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En Un Parpadeo

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Soñando en pareja<br />

De muchas maneras, el editor de la película realiza el mismo papel para con el director<br />

que el editor del textos lo hace con el escritor, para animarlo en ciertos cursos de acción,<br />

aconsejarlo contra otros, para discutir si se debe incluir algún material específico en el<br />

trabajo terminado o si el nuevo material necesita tener agregados. Al final del día, sin<br />

embargo, es el escritor quien entonces se va y reúne las palabras.<br />

Pero en una película, el editor tiene también la responsabilidad por congregar las<br />

imágenes (es decir, las "palabras") en un cierto orden y con un cierto ritmo. Y aquí toma<br />

el papel del director para ofrecer consejo y asemejarse en mucho al momento donde el<br />

director habría aconsejado a un actor que interpreta un papel. Parece que la relación<br />

entre editor/director oscila de un lado a otro durante el curso del proyecto, en una<br />

ecuación donde el numerador se vuelve denominador y viceversa.<br />

<strong>En</strong> sicoterapia hay una técnica que pone al paciente (el soñador, en este caso), junto con<br />

alguien que tiene que escuchar el sueño. Lo más pronto posible después de despertarse,<br />

el soñador se encuentra con su oyente para repasar los sueños de la noche anterior.<br />

Frecuentemente no hay nada, o simplemente hay una sola y deplorable imagen, pero<br />

esto normalmente es suficiente para iniciar el proceso. <strong>Un</strong>a vez que la imagen se<br />

describe, el trabajo del oyente es proponer una sucesión imaginaria de eventos basada<br />

en ese fragmento. <strong>Un</strong> avión, por ejemplo, es algo que todos recuerdan. El oyente<br />

propone inmediatamente que debe de haber sido un avión de transporte, que vuela por<br />

encima de Tahiti, lleno de pelotas de golf para un torneo en Indonesia. Ni bien escucha<br />

esta descripción que se le ha ofrecido, el soñador protesta: "No, era un biplano, y volaba<br />

encima de los campos de batalla en Francia, y Hannibal estaba disparándole flechas a él<br />

desde su legión de elefantes". <strong>En</strong> otras palabras, el propio sueño, escondido en la<br />

memoria, se levanta en defensa propia, cuando se ve desafiado por una versión<br />

alternativa, y se revela. Esta revelación sobre los biplanos y los elefantes puede incitar<br />

al oyente a su vez para elaborar otra improvisación, que sacará hacia afuera otro aspecto<br />

del sueño oculto y así sucesivamente, hasta revelar tanto del sueño como sea posible.<br />

<strong>En</strong> la relación entre director y editor pasa algo similar, donde el director generalmente<br />

es el soñador y el editor es el oyente. Aun incluso para la mayoría de los directores bien<br />

preparados, hay límites a la imaginación y memoria, particularmente al nivel de detalle<br />

fino, y es trabajo del editor el proponer guiones alterados, como un cebo para animar al<br />

sueño durmiente a subir en su defensa y así revelarse más totalmente. Y estos guiones<br />

alternativos se despliegan desde un nivel más general: ¿debe quitarse tal y cual escena<br />

para el bien del todo?, hasta el nivel de máximo detalle: ¿debe terminar este plano en<br />

este cuadro, o 1/24 de segundo más tarde, en el próximo?.<br />

Pero a veces el editor es el soñador, y el director el oyente, y será él quién ahora haga<br />

las ofertas, el cebo, para tentar al sueño colectivo, para revelar más sobre él.<br />

Como cualquier pescador puede decirle, es la calidad del cebo la que determina el tipo<br />

de pez que saque.

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