Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
42<br />
-II-<br />
Pregón de alegría para un mun<strong>do</strong> triste y preocupa<strong>do</strong><br />
En un mun<strong>do</strong> con bastantes quebraderos de cabeza, no está mal que los<br />
cristianos escuchemos esta invitación a la esperanza y a la alegría, basadas<br />
en la buena noticia de que Dios ha queri<strong>do</strong> entrar en nuestra historia para<br />
siempre, aunque no nos resulte fácil adivinar su presencia.<br />
Vale la pena que resuenen hoy en nuestro ánimo estas llamadas a la alegría<br />
verdadera, en vísperas de la Navidad:<br />
"desbor<strong>do</strong> de gozo con mi Señor... me ha vesti<strong>do</strong> un traje de gala...<br />
como novio que se pone la corona, como novia que se a<strong>do</strong>rna<br />
con sus joyas",<br />
"como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus<br />
semillas, así el Señor hará brotar la justicia",<br />
"se alegra mi espíritu en Dios mi salva<strong>do</strong>r",<br />
"estad siempre alegres... que el Dios de la paz os consagre totalmente",<br />
"el que nos ha llama<strong>do</strong> es fiel y cumplirá sus promesas"...<br />
Las comparaciones no pueden ser más optimistas: la alegría de los libera<strong>do</strong>s,<br />
de los novios que preparan su boda (luego, Jesús se comparará a sí mismo<br />
con el Novio), de los campos que abundan en brotes y frutos, y de la Virgen<br />
María que se alegra de ser elegida como Madre del Mesías.<br />
Vale la pena que nos preguntemos: ¿estoy yo alegre por dentro, como Isaías o<br />
como María de Nazaret? Y si no es así, ¿no será porque no acabo de creerme<br />
esas palabras bonitas que decimos y que cantamos en el Adviento?<br />
Claves positivas para la vida<br />
Esta Buena Noticia nos lleva también, según el programa que ofrece Pablo<br />
a los suyos, a una actitud positiva en la vida.<br />
Además de invitarnos a la alegría, nos dice que seamos constantes en la<br />
oración, que sepamos dar gracias a Dios en toda ocasión, sabien<strong>do</strong>, por<br />
Adviento 43<br />
tanto, descubrir continuamente los favores que nos ha hecho en Cristo Jesús<br />
y que nos sigue hacien<strong>do</strong> en nuestra vida de cada día.<br />
El programa sigue con unas consignas más concretas. Ante to<strong>do</strong>, que no<br />
"apaguemos el espíritu", o sea, que no tengamos mie<strong>do</strong> a que el Espíritu<br />
de Dios suscite nuevos cansinas en el mun<strong>do</strong> y en la Iglesia. Ya el profeta<br />
Isaías (Is 42) anunciaba que el Siervo de Yahvé no iba a "apagar el pábilo<br />
vacilante, o a acabar de romper la caña resquebrajada", sino que iba a hacer<br />
lo posible para que se recompusieran. Así nosotros somos invita<strong>do</strong>s a mirar<br />
con buenos ojos to<strong>do</strong> "lo nuevo" que aparezca. Cuan<strong>do</strong> desde Jerusalén<br />
enviaron a Bernabé a que viese qué sucedía en la comunidad de Antioquía,<br />
<strong>do</strong>nde se estaban abrien<strong>do</strong> caminos no acostumbra<strong>do</strong>s hasta entonces, él no<br />
a<strong>do</strong>ptó una actitud de cerrazón y de suspicacia ante "to<strong>do</strong> lo nuevo", sino<br />
"hombre lleno de Espíritu" como era, bendijo lo que él creyó que era obra del<br />
Espíritu. Así tal vez cambió el futuro de la Iglesia. Si Pedro hubiera si<strong>do</strong> más<br />
cobarde y no hubiera capta<strong>do</strong> que era el Espíritu quien le movía a admitir a<br />
la fe a la familia del centurión Cornelio, se hubiera retrasa<strong>do</strong> indebidamente<br />
el progreso de maduración universalista de la primera comunidad.<br />
Tampoco tenemos que "despreciar el <strong>do</strong>n de profecía": a veces somos tenta<strong>do</strong>s<br />
de mirar con suspicacia las ideas e iniciativas de otros, o el "éxito"<br />
que otros pueden tener en su misión. Nos tendríamos que alegrar igual del<br />
bien hecho por otros como del hecho por nosotros mismos.<br />
Eso sí, Pablo nos da otra consigna que él mismo tuvo que poner en práctica<br />
con frecuencia en su itinerario por las comunidades: "examinadlo to<strong>do</strong>,<br />
quedán<strong>do</strong>os con lo bueno". Un cristiano tiene las antenas desplegadas<br />
para saber captar to<strong>do</strong> lo que hay de bueno en este mun<strong>do</strong>, los valores que<br />
aprecian los jóvenes o nuestros contemporáneos en general. Pero con discernimiento.<br />
No to<strong>do</strong> son contravalores, pero tampoco to<strong>do</strong> son valores en<br />
lo que aplaude este mun<strong>do</strong> nuestro. El cristiano, guia<strong>do</strong> por la sabiduría de<br />
Dios y el senti<strong>do</strong> de la Iglesia -porque el discernimiento es muy peligroso<br />
hacerlo por cuenta propia-, tiene que saber distinguir entre lo bueno y lo<br />
menos bueno y actuar en consecuencia.<br />
Esto nos traerá equilibrio y hará que "el Dios de la paz nos consagre totalmente".