El Pensamiento Andino - andes
El Pensamiento Andino - andes
El Pensamiento Andino - andes
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
B) Segunda manifestación cultural: la Religión andina .— Así como el autor reconoce en el arte andino<br />
su raíz telúrica, cuando trata la religión andina reconoce esta misma raíz telúrica como determinante en<br />
la formación y planteamiento de sus principios. Este telurismo religioso se identificaría esencialmente con<br />
el culto ancestral del pueblo aymara, que reconoce como supremo hacedor y Dios Cósmico del Ande a<br />
Pacha.<br />
Este hacedor supremo adopta todas las formas e imágenes perceptibles en el universo andino, es la<br />
deidad "que lo sugiere y produce todo", a la vez este todo regresa a su primigenio originador "porque<br />
todo es Dios, todo viene, todo vuelve al manantial original". (Cfr. NJ 24)<br />
La religión andina tiene carácter panteista-animista, por la concepción sostenida sobre el universo,<br />
además de la teoría de la emanación. Esta identificación del Dios Pacha con la naturaleza física humana<br />
afirmada por el autor en la religión andina, sería así reflejada por Russell:<br />
En la forma panteísta, Dios no es externo al<br />
Universo, sino que es meramente el Universo<br />
considerado como un todo. Por consiguiente no<br />
puede haber un acto de creación, sino que hay<br />
una especie de fuerza creadora en el Universo,<br />
que causa su desarrollo de acuerdo con un plan<br />
que tiene en mente aquella fuerza creadora du-<br />
rante el proceso. (49)<br />
La presente imperceptible de "Pacha", durante proceso originador del Universo, es captada por el<br />
aymara que lo considera "el principio animador que dió al andino religión nocturna, telúrica, esotérica".<br />
(Cfr. NJ 142). Este principio animador en los orígenes del Universo, confiere a los seres de la naturaleza<br />
vitalidad y energía, de ahí que se los considere seres dotados de una energía telúrica. Sólo aquel que<br />
vive en intimidad con la Madre Tierra, comprende estas verdades que constituyen los mandamientos de<br />
su religión. Esta intimidad que enlaza lo divino con lo humano, en la religión andina, es interpretada así:<br />
La palabra original —dice Nayjama— enlaza<br />
cielo, tierra y subsuelo del andino. Es la tierra<br />
hecha hombre, es el hombre vuelto tierra. Y<br />
hombre y tierra se confunden tan estrecho que<br />
no se divisan uniones. (50)<br />
Tal como lo humano y el Universo todo participan de lo divino, lo divino también participa de todo acto<br />
humano y Universal; podemos decir que no se da la división de planos entre realidad inmanente y<br />
trascendente, en la concepción andina ambas se confunden en una relación horizontal sin interferencias<br />
ni intermediarios.<br />
Esta relación, este diálogo directo tiene como escenario el ambiente físico, con un paisaje policromático<br />
dotado de energía telúrica. De ahí que cuando se refiere a la relación hombre-tierra, más propiamente a<br />
los habitantes del primigenio mundo andino, el autor expresa:<br />
Fueron pan-animistas; lo animaron y adoraron<br />
todo. Geólatras primero, se alzaron después al<br />
animal y al astro convirtiendo la naturaleza<br />
física en el concierto de los dioses.<br />
Seres telúricos en el sentido profundo del vo-<br />
cablo, proyectaron su vida anímica en el paisa-<br />
je, latieron con su medio, relacionaron los fe-<br />
nómenos entre sí con intuición cósmica del<br />
37