diagnóstico actual del riego y drenaje en chile y su proyección ...

A su vez, el clima imperante en la región, aporta las condiciones de
temperatura y humedad necesarias para el desarrollo casi sin limitaciones de una
amplia gama de cultivos en los valles centrales, lo que reafirma la opción de la
utilización de los suelos en labores de mayor rentabilidad. Las únicas zonas con
cierto grado de limitación corresponden a los sectores de la Cordillera de la Costa
y de la precordillera, por lo que consecuentemente, no presenta un gran uso en
actividades agrícolas aunque sí en aquellas de tipo silvícola.
De esta manera resulta evidente la necesidad de contar con obras de
regulación que permitan almacenar recursos durante los períodos de abundancia,
Julio - Septiembre, para ser utilizados en épocas de menor disponibilidad y mayor
demanda.
Prueba de ello es que la zona con menores problemas de riego a nivel
regional y que muestra los mejores índices de productividad y de desarrollo
económico, es aquélla bajo la alimentación del único embalse existente en la
cuenca del ltata, el embalse Coihueco.
Estudios que se han realizado recientemente, tales como los asociados a la
construcción del embalse San Fabián de Alico, el Punilla o el Changaral, han
apuntado precisamente hacia este objetivo. También toma especial interés la
explotación de recursos de aguas subterráneas como forma de apoyo a las
situaciones de escasez de recursos de aguas superficiales, los que, a juicio de
estudios hidrogeológicos realizados en el área, son bastante abundantes
principalmente en la cuenca del Itata, que corresponde a la zona con mayores
déficits.
Un aumento en la seguridad de riego promoverá la modernización de las
técnicas de cultivo y por ende un aumento de su productividad, y además
intensificará el reemplazo de tierras utilizadas por cultivos tradicionales como los
cereales, por otros que presentan mayor rentabilidad como frutales, viñas
vitivinícolas, hortalizas, etc.
La infraestructura existente, en general, es muy antigua, poco práctica y se
presenta bastante deteriorada. Algunos problemas comunes a todos los canales
de la cuenca son la falta de un programa de manteción continuo en el tiempo y la
inexistencia de sistemas de control de caudales y de distribución. Los sectores
que muestran peores condiciones se sitúan en la cuenca del Itata, en sectores
pertenecientes a las subcuencas de los río Ñuble y Chillán, en donde la red de
riego es en extremo desestructurada, con canales de tierra construidos sin razón
aparente, que corren paralelos entre sí a lo largo de varios kilómetros y que riegan
zonas muy alejadas de los cauces naturales, lo que provoca pérdidas importantes
del recurso superficial y agrava aún más la situación de escasez que esta zona
enfrenta en verano. En la cuenca del río Bío-Bío, se repiten algunos de estos
problemas; sin embargo, debido a la mayor disponibilidad de aguas superficiales,
éstos no se hacen tan evidentes.
VIl1.126