Criterios y estrategias para la promoción del uso del euskera en el ...

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—Finanzas y seguros:
Habría que actuar de manera similar en el caso de las finanzas y las aseguradoras.
Siguiendo por la senda de lo anteriormente expuesto, se impone la pluralidad entre las
empresas que participan actualmente. Unido a ello, en la medida en que son punto de
unión y que prestan servicios, habría que tratar específicamente la línea de trabajo de
los colegios profesionales, ya que, entre otras cosas, pueden tener un considerable efecto
multiplicador en varias actividades. Dado que las actividades de los colegios profesionales
son homogéneas, habría que realizar un intento por poner en marcha una dinámica
de trabajo unificada, partiendo de los elementos que tienen en común.
Planes de euskera
Mientras abordamos el tema del aumento de la masa de empresas, de uno u otro tamaño,
que disponen de un plan de euskera, no podemos olvidar que éste también ha cambiado
junto con su entorno.
Los planes de euskera iniciales, lanzados en territorios euskaldunes y de índice demolingüístico
alto, tenían como objetivo impulsar el euskera particularmente como lengua de trabajo;
los que se pusieron en marcha en 1996, en cambio, tenían como objetivo aumentar
tanto su uso como su presencia, y mejorar la competencia lingüística de los trabajadores.
En el año 2000, la Viceconsejería de Política Lingüística publicó por primera vez una convocatoria
de subvención específica para desarrollar planes de euskera en las entidades privadas.
Dicha convocatoria de subvención incluía un cuadro que recogía la realidad diaria de
la empresa, clasificada en zonas de uso de la lengua. Dichas zonas de uso aparecían ordenadas
de fácil a difícil, divididas en dos grandes ejes, en relaciones externas e internas.
Dichas zonas de uso se consideraban como objetivos lingüísticos en última instancia, y
se efectuaron tres combinaciones con ellas, que se plasmaron en tres modelos de plan
cerrados (E1, E2 y E3) y en un plan abierto de libre elección de objetivos.
Así las cosas, actualmente existen entre los planes de euskera planes cuyo objetivo es
cambiar el hábito lingüístico —como lengua de trabajo, como lengua de servicio, o
ambas—, y otros —que muchas veces se logran mediante traducciones— cuyo objetivo
es llevar a cabo iniciativas sueltas y puntuales. Todos ellos participan en el programa
para la recepción de la subvención, y se consideran como plan de euskera, aunque como
ya se ha visto antes, son muy diferentes entre sí, de propósito y de hecho.
En nuestra opinión, una vez establecidos unos mínimos, los planes de euskera pueden
ser muy variados; el plan de euskera de una organización debe fijarse teniendo en cuenta
el punto de partida de la empresa: objetivos (rotulación externa e interna, idioma de
acogida para el exterior; relación escrita con la administración, breves textos de gran
difusión dentro del organismo, etc.); recursos (responsable de euskera en el caso de
pequeñas empresas, o comisión de euskera en el caso de las grandes empresas, por
ejemplo). Las iniciativas deberían medirse y ser apoyadas en virtud de la viabilidad y eficacia
del plan en cada caso.