diagnóstico actual del riego y drenaje en chile y su proyección ...

desprende que hay un potencial de 120.000 Há que podrían incorporarse vía
mejoramiento de la eficiencia de riego. Además hay una superficie que supera las
150.000 Há que podrían incorporarse como nuevo riego, por lo que la superficie
total que podría regarse con seguridad 85% es del orden de las 450.000 Há.
4.9.2 Problemas que Afectan la Actividad Agrícola Regional
Una vez estudiados los antecedentes relativos a la situación actual de los
recursos básicos para la actividad sílvoagropecuaria en la VIII Región, es posible
concluir, en términos generales que:
• La situación actual de riego se caracteriza por una subexp/otación de
los recursos de clima, agua y suelos existentes.
De la superficie regable de la región, que es del orden de las 500.000 Há,
unas 300.000 Há se encuentran bajo cota de canal y de ellas sólo 180.000 Há son
regadas, en general, con seguridades inferiores al 85 %. Estas áreas de riego se
concentran en las provincias de Ñuble y Bío-Bío, siendo casi nulas en las
provincias de Concepción y Arauco, y presentan en su gran mayoría cultivos poco
intensivos tales como cereales y chacras.
Esta situación se debe principalmente a la baja seguridad en el
abastecimiento de agua para riego en los períodos de estiaje (Enero - Marzo),
sobretodo en el valle central de la cuenca del río Itata.
Esta condición de menor disponibilidad en época de estiaje se ve
acentuada por la existencia de métodos y sistemas de riego tradicionales a lo
largo de toda la región, caracterizados por presentar bajas eficiencias, y que no
han sido modernizados por la poca seguridad que tienen los agricultores de contar
con los recursos de agua necesarios que permitan recuperar las inversiones que
implica dicha modernización.
La calidad de los suelos existentes en la región, no es una limitante al
desarrollo agrícola, pues presentan condiciones para su utilización en el cultivo de
especies más exigentes y también más rentables, sobretodo en la cuenca del río
Itata. Allí existen extensas zonas que presentan muy pocas restricciones para su
uso, tales como los terrenos ubicados entre los ríos Larqui e Itata y aquéllos entre
los ríos Chillán y Cato. En el caso de la cuenca del Bío-Bío, los suelos son de
menor calidad que los del Itata, aunque de todas formas explotables en mucha
mayor medida que en la actualidad, destacando los suelos de trumao ubicados en'
el llano central de la cuenca. En general no se aprecian situaciones de
deforestación, y dado que la mayoría de los cultivos en explotación en la región
son poco intensivos, tampoco existen suelos que muestren agotamientos debido a
un uso excesivo. De esta forma prácticamente no se aprecian problemas ni de
degradación ni de erosión en las zonas utilizadas.
VIIl.125