El Pensamiento Andino - andes
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d) Escuela Ecléctica.— <strong>El</strong> exponente máximo de esta generación es Gustavo Adolfo Otero, quien se<br />
sustrae al cosmopolitismo exagerado, no obstante su formación universalista abierta a todas las<br />
solicitudes del intelecto. Lo reconoce como "un auténtico afirmador del espíritu nacional":<br />
Trabajó tan fuerte y tan recio, removió tantísi-<br />
mas ideas, abrió tales caminos al estudio del<br />
pasado y a la indagación del presente, que me-<br />
rece ser tenido por el reanimador de nuestra<br />
cultura en las últimas décadas. (TH 137)<br />
Surge de esta escuela un movimiento renovador para las letras bolivianas, se trata de Gesta Bárbara. Es<br />
un grupo de jóvenes intelectuales que pugnan por imprimir una dinámica a la producción literaria en una<br />
época donde pocos se destacan en el campo intelectual. Es más una época transitoria, con intelectuales<br />
ambiguos que cultivan tanto la política como el periodismo. Dos hombres sobresalen en Gesta Bárbara:<br />
Gamaliel Churata y Carlos Medinacelli.<br />
Del primero refiere que es "uno de los genios inductores de nuestra literatura nacional, es el escritor con<br />
garra de pensador y estilista", sus escritos muestran "el fiero autoctonismo que enciende su pluma".<br />
Gamaliel es una de las mentalidades más vigorosos en la Nueva América. (Cfr. TH 142).<br />
Carlos Medinacelli, el otro precursor de Gesta Bárbara es el primero que ejerce con pupila científica la<br />
crítica literaria. Su labor primordial se encamina a trabajar con ahinco por la cultura boliviana, para<br />
después proyectarla en el ámbito continental. "Buscar un sentido de universalidad en nuestras letras".<br />
(Cfr. 143).<br />
Conclusión parcial.— La referencia a las distintas épocas ha sido enfocada bajo dos puntos de vista<br />
diferentes y empleando dos métodos también diferentes: método fantástico y método histórico. Como<br />
bien reza un dicho filosófico: se justifican los medios utilizados si a cambio se consigue el fin deseado; si<br />
aplicamos el mismo a esta primera parte creemos haber conseguido el objetivo deseado, cual era<br />
presentar una síntesis del proceso historiográfico además de literario en nuestro país, según Diez de<br />
Medina.<br />
La importancia de lo que se acaba de presentar en esta primera parte ó la importancia de una revisión<br />
del pasado, afirma nuestro deseo de trabajar sobre bases seguras que amplíen el campo de<br />
investigación. Así lo confirma Carlos Medinacelli:<br />
Además es también de utilidad que aprenda-<br />
mos a juzgarnos a nosotros severamente, impar-<br />
cialmente: el estudio de nuestra literatura ven-<br />
dría a ser un ejercicio de autor análisis, practi-<br />
cado sobre nuestra conciencia social e histórica,<br />
capacidad de autognosis de que carecemos y es<br />
preciso crear. Sólo así llegaremos a tener con-<br />
ciencia de nuestros límites y por consiguiente<br />
de nuestras necesidades. (18).<br />
Pasamos a investigar un segundo aspecto complementario del primero, dando sentido a los que hemos<br />
dado en llamar la vinculación del pasado con el presente. Esta segunda parte se referirá al<br />
planteamiento de la doctrina de Fernando Diez de Medina, constituida en acción presente elaborada en<br />
base a la revisión pasada. De la importancia que tiene esta vinculación nos refiere José Gaos:<br />
Lo indispensable del basar en el conocimiento del<br />
propio pasado, la acción inmediata o lejana siem-<br />
pre futura, es cosa reconocida universalmente,<br />
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