El Pensamiento Andino - andes
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nuestros pueblos. (39)<br />
Y material para cubrir esta necesidad, no nos falta, ya que según Diez de Medina:<br />
Los bolivianos poseen el mayor tesoro temáti-<br />
co del continente: fábulas, tradiciones, leyen-<br />
das, dioses, voces que se pierden en el laberin-<br />
to de los siglos. Cierto que esa literatura oral<br />
dispersa, no ha sido recogida todavía ni ele-<br />
vada a expresión artística. (TH 93)<br />
Volviendo sobre la energía telúrica, que imprime a la expresión cultural andina lago propio y original<br />
anotamos el siguiente comentario del mismo autor, cuando se refiere al misticismo telúrico y su<br />
influencia en la conformación psicológica del "Ser boliviano".<br />
Pero al mismo tiempo, sobre la montaña inmó-<br />
vil e inmutable, se agita el viento como súbita<br />
realidad viva y cambiante dentro de la geogra-<br />
fía andina, dando al hombre una lección de ener-<br />
gía transparente y expansiva. Y también ese<br />
elemento se refleja en la pujanza del hombre<br />
boliviano. (40)<br />
En el contenido de esta apreciación encontramos dos elementos indivisibles, constituyendo ambos una<br />
unidad, nos referimos a la tierra y al hombre.<br />
A) Unidad trascendental de tierra y hombre.— La tierra sirviendo de escenario y morada entrañable al<br />
hombre, éste sirviéndose de esta hospitalidad para venerarla.<br />
Unidad trascendental de hombre y lugar, dos que<br />
son uno. Donde se atiende el hecho físico, salta el<br />
morador, afluye lo telúrico. Es una simbiosis<br />
entrañable: la tierra inerte se mueve en la in-<br />
quietud del hombre; el hombre activo se aquie-<br />
ta en la mansedumbre de la tierra. (NJ 20)<br />
Esta unidad trascendental supone una doble función en sus componentes respecto al movimiento: una<br />
función activa y pasiva al mismo tiempo. También podemos considerarlas como dos que pugnan por<br />
consolidarlas esa "simbiosis entrañable"<br />
Respecto a esta unidad trascendental, anotamos el siguiente juicio que corrobora ala concepto anterior:<br />
La tierra nace al hombre, y en este sentido la<br />
tierra no es sólo el polvo que se huele, sino el<br />
aire que se respira y el círculo vicioso en que se<br />
vive. La tierra tiene un genio propio que anima<br />
al árbol que germina y al hombre que sobre ella<br />
genera. Esto significa el medio y esto también<br />
debemos buscar en nuestra tierra y en nuestras<br />
razas nativas o nuevas. (41)<br />
Los elementos que conforman la naturaleza exterior se avienen a la interioridad humana, el autor afirma<br />
que la geografía andina procura para el hombre una lección de energía, la cual se refleja en la pujanza<br />
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