estudio de posibilidades y viabilidad de actividades ... - Coag

PROYECTO PILOTO
RED RURAL NACIONAL
el progresivo abandono de las zonas más
marginales o con mayores limitaciones
para la producción.
Otra cuestión bien distinta es la que se refiere
a las variedades incorporadas en cada
uno de estos grupos de cultivo principales.
Así, en los últimos años, la producción vitivinícola
de la zona, que gozaba de reconocida
calidad en todo el sureste mediterráneo,
se ha visto enriquecida, aparte de por
la continua mejora en la calidad obtenida,
con la introducción de nuevas variedades
que permiten la elaboración de nuevos tipos
de vinos mediante el “coupage”, lo que
permite llegar a nuevos segmentos del
mercado. Todo ello sin olvidar la necesidad
de cuidar y mejorar el principal activo
que tiene esta zona de Yecla, compartido
con la de Jumilla, que es su variedad Monastrell,
que está permitiendo una diferenciación
cada vez más reconocida en los
mercados mundiales de estos vinos.
Por lo que se refiere al cultivo del olivar y
del almendro también se ha producido la
incorporación de nuevas variedades para
la mejora de la calidad y/o adaptación a las
condiciones climáticas.
Como influjo del vecino municipio de
Jumilla, igualmente se ha producido el
desarrollo de nuevas plantaciones de frutales
de pepita, principalmente de pera,
así como otros de hueso. En este sentido
algunos agricultores están planteándose
el establecimiento de plantaciones de
cerezos, cultivo este que ya ha iniciado su
despegue en Jumilla.
Por otra parte, en Yecla existen un gran
porcentaje de tierras que no se labran, de
las que parte son calizas, pedregosas, de
escasa fertilidad o de nulo interés agrícola,
y en las que, pese a sus posibilidades de
mecanización, no es rentable el cultivo de
cereales. Estas tierras son, sin embargo, un
medio idóneo para el desarrollo de plantas
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medicinales y aromáticas, según se deduce
de experiencias realizadas y de la flora
espontánea existente en la zona (tomillo,
romero, ajedrea, hinojo, comino etc…).
Este tipo de plantación contribuye a la formación
y recuperación de suelos, aparte
de fomentar la polinización de otras plantas
y mantener el equilibrio ecológico.
Si la plantación de estas plantas aromáticas
y medicinales en las tierras marginales
o yermas de la comarca, llegara a adquirir
cierta extensión, daría lugar a crear un sector
de transformación y distribución de
productos ecológicos elaborados a partir
de plantas aromáticas y medicinales que
generaría empleo y nuevas posibilidades
de futuro para el municipio y sus habitantes.
La ordenación y la adecuada gestión de
los recursos forestales del municipio podría
conllevar el aumento de la producción
forestal, que puede ser destinada a energía
de biomasa; planteándose como otra
actividad productiva la reforestación de
aquellas tierras que no son útiles para el
uso agrícola por la pendiente o por cualquier
otro tipo de circunstancia y siempre
implantando las variedades autóctonas
de la zona (Pino Carrasco). Todo ello contribuiría
a la mejora de los ecosistemas, el
uso multidisciplinar de los montes, la prevención
de incendios y plagas y la gestión
sostenible.
Otro tipo de producciones que se está
introduciendo en la zona son los cultivos
energéticos, consistentes fundamentalmente
en plantaciones de Pawlonia. Este
árbol es considerado como una de las especies
vegetales de mayor producción de
biomasa, y algunos agricultores de la zona
están haciendo pequeñas plantaciones
de esta especie para ver su rentabilidad y
adaptación al clima de la zona. Sin embargo
este cultivo, para dar cierta rentabilidad,
necesita de la aportación de importantes
cantidades de agua de riego. Otra utilidad
que se le puede dar a las extracciones de
madera de este árbol de rápido crecimiento
es, por su gran calidad, la carpintería en
general, de forma que si aumentaran las
plantaciones de esta especie de árbol, el
sector de la madera de Yecla podría hacer
el proceso de transformación de la madera
generando empleo y revertiendo la riqueza
para la comarca a lo largo de todo el
transcurso, es decir, desde la plantación y
el cultivo de la Pawlonia hasta el producto
fi n a le l a b o r a d o .
Desde nuestra organización se plantea
con mucha prudencia este tipo de transformación
en el uso de la tierra, si bien es
cierto que la escasa rentabilidad de cultivos
de regadío tradicionales en la zona,
como puede ser el viñedo, está haciendo
que un número considerable de agricultores
este planteándose este cambio como
uno de los posibles.
Otra cuestión diferente, pero relacionada
con la anterior, es la relacionada con la
optimización de los sistemas de aprovechamiento
de los residuos, tanto agrarios,
ganaderos como forestales, que permitirían
aumentar el potencial de producción
de biomasa necesaria para disminuir la
dependencia energética externa, así como
reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero. Además favorece le mantenimiento
y diversificación del sector agrícola,
contribuyendo así al desarrollo de
empleo especialmente en el ámbito rural.
Teniendo en cuenta que nos encontramos
en una ciudad que tiene gran presencia de
fábricas de madera, los residuos madereros
provenientes de este tipo de industrias
pueden ser utilizados para la producción
de biomasa. Por eso contamos en el altiplano
con alguna empresa que se dedica
a este tipo de fines, concretamente en
Yecla “Biomasa Altiplano” que se encarga
de recoger este tipo de residuos y transformarlo
en pellets o combustible ecológico
generado por la recuperación o utilización
de subproductos derivados de la madera