Criterios y estrategias para la promoción del uso del euskera en el ...

Durante estos quince años, el propio mundo de la empresa ha sufrido un considerable
cambio a medida que el modo de gestión vinculado a la calidad y el uso de nuevas tecnologías
se han generalizado y se han vuelto habituales, o a medida que ha aumentado
la internacionalización de los mercados. Ha cambiado, así mismo, el propio estatus del
euskera en la sociedad, a medida que ha ganado nuevos hablantes y espacios, y se ha
hecho más visible en la vida social. Y para no extendernos demasiado, otro tanto han
tenido que cambiar necesariamente en las empresas para aumentar el uso del euskera
y para aplicar las intervenciones planificadas que se diseñaron y se llevaron a cabo para
orientar el cambio lingüístico, es decir, los propios planes de euskera.
Por lo tanto, a ojos de este Consejo Asesor del Euskera parece tan razonable como necesario
valorar, revisar y ajustar el programa diseñado y llevado a cabo, por un lado, para
superar su carácter probatorio, y, por otro, para poder incidir en el futuro de un modo
más sistemático y por extensión más amplio desde el punto de vista de la planificación
lingüística. Para lograrlo, habrá que reflexionar necesariamente sobre varios aspectos, a
veces sobre aspectos que incidirán en la base del programa, precisamente. Y creemos
que ese debe ser el punto de partida, siendo así que a continuación se relacionan los
temas principales que se deben revisar, respecto a esas bases, siempre según la opinión
de este Consejo.
Limitación del ámbito de trabajo: diferenciación de subprogramas
Cuando nos referimos al mundo laboral, estamos abarcando un campo muy amplio, que
depende de la complejidad de las diferentes actividades de trabajo.
Si observamos las características de los organismos que participan en los programas
lanzados en 1990 y que en la actualidad siguen en vigor, pronto nos daremos cuenta de
que se trata de organismos plurales: agentes sociolaborales (sindicatos y otras asociaciones),
colegios profesionales, asociaciones, empresas mercantiles, cooperativas,
fundaciones, etc.; en lo que al sector económico respecta, predominan empresas del
segundo y tercer sector, particularmente las del área industrial del segundo sector. Por
lo que al número de empleados hace referencia, comprende desde los organismos con
apenas una docena de ellos hasta organismos que cuentan con más de 100 empleados.
Y por último, si se toma como criterio el porcentaje de hablantes de euskera, comprende
desde organismos en los que no llega al 10% hasta organismos que también participan
y cuentan con un índice de más del 80%.
Dentro de esa pluralidad, el único elemento que comparten todos esos organismos es
ser jurídicamente una persona privada, o en los casos de las fundaciones, en lo que al
capital de creación y la representatividad de órganos de gobierno se refiere, que sean
privadas en más de la mitad. Por lo tanto, salta a la vista la pluralidad de los participantes.
En aras a aumentar la presencia del euskera en el comercio y en la hostelería, se creó la
Mesa de Trabajo del Comercio de Gipuzkoa, impulsada por la Diputación Foral y en colaboración
con la sociedad de investigación SIADECO, para orientar el programa general
Euskara Merkataritzara (El Euskera al Comercio); también en Bizkaia se lanzaron iniciativas
similares en diversos ayuntamientos, en colaboración con la asociación ARTEZ,
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