Documento completo - SeDiCI - Universidad Nacional de La Plata
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Est E l a Bl a r d u n i (c o m p i l a d o r a)<br />
y cómo esta relación propicia un conocimiento profundo. No resulta<br />
extraño entonces que la primera crónica <strong>de</strong>l libro sea un texto <strong>de</strong>dicado<br />
a Basho, el admirado poeta y viajero japonés <strong>de</strong>l siglo xvii (1644-<br />
1694). Yourcenar relata el itinerario <strong>de</strong>l escritor peregrino quien va,<br />
“como todos nosotros, caminando <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí mismo [...] no viaja tanto<br />
para instruirse o conmoverse como para sufrir. Sufrir es una facultad<br />
japonesa, llevada a veces hasta el masoquismo, pero la emoción<br />
y el conocimiento <strong>de</strong> Basho nacen <strong>de</strong> esa sumisión al acontecimiento<br />
o al inci<strong>de</strong>nte” (1999: 17).<br />
<strong>La</strong>s fronteras, los márgenes y las distintas culturas son espacios<br />
don<strong>de</strong> la escritura transita entre la crónica <strong>de</strong> viaje, la crítica cultural<br />
y la literatura, <strong>de</strong> tal forma que la crónica se enlaza con naturalidad<br />
con la crítica literaria al narrar la visita a algunos <strong>de</strong> los lugares don<strong>de</strong><br />
se <strong>de</strong>tuvo el poeta, en un barrio en las afueras <strong>de</strong> Kioto; los <strong>de</strong>spojos<br />
<strong>de</strong> una casita llevan el relato al comentario sobre algunos aspectos<br />
<strong>de</strong> la escritura <strong>de</strong> Basho, sobre los que pue<strong>de</strong> establecerse la comparación:<br />
“<strong>La</strong> naturaleza es amada pese a sus aspectos penosos, o a<br />
veces incongruentes, que los poetas <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte silenciarían discretamente”<br />
(21).<br />
Yourcenar medita sobre la poesía y los ensayos <strong>de</strong> Basho, elogia la<br />
poesía <strong>de</strong>l Haiku, y <strong>de</strong>staca dos temas <strong>de</strong> la escritura <strong>de</strong>l autor afines<br />
a su propia sensibilidad, el heroísmo y el sacrificio <strong>de</strong> jóvenes guerreros<br />
tan presentes en la tradición japonesa.<br />
Otro texto <strong>de</strong>dicado a un escritor japonés es “<strong>La</strong> casa <strong>de</strong>l gran<br />
escritor”, don<strong>de</strong> se relata la visita a la casa <strong>de</strong> Mishima. Yourcenar<br />
<strong>de</strong>scribe la <strong>de</strong>sproporción <strong>de</strong> una casa “casi insolentemente occi<strong>de</strong>ntalizada”,<br />
repleta <strong>de</strong> muebles europeos, <strong>de</strong>scribe el <strong>de</strong>spacho don<strong>de</strong><br />
trabajaba el escritor y repasa la obra literaria, la vida pública, la<br />
<strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l suicidio ritual <strong>de</strong> Mishima y sus últimos momentos. <strong>La</strong><br />
presencia <strong>de</strong> la enigmática Yoko, viuda <strong>de</strong>l escritor, a quien se le han<br />
enviado flores en el trágico aniversario, introduce la mención al homenaje<br />
<strong>de</strong> tres crisantemos a la misma escritora por parte <strong>de</strong> un joven<br />
agra<strong>de</strong>cido por el libro que ella había escrito sobre Mishima.<br />
<strong>La</strong> auto representación en relación con el viaje atraviesa las crónicas<br />
y se hace evi<strong>de</strong>nte cuando da a conocer las expresiones artísticas<br />
poco conocidas para los occi<strong>de</strong>ntales o cuando la escritora quiere diferenciarse<br />
<strong>de</strong> otro tipo <strong>de</strong> viajeros.<br />
Es c r i t u r a s d E l ot ro En au to r E s d E la l i tE r at u r a f r a n c E s a<br />
<strong>La</strong>s referencias literarias se articulan en torno al teatro en el capítulo<br />
ix, titulado “Kabuki, bunraku, nô” exposición <strong>de</strong>tallada sobre estos<br />
tres tipos <strong>de</strong> manifestaciones teatrales clásicas y populares. Espectáculos<br />
poco aptos para los occi<strong>de</strong>ntales “…sus guías y sus amigos japoneses,<br />
les han dicho que ni un solo extranjero pue<strong>de</strong> soportar más <strong>de</strong><br />
treinta minutos <strong>de</strong> kabuki. Mis cuarenta y dos horas seccionadas en<br />
siete u ocho sesiones me han <strong>de</strong>jado, por el contrario, con ganas <strong>de</strong><br />
más”. En el espectáculo japonés se pue<strong>de</strong> experimentar la “mago”, la<br />
posesión casi mágica que se apo<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l espectador y lo transporta<br />
a las aventuras representadas en la escena <strong>de</strong>l kabuki, muy alejadas<br />
<strong>de</strong> las falsas audacias o las blandas adaptaciones teatrales <strong>de</strong><br />
occi<strong>de</strong>nte. Género <strong>de</strong>l siglo xviii, poco comprensible no sólo para los<br />
extranjeros sino también para la mentalidad nipona mo<strong>de</strong>rna. Existen<br />
también versiones populares, alejadas <strong>de</strong>l kabuki tradicional, que la<br />
autora juzga como inauténticas y mal interpretadas (98).<br />
El bunraku es un espectáculo <strong>de</strong> marionetas, cuyas historias a menudo<br />
cuentan suicidios <strong>de</strong> honor o amorosos, al que asistió en dos<br />
ocasiones y que, aunque admite que el segundo espectáculo la <strong>de</strong>sanimó,<br />
resume con eficacia una muy extraña historia <strong>de</strong> horror y crueldad<br />
que parecía no <strong>de</strong>sconcertar a algunos niños <strong>de</strong>l auditorio. El drama<br />
Nô es para Yourcenar: “uno <strong>de</strong> los dos o tres hallazgos <strong>de</strong>l teatro<br />
universal” (102); poesía medieval, en ocasiones incomprensible para<br />
los espectadores mo<strong>de</strong>rnos. <strong>La</strong> crónica se <strong>de</strong>tiene en una <strong>de</strong>tallada<br />
<strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l teatro, <strong>de</strong> la escena, muy diversa <strong>de</strong> los escenarios<br />
occi<strong>de</strong>ntales, los actores y sus exóticas vestiduras, el recitador y las<br />
mismas historias que dan vida al drama.<br />
En el capítulo xiii “El camerino <strong>de</strong>l actor” la escritora relata su tercer<br />
encuentro, en Osaka, con un onnagata célebre, actor <strong>de</strong> kabuki. <strong>La</strong><br />
curiosidad respetuosa <strong>de</strong> la cronista vuelven casi solemnes los preparativos<br />
para la escena transformados literariamente en un marco<br />
que <strong>de</strong>staca la belleza travestida; los gestos, el maquillaje, los costosos<br />
kimonos y pelucas, incluso la alusión a su parecido con Nefertiti,<br />
acentúan el atractivo exótico <strong>de</strong>l personaje y lo vuelven inolvidable.<br />
<strong>La</strong>s crónicas que tienen como escenario el Japón también proporcionan<br />
a Marguerite Yourcenar la posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar las gran<strong>de</strong>s<br />
contradicciones que ve en el país: el culto por las manifestaciones<br />
más insignificantes <strong>de</strong> la vida junto a la admiración y exaltación <strong>de</strong><br />
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