de to<strong>do</strong>s los signos que nos puedan parecer negativos<br />
en la sociedad y en la Iglesia de hoy.