HERMENÃUTICA NARRATOLÃGICA DE LA NOVELA CANTUTEÃA ...
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personajes por sus opciones políticas y, acierto notable, ha desideologizado el<br />
relato controlando el uso del metalenguaje ideológico-partidarista tan<br />
característico de las organizaciones de origen marxista-leninista-maoísta; así,<br />
por ejemplo, nunca se nombra a Sendero Luminoso cuyos destacamentos son<br />
llamados "rebeldes", "subversivos", "alzados", y sólo cuando es indispensable<br />
para la compresión del discurso narrativo se alude al Partido con la "P" como<br />
sigla. Por supuesto, el narrador no puede eludir el uso de la jerga de las<br />
fuerzas del orden y de los medios periodísticos contrarios a la subversión,<br />
como en el texto siguiente: "Una compacta columna de delincuentes<br />
subversivos al mando del sanguinario-polpotiano-terrorista-asesino-loco con el<br />
alias de "Antonio", fue abatido en las alturas de Pumaranra". Ahora bien. Uno<br />
de los mayores desafíos que la novela debe haberle planteado a su autor es la<br />
plasmación artística de Grimaldo Medina (la elección del nombre de Grimaldo,<br />
es una clara aunque secreta respuesta de Julián Pérez Huarancca al cuento de<br />
Luis Nieto Degregori, "Vísperas", pues el modelo real –Hildebrando Pérez<br />
Huarancca (hermano de Julián) - es el mismo en ambas historias.<br />
Una de las razones del retorno de Manuel Jesús a Huamanga y a la zona de<br />
Pumaranra es ubicar el lugar donde murió en combate y recoger testimonios<br />
sobre Grimaldo Medina, hermano mayor suyo y reivindicar su memoria. El<br />
resultado no es un personaje de una sola pieza, sin fisuras, ejemplar y heroico;<br />
según los recuerdos del narrador, fue un hermano protector, amante y<br />
respetuoso de sus padres, un oyente apasionado de la historia de Pumaranra y<br />
de Lucanamarca, en cuyo devenir tuvo lugar el asesinato de su abuelo y de las<br />
humillaciones, incluyendo la cárcel, que padeció su padre; pero también<br />
presenta a Grimaldo en su adolescencia y primera juventud como un fornicador<br />
empedernido que utiliza un leguaje grueso y aun obsceno cuando alude a sus<br />
aventuras amatorias; y tampoco oculta los hechos de sangre cometidos por el<br />
destacamento subversivo que él comandaba como consecuencia de ese lado<br />
oscuro e irracional que pueden alcanzar hasta las guerras más justas. Aunque<br />
no está exento del todo de maniqueísmo en relación a Lucanamarca (en<br />
algunas ocasiones el narrador apostrofa a sus pobladores como "raza maldita",<br />
"raza traidora", lo cual incluso es antidialéctico –"uno se divide en dos" decía el<br />
viejo Mao Tse-tung: no todos los alemanes durante la guerra fueron nazis, no<br />
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