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Fazer download PDF - Fundação Cultural do Estado da Bahia

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cia. Yo to<strong>da</strong>vía lo extraño. De un hijo, si está muerto, se quiere la tumba cerca quevisitar, prender una vela, arreglar unas flores, susurrar una oración. ¿Está usted deacuer<strong>do</strong>, o no aprueba esas creencias más antiguas? Sí, usted aún es muy moderno,debe de ser de esos que ni creen en Dios. ¿Pues sí? Ni pensarlo. ¿Usted tienealgún secreto? Espérese nomás: de vez en tanto, el tiempo suspira. Ese momentoes un peligro que uno se descubra, una caja que cae al suelo, se desparraman,incluso sin querer, y se muestra, libertan<strong>do</strong> los saberes. ¡Ah, pues no es así? Porciertas experiencias, el pelo de una ya nace blanco. Unos se que<strong>da</strong>n, de una vez,con una molestia, una tristeza. El bien y el mal, esos amigos, an<strong>da</strong>n a los abrazos:¡to<strong>do</strong> cui<strong>da</strong><strong>do</strong> es poco! Estoy suficiente para contarle, pues nunca me abrí tanto enuna parla, en to<strong>do</strong>s estos años en que ya voy y ya van. No hice na<strong>da</strong> por ruin<strong>da</strong>desmansas, de esas no convivo. Permanecí desacor<strong>da</strong><strong>da</strong> de las cosas, años y años:to<strong>do</strong> se quedó tranca<strong>do</strong> acá dentro en un lejos de mí.Ni tiene usted que creerme, no le solicito ese esfuerzo: basta que oiga, eso yame <strong>da</strong> los efectos. Creer o no es cosa de ca<strong>da</strong> quién. Yo narro, gustan<strong>do</strong> contarel cuento, aun mejor que la reali<strong>da</strong>d. La cura de to<strong>do</strong> es la manera de contar.Créame si quiere, hasta en el supongamos se aprende lo que es la vi<strong>da</strong>. Pasa eltiempo, se aprende bien lo que puede ser. Medite usted, que la vi<strong>da</strong> se componede alguna alegría y muchos <strong>do</strong>lores.Pero olvídelo, que Ño Guimarães es asunto mejor. Él nos <strong>da</strong>ba mucha alegríacon sus visitas. Así, así, si oigo un tropel, clop clop clop clop, a veces pienso quees él que viene, como en los viejos tiempos. Una guar<strong>da</strong> la memoria de ciertosbarullos. Por eso al llegar usted, yo prácticamente vi al mismísimo. ¡Pero qué voy averlo! No viene, no viene na<strong>da</strong>, nunquísima vez. Quizás muy viejito para cabalgar,¿habrá falleci<strong>do</strong>? Manu aseguraba que sí, por los avisos. Yo nunca le quise creer,¡¿pues no lo vi?! Pero puede ser ver<strong>da</strong>d. Esto son los viveres, pare usted mientes.Así setentan<strong>do</strong>, sin embargo, creo que me acuer<strong>do</strong>. De vez, Manu se que<strong>da</strong>bapastorean<strong>do</strong> los caminos. Era <strong>do</strong>nde unas briznas querían seguir al viento,pero el suelo no las dejaba. Por ahí, bien calla<strong>do</strong>, en cuclillas, armaba los <strong>do</strong>scigarros. Se fumaba uno, el otro se lo guar<strong>da</strong>ba. ¿Vendría? Yo, como quien noquiere la cosa, observaba esas frases mu<strong>da</strong>s, las parlas de los de antes. Siempre,así, esperan<strong>do</strong> la suerte, aunque por mientras. Se levantaba un polvo sedientode los caminos desiertos. De repente, un trote, clop clop, clop clop, ¿era? De suéque venía de los días de soles pasa<strong>do</strong>s. Pero: vichan<strong>do</strong>, en la vicha<strong>da</strong>, ¿<strong>do</strong>ndehay bosque no hay pajaritos? Pues sí. Pero no, no venía: solo un polvo, un vientosor<strong>do</strong>, en un remolino de aquellos. Manu se santiguaba: ¡Creo en Dios Padre! NoGuimarães, solo en nuestro deseo, en la na<strong>da</strong>. Esas cosas del otro mun<strong>do</strong>, ¿ustedmete fe en que sí? Yo ni sí ni no, a veces me <strong>da</strong> por imaginarlo. Depende. Peroque hay, sí que hay, unas cosas misteriosas. Una desorbita los ojos, no ve na<strong>da</strong>:pero está ahí, bien frontera.Fíjese bien; si lo desea, escriba: Ño Guimarães vino, por primera vez, bienjoven, buscan<strong>do</strong> anotar los dichos de Manu. Sí, pues Ño era <strong>do</strong>ctor novicio deALEILTON FONSECA377

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