10.07.2015 Views

Liberarte_Vol_3_No_1_Septiembre_Diciembre_2008

Liberarte_Vol_3_No_1_Septiembre_Diciembre_2008

Liberarte_Vol_3_No_1_Septiembre_Diciembre_2008

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Finalmente, Sor Juana dice que ella está dentro del dominio privado, que es una pobre mujer quetanto lee como mira freír un huevo, pero con esta actitud está cuestionando, atacando yamenazando uno de los puntales de la sociedad patriarcal (449-50). Esta declaración nos introduceen un punto clave de la literatura escrita por la mujer: hacer que lo privado sea lo público. Lasociedad patriarcal delimita los campos de la mujer: lo privado es para la mujer y no puede salir deesto y lo público es para el hombre y la mujer no puede entrar. Además, sor Juana discute laafirmación de San Pablo Apóstol: ―Mulieres en Ecclesius taceant‖ (―que callen las mujeres en lasiglesias‖). Sor Juana escribe lo que ella piensa que él quería decir (467).Marginalidad: Algo que aparece reiteradamente en la literatura escrita por mujeres es esa luchaentre el centro y el margen; centro y periferia, algo que no es exclusivamente femenino sino queaparece en la literatura que no se escribe desde los centros del poder. En Sor Juana elenfrentamiento del margen versus centro se complejiza en varios sentidos. Primero, ella escribedesde la colonia (o sea Hispanoamérica—la periferia). Aunque logra fama en España (lametrópoli), su obra se sitúa en esa tensión entre colonia y metrópoli. En 1680 se publicó el primertomo de sus obras completas en España. Si muchas de sus afirmaciones se refieren al tópico de lafalsa modestia es porque su obra ha conseguido lo que pocos: ser conocida y respetada enEspaña. Ella lo sabe y juega con esto. Segundo, la pugna entre el saber intelectual, científico (quetiene antecedentes del renacimiento) y el saber teológico. El predominio de la compañía de Jesús ysu política antireformista hace más importante la aceptación del saber teológico que promueve laIglesia más que la experimentación. Y finalmente, ser mujer cuando lo que está en el centro es lasociedad patriarcal. Esto es algo que ella rebate acudiendo a ―la treta‖ de lo doméstico, de loprivado. Está entre la aceptación el desafío. Josefina Ludmer escribe que ―La treta…consiste enque, desde el lugar asignado y aceptado, se cambian no sólo el sentido de ese lugar sino el sentidomismo de lo que se instaura en él. Como si una madre o ama de casa dijera: acepto mi lugar perohago política o ciencia en tanto madre o ama de casa‖ (53).Al principio Ludmer nota que hay varias marcas de la marginalidad en sor Juana, o seadesplazamientos hacia al centro: transgresiones, silencio final, triunfo del orden establecido; ladevuelven a la situación periférica. La Respuesta es importante porque se sitúa en el momento deagudización de todos estos conflictos y en el momento en que su pluma había alcanzado madurezy fuerza. <strong>No</strong> vemos aquí un problema señalado como recurrente en la mujer que escribe que seincluyen las preguntas: ¿Cómo apropriarse del discurso racional? o ¿cómo entrar en el mundoracional dominado por el hombre, en el ―palacio del discurso racional?‖ de Gubar y Gilbert.El problema de sor Juana es que lo dejan permanecer en él; ella reclama para sí el mundo racionalcomo esfera propia con lo cual introduce una cuña, un desacomodamiento dentro de lasconcepciones biologistas acerca de la mujer (es decir, la mujer tiene que permanecer en el mundode los instintos). La obra de sor Juana y especialmente esta carta, aún hoy sigue en lucha con elcanon con una crítica literaria condescendiente o reduccionista.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!