diagnóstico actual del riego y drenaje en chile y su proyección ...

Considerando que las extracciones artificiales por bombeo en esta área,
suman sólo unos 14 Mm 3 al año y que cálculos preliminares indican la posibilidad de
extraer unos 200 Mm 3 al año, resulta evidente la subexplotación de este gran
recurso, que presenta una gran potencialidad de uso (con una tasa de riego del
orden de los 3.200 m 3 /Há/año, se puede regar una superficie de 64.000 Há).
Ahora bien, en las zonas costeras de la cuenca, destacan
hidrogeológicamente los sedimentos que sobreyacen a las terrazas marinas, cuyo
espesor en general se aproxima a los 15 m, estando constituidos por arenas y limos
con intercalaciones de cenizas volcánicas. Debido a ello, son limitados en cuanto a la
formación de acuíferos productores. Estos sedimentos se localizan en forma
discontinua dentro de este sector, presentando su mayor extensión real hasta
aproximadamente 10 km aguas arriba. No se tiene antecedentes sobre las
características acuíferas de estos depósitos.
2.5.3.2 Cuenca del Río Bío-Bío
En la zona cordillerana, las áreas contiguas al cauce del río Bío-Bío contienen
rellenos con predominio de materiales gruesos, con un espesor medio de 50 m, que
alberga napas libres. A mayor distancia del cauce principal, se presentan materiales
variados, con predominio de sedimentos gruesos intensamente descompuestos y
arcillados. En el caso de los ríos afluentes al Bío-Bío, para la misma zona, el río
Duqueco presenta un relleno principal con espesores mayores a 100 m con escasa
calidad acuífera, mientras que en los niveles de terrazas adyacentes predominan
gravas arenosas con intercalaciones acuíferas de regular calidad. En el caso del río
Laja, se observa un relleno principal compuesto por gravas gruesas y arenas con una
potencia máxima de unos 30 m, y en las terrazas adyacentes, arenas de tipo
volcánico, con gravas y algo de bloques, con napas libres presumiblemente
conectadas directamente a los cauces superficiales. También, en algunos sectores
cercanos a zonas de actividad volcánica, como el volcán Antuco, se encuentran
estratos superficiales de unos 30 m de espesor, que cobijan acuíferos freáticos.
En la depresión intermedia, suelen encontrarse estratos superficiales arenosos
con potencias medias de 20 m y dispuestos en forma de dunas. Bajo ellas, y a nivel
de toda esta área, se presentan otros rellenos heterogéneos, con espesores que
fluctúan entre los 100 Y los 150 m, con permeabilidades relativamente bajas.
En el tramo del río Bío-Bío, en que escurre a través de la Cordillera de
Nahuelbuta, los rellenos están suscritos a la caja del río, y constan de todo tipo de
arenas, con poco ripio, balones y gravas, en una matriz de arena fina, con potencias
totales entre 50 y 100 m. La napa existente sería freática a semiconfinada.
En la zona de la Cordillera de la Costa, entre el Bío-Bío y el límite Norte de la
cuenca, los sedimentos que cubren el fondo rocoso son de potencias menores a los
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