Estenia Germán se constituye así como un ser imposible, elaborado a partir de perspectivascontradictorias: el psicologismo, el naturalismo determinista, la caricatura, el análisis social. Comola criatura elaborada en la famosa novela de Mary Shelley a partir de fragmentos de cadáveresexhumados, la novela de Pérez de Oleas Zambrano canibaliza discursos y registros expresivospara constituir una textualidad monstruosa, junto con un personaje in-creíble. De hecho, variasinterpretaciones sobre la novela de Shelley señalan que la novela puede leerse como un tratadosobre la maternidad interrumpida de esta autora, que sufrió varias pérdidas en los meses previos asu elaboración del manuscrito de Frankenstein y que sintió en su propia existencia la monstruosidadal haber provocado, durante el parto, la muerte de su propia madre. El monstruo constituye así laabominación de un ser nonato, llevado a la vida por medio de las maquinaciones perversas de unhombre y de una literatura.Pero a la vez, la obra de Pérez de Oleas Zambrano expresa la lógica delirante del cubismosintético: menos un fracaso estético que una composición ideológica, ética y discursivamentecontradictoria. Lo macabro resulta imprescindible en esta tarea, la distorsión grotesca de larealidad, su descomposición estética:―Esta fuerte dualidad. Esta voluntad y energía que obraban en ella que le hacían ―poder‖ lo que―quería‖ eran tan estupendas que dejaban absorto a Fernández. Era además, una sedientadestructora de vidas. Para ella la vida no tenía más significado que el de un ato de membranasencarcelado en una matriz. Y gozaba de una extraña borrachera cuando podía desbaratar una vidacon la magia de sus pinzas. Y matando y destruyendo iba encontrando en las vísceras el secretode la Vida. Que su mal es la lujuria y que su energía es el furor sexual. Que el instinto reproductorno es delito. Y supo además, que el amor es dulce bienhechor y que fue el hombre el que creo elpecado, haciendo un reptil que se esconde en la penumbra, de astro que brilla en lo infinito‖ ( p 91-92)Vemos aquí la necesidad de construir un suplemento al registro del realismo dominante de lanarrativa ecuatoriana de los cincuenta. El texto presenta a Estenia Germán al interior de undiscurso que la constituye como científica, como exploradora de vanguardia que persigue ―elsecreto de la Vida‖ en el aparato reproductivo de la mujer. La protagonista se nos presenta desdeadentro, desde una omnisciencia capaz de penetrar a su fuero más íntimo, como una mujerobsesionada (como el mismo Victor Frankenstein) con el conocimiento y dispuesta a todatransgresión para alcanzarlo. Aunque ese conocimiento se vea ―contaminado‖ por descubrimientosde otra naturaleza, que politizan esos hallazgos: ― Que el instinto reproductor no es delito. . .que fueel hombre el que creó el pecado‖.La aporía que expresa la novela, el dilema moral del aborto, se presenta como una oscilaciónconstante entre representaciones relativamente benignas de Estenia Germán, hasta elogiosas enalgún grado y representaciones como esta:
― (La Germán) Añoraba con tristeza de proscrito los vientres combados de mujeres grávidas. Elcorrer de la sangre. El ¡ay¡ doloroso que precedía a la triunfal extracción del feto, que gesticulabacomo un payaso en el extremo del gancho‖ (187)La protagonista de la novela aparece aquí, como en muchas otras partes de la novela, retratadabajo la figura sanguinaria del homicida, Pérez de Oleas Zambrano por momentos asigna a EsteniaGermán una malignidad sobrenatural, con frecuencia hace referencia a ella con el nombre de―bruja‖, y alterna esta designación con ―maga‖, ―artista‖, ―hada‖. La oscilación en que pende estepersonaje, desde una caracterización extrema a otra, refrenda la vocación cubista de la novela.El cubismo dramático de Sangre en las manos, de manera similar a las manifestaciones previas deesta tendencia, ofrece representaciones de un personaje (Estenia Germán) y de una circunstancia(el aborto) que renuncian a la totalidad, que distorsionan y refractan una ―realidad‖ constituida apartir de múltiples perspectivas, algunas de ellas, insoportables. Los personajes que pueblan laspáginas de la novela, desde la vida personal de Estenia, criada en la pobreza y determinada amejorar su condición económica e intelectual, luego presa del chantaje afectivo de sus amantes,finalmente llevada al extremo emocional mediante la muerte trágica de su hija, hasta las historiasde Rosa Blanca, Clarita, Soledad, Mariela y , Gracia son abiertamente sujetos de melodrama.El carácter experimental del melodrama con frecuencia pasa desapercibido, se trata de un modonarrativo específico, repudiado con frecuencia por la crítica masculina, que connota una historiadoméstica irreal y patética, con personajes estereotipados (la mayoría de veces femeninos) y quese dirige a un público de mujeres[x]. Es como si Pérez de Oleas Zambrano dudara de su capacidadde sostener la forma de la novela (de hecho es una de las primeras y pocas novelistas delEcuador) y buscara suplir su emergente dominio de la forma a través de recursos probadosexitosamente por los novelistas que la preceden (el grotesco, el realismo, la denuncia social) peroque encuentra que su temática la desborda y que excede el alcance de esos recursos. Elsuplemento de la novela entonces se vuelve el drama, y el suplemento del realismo, el cubismo.Esta misma tensión se aprecia en la alternancia de epígrafes, de Sartre, seguido de LaRochefoucauld y de nuevo la misma sucesión. El moralismo didáctico de La Rochefoucauld, queescolta el imperativo costumbrista de la sociedad Quiteña, de condenar irrevocablemente, de lamano de la doctrina católica, la práctica del aborto, seguido del voluntarismo ético existencialista,aliado a un cuestionamiento sísmico de la familia patriarcal (en el que se siente la influencia de DeBeauvoir) , que favorece un acercamiento más pausado hacia la temática del aborto:―Comprendemos la necesidad del aborto. Es hasta un deber en determinados casos morales y enotros que la medicina señala como necesarios para la vida o salud de la madre. Lo que se debecondenar es el abuso. Que se haya hecho de la ciencia una cloaca de escape para la corrupción,
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