diagnóstico actual del riego y drenaje en chile y su proyección ...

Por este motivo es que esta zona se ha transformado en una buena productora
de arroz, una de las pocas especie vegetales que si necesita de estas
condiciones medioambientales para su desarrollo. Se trata de un cultivo rentable
y escaso en nuestro país. Es por ello que resulta poco probable que se realicen
proyectos de drenaje para la zona y en caso de que exista la intención de
efectuarlos, se debe evaluar la factibilidad de ocupar dichas tierras en la
explotación otra clase de cultivo, más rentable que el actualmente explotado.
Otra de las zonas afectadas por problemas de drenaje corresponde a los
sectores bajos de Pemuco y algunas zonas dispersas del sector de Yungay.
Dicha situación se debe a que presentan cotas bajas respecto a los niveles
bases del drenaje natural existente, lo que impide la evacuación normal de los
excesos de aguas lluvias, provocando situaciones de anegamientos transitorias.
Además de los señalados, no hay antecedentes de sectores con
problemas de drenaje que representen superficies relevantes como para ser
objeto de proyectos de saneamiento por parte de la institucionalidad pública.
Esto queda confirmado al ver el listado de proyectos que maneja la DOH
regional, el cual se presenta en el capítulo 3.6, donde se observa que no hay
ningún proyecto de drenaje en carpeta.
3.4 Infraestructura de Riego
3.4.1 Cuenca del río Itata
a. Caracterización General
La infraestructura de riego existente en la cuenca del Itata ha sido
construida casi en su totalidad por particulares. Sólo el embalse Coihueco y su
red de canales, el canal Quillón y el canal Perquilauquén-Ñiquén corresponden a
obras de tipo estatal.
Esta situación se ha traducido en una red de riego irracional, con una baja
eficiencia de riego, cuya mantención genera costos muy elevados y por ello es
bastante escasa y con problemas importantes, especialmente de robos de agua.
Además, su funcionamiento administrativo es deficiente. Los únicos
cauces naturales que cuentan con Juntas de Vigilancia son los ríos Ñuble,
Diguillín y Chillán. En los dos primeros, el control se realiza a lo largo de todo el
año, mientras que en río Chillán, unos 4 o 5 meses al año. El resto de los cauces
no cuenta con organización a nivel de río o estero, existiendo sólo canales que
funcionan en torno a asociaciones de regantes, tal como las asociaciones de
canalistas o comunidades de agua, muy comunes en los canales de los ríos
Ñuble, Diguillín y en menor medida, en la cuenca del río Chillán. Entre ellos
VillA?