estudio de posibilidades y viabilidad de actividades ... - Coag

PROYECTO PILOTO
RED RURAL NACIONAL
Monastrell de un ingente arsenal genético
que le permite adaptarse a prácticamente
cualquier tipo de terreno o régimen pluviométrico.
Estas mejoras han permitido
a la DO Jumilla ‘conquistar’ nuevas zonas
de cultivo, al contar con variedades resistentes,
por ejemplo, a suelos menos llanos
(laderas de monte) o con menor riqueza
de nutrientes, además de abrir el abanico
de posibilidades organolépticas a casi
cualquier requerimiento, posibilitando la
conquista de nuevos mercados.
Igualmente innovadora ha sido la introducción
en la zona de nuevas variedades
de oliva, como la cornicabra, manzanilla,
alberquina, picuda y picual, que está permitiendo
la elaboración de nuevos aceites
monovarietales que están encontrado una
buena acogida.
Por su parte, continuamente se están introduciendo
variedades nuevas de almendras
que se van generando para adaptar a
los fríos y situación de sequía de la zona.
Algo similar ocurre con las variedades de
frutas de hueso presentes en el municipio,
que en los últimos años se están reconvirtiendo
nuevamente hacía variedades de
carne amarilla y fechas de recolección más
tardías, y la introducción de nuevos cultivares
de la pera “Ercolini” que constituye
da D.O. de Pera de Jumilla.
Otro nueva orientación productiva,
como economía alternativa a los frutales
tradicionales de la zona, y que se
está implantando en la localidad, es la
cereza, ya que es demandada en el mercado
nacional y viaja a otros mercados
lejanos como producto exportable de
alta calidad, debido a las características
calizas de los suelos de Jumilla y el clima
soleado, que dan lugar a una cereza de
alto contenido en azúcares y de firmeza
de fruto muy apreciada por los consumidores.
En Jumilla, el período de recolección
de esta fruta se extiende desde
346
mediados de mayo hasta la primera decena
de julio.
En la actualidad, la Consejería de Agricultura
y Agua tiene implantadas en la
finca ‘La Maestra’ un ensayo sobre la
adaptación y mejora de un total de 70
variedades de cerezo.
Ejemplo real de la viabilidad de este tipo
de plantaciones lo encontramos hoy en
día en “La finca Toli”, en la que se han alcanzado
producciones medias superiores
a 25.000 kilos por hectárea en 2011.
Por último comentar los ensayos realizados
hace algunos años con cultivo de
pistacho que, al menos en esos casos,
no resultaron muy favorables.
Por otra parte, en Jumilla existen un gran
porcentaje de tierras que no se labran,
de las que parte son calizas, pedregosas,
de escasa fertilidad o de nulo interés
agrícola, y en las que, pese a sus posibilidades
de mecanización, no es rentable
el cultivo de cereales. Estas tierras son,
sin embargo, un medio idóneo para el
desarrollo de plantas medicinales y aromáticas,
según se deduce de experiencias
realizadas y de la flora espontánea
existente en la zona (tomillo, romero,
ajedrea, hinojo, comino etc…).
Se está planteando desde algunas instancias
investigadoras la posible introducción
en los secanos de cultivos
adaptados para el aprovechamiento
energético. Desde nuestra organización
se plantea con mucha prudencia este
tipo de transformación en el uso de la
tierra, si bien es cierto que para las zonas
marginales semiabandonadas y de escasa
rentabilidad de cultivos podría ser
una alternativa.
Otra cuestión diferente, pero relacionada
con la anterior, es la relacionada
con la optimización de los sistemas de
aprovechamiento de los residuos, tanto
agrarios, ganaderos como forestales,
que permitirían aumentar el potencial
de producción de biomasa necesaria
para disminuir la dependencia energética
externa, así como reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero.
Además favorece le mantenimiento y
diversificación del sector agrícola, contribuyendo
así al desarrollo de empleo
especialmente en el ámbito rural.
Por otra parte, la ordenación y adecuada
gestión de los recursos forestales del municipio
conllevaría el aumento de la producción
forestal, tanto de uso maderero
como, sobre todo, la que puede ser destinada
a la obtención de energía de biomasa.
A ello podría colaborar la reforestación
de aquellas tierras que no son útiles
para el uso agrícola por la pendiente o
por cualquier otro tipo de circunstancia y
siempre implantando las variedades autóctonas
de la zona (Pino Carrasco), todo
ello contribuiría a la mejora de los ecosistemas,
el uso multidisciplinar de los montes,
la prevención de incendios y plagas y
la gestión sostenible
Producciones Ganaderas
En la zona existen determinadas razas autóctonas
con un valor reconocido y creciente.
En primer lugar tenemos a la cabra
Murciano-Granadina. Se trata de la raza más
extendida en todo el territorio nacional así
como una raza en proceso de expansión a
nivel internacional, pues cada año salen de
nuestras fronteras más ejemplares hacia países
de la cuenca mediterránea y África. No
cabe duda que es una raza con excelentes
cualidades productivas y de adaptabilidad,
hecho que está propiciando su expansión.
Las características más destacables de la raza
son, su fácil ordeñabilidad, su nula estacionalidad
reproductiva, su rusticidad y amplia capacidad
de pastoreo. La aptitud de la raza es
claramente lechera, produciendo una leche
con un elevado rendimiento quesero.