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de asegurarse que los proveedores contarán
con los recursos necesarios para
cumplir con sus compromisos. Pensar
que garantías económicas por parte de
los proveedores y contratistas podrán
reemplazar la atención que debe prestar
el equipo de proyecto a lo anterior
es una falacia. Cuando un proveedor no
cumple en proyectos de paso rápido,
como habitualmente lo son, es fácil que
se retrase y encarezca todo el proyecto,
con costos para el cliente que exceden
con creces a los montos de las garantías.
Esto obliga a prestar atención a lo que
sucede con otros proyectos simultáneos
y su impacto en la demanda de los servicios
y bienes que el proyecto requerirá”,
dice Arze.
Fallas comunes
Entre las fallas más comunes que iden-
proyectos
se encuentra una ingeniería
conceptual o básica incompleta, saltarse
etapas, estrategia de ejecución inadecua-
miento
de precios, entre otras.
Sobre este último punto, Arze considera
que tienen responsabilidad consultores
y dueños, “frecuentemente atados a
procedimientos rígidos de estimación de
costos, muy efectivos en tiempos normales
pero que se demostraron inefectivos
para estimar el escalamiento asociado al
boom inversional”.
“Solucionar este problema para situaciones
futuras no será fácil. Debemos
reconocer que el problema es complejo
y abrirnos al concurso de otros especialistas
para desarrollar metodologías adecuadas,
que permitan predecir precios
con mayor precisión y ahorrar así disgustos
a quienes invierten su dinero con la
esperanza de obtener una rentabilidad.
Rentabilidad que no se dio en muchos
proyectos de los últimos tiempos”, aclara
En resumen, para evitar problemas en
el desarrollo de proyectos, las empresas
de ingeniería participantes deben ser seleccionadas
en las etapas preinversionales
“en función del aporte que puedan realizar
al proyecto y no por precio”, dice Elías
Arze.
Además, los contratos deben ser estructurados
de modo que su potencial se
-
ejecución de los proyectos desde un inicio,
dando espacio a la empresa consultora
para que pueda aportar su experiencia,
y estructurar los esquemas de contratación
teniendo a la vista las condiciones de
mercado y las capacidades de los posibles
participantes.
“Es un error grave el saltarse etapas
en la ejecución de los proyectos o realizar
ingenierías incompletas con el objeto de
ahorrar costos o reducir plazos”, advierte
Finalmente, en épocas de boom de
proyectos, “será de particular importancia
considerar el impacto que otros
proyectos que se ejecutan o ejecutarían
simultáneamente tendrán sobre las posibilidades
de proveedores y contratistas
de cumplir plazos y respetar presupuestos”,
concluye Arze.
Foto: Joaquín Ruiz.
Especialistas analizaron los
principales factores de éxito y fracaso de los
megaproyectos de inversión en el marco de un
seminario organizado por Cochilco.
nme
28 julio