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Capítulo 3. Nuestro patrimonio intangible<br />
como el día y hora cuan do regresaría a la selva para encontrarse con<br />
la virgen Caá-Yarihi. Ésta, antes <strong>de</strong> presen tarse al yerbatero, probaba<br />
su valentía en viándole las víboras, los escuerzos y los ja guares que<br />
moraban en la espesura.<br />
No faltaban en los yerbales vírgenes <strong>de</strong> hace dos décadas, los mensúes<br />
que dijeran que habían soportado valientemente la prue ba <strong>de</strong> las<br />
alimañas y <strong>de</strong> las fieras para ver a Caá-Yarihi, joven, <strong>de</strong>slumbrante,<br />
mara villosa… Los yerbales <strong>de</strong> cultivo, domes ticados como las fieras<br />
<strong>de</strong>l circo, han <strong>de</strong>salojado las leyendas guaraníes que se alojaban en<br />
las selvas interminables <strong>de</strong>l norte argentino, <strong>de</strong> Paraguay y <strong>de</strong> Brasil.<br />
Un gran promotor<br />
y a quien <strong>de</strong>bemos<br />
el rescate <strong>de</strong> mitos<br />
y leyendas <strong>de</strong>l<br />
Noreste y <strong>de</strong> otras<br />
regiones <strong>de</strong>l país,<br />
fue Juan Bautista<br />
Ambrosetti. Padre<br />
<strong>de</strong> la arqueología<br />
argentina e<br />
iniciador <strong>de</strong> los<br />
estudios folclóricos.<br />
Cuando el mensú, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una ardua jor nada, caía vencido por el<br />
sueño en medio <strong>de</strong> una espantosa nube <strong>de</strong> mosquitos, soñaba con las<br />
víboras, los yacarés, los escuerzos, el yaguar. La mente afiebrada veía<br />
en sueños a Caá-Yarihi y esa visión inolvidable lo acompañaba como<br />
una realidad que atenuaba sus penas. El mensú vivía casi sin dormir<br />
y so ñaba que mientras él dormía Caá-Ya rihi le preparaba su raído con<br />
dieciocho a veinte arrobas <strong>de</strong> yerba.<br />
En otros casos veía que la virgen <strong>de</strong> la selva lo acompañaba en la marcha<br />
penosa por la picada hasta llegar a la balanza, y en ese momento<br />
Caá-Yarihi subía sobre la carga para duplicar el peso, aumentando<br />
las ganancias <strong>de</strong>l que recibía pago por el trabajo a <strong>de</strong>stajo. Cuando<br />
el mensú quebrantaba su voto <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad, la virgen <strong>de</strong> los yerbales,<br />
<strong>de</strong>spe chada, lo enfermaba, le <strong>de</strong>sfiguraba el rostro, o le quitaba la<br />
vida. Ésta, era la superstición que tranquilizaba el fatalismo <strong>de</strong> los<br />
mensúes cuando uno <strong>de</strong> sus compañeros caía bajo su carga <strong>de</strong> yerba<br />
para no levantarse más. La sentencia se murmuraba en esta frase<br />
“¡Traicionó a Caá-Yarihi: ella se ha ven gado!”.<br />
Las sombras <strong>de</strong>l bosque se prestan para las voces agoreras y misteriosas<br />
<strong>de</strong> las leyendas guaraníes que huyen <strong>de</strong> las capue ras, don<strong>de</strong> los árboles<br />
<strong>de</strong> yerba, alineados como soldados ahuyentan <strong>de</strong> su compañía<br />
hasta el mburucuyá, la flor <strong>de</strong> la pasión cu yo simbolismo fue ignorado<br />
durante siglos por los Arandú Caatíh, que no rompieron el pacto con<br />
Caá-Yarihi.<br />
El cazador <strong>de</strong> historias y <strong>de</strong> culturas…<br />
Un gran promotor y a quien <strong>de</strong>bemos el rescate <strong>de</strong> mitos y leyendas<br />
<strong>de</strong>l Noreste y <strong>de</strong> otras regiones <strong>de</strong>l país, fue Juan Bautista Ambrosetti.<br />
Padre <strong>de</strong> la arqueología argentina e iniciador <strong>de</strong> los estudios folclóricos,<br />
nació en Gualeguay (Entre Ríos), el 22 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1865. Se casó<br />
con María Elena Holmberg, la hija <strong>de</strong> otro gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> esa generación:<br />
el naturalista Eduardo Ladislao Holmberg, primer director <strong>de</strong>l Zoológico<br />
<strong>de</strong> Buenos Aires. Su casa era frecuentada por el paleontólogo<br />
Florentino Ameghino, el botánico Miguel Lillo, el escultor Correa Mo-<br />
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Aunque no la veamos, la cultura siempre está<br />
Patrimonio Intangible <strong>de</strong> la Argentina<br />
MIRADAS DE LA ARGENTINA