13.07.2015 Views

Autobiografía (Parte I) - Cristianía

Autobiografía (Parte I) - Cristianía

Autobiografía (Parte I) - Cristianía

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

En realidad anhelaba contribuir a la conversión de almas errantes, yDios me utilizó para convertir a varias familias antes de mi partida,una de las cuales se componía de once o doce personas. Por otrolado, el Padre LaCombe me había escrito diciéndome que aprovecharaesta oportunidad para poder salir, pero no me dijo si había de unirmea ellos o no. De este modo la Providencia de Dios era la única que loordenaba todo, a la cual me resignaba sin reservas; y esto es lo queimpidió que me uniera a ellos.Un día, al reflexionar humanamente en esta empresa mía, vi quemi fe se tambaleaba, debilitada por un temor de que pudiera ser queestuviera equivocada, un temor ciego que se vio incrementado por lavisita de un párroco, que me dijo que era un plan imprudente y muymal aconsejado. Encontrándome un tanto desanimada, abrí la Biblia,y me vi ante este pasaje de Isaías: «No temas, gusanito de Jacob;vosotros, los poquitos de Israel. Yo soy tu socorro, dice Jehovah, tuRedentor, el Santo de Israel». (Isa.41:14) y cerca de ello: «Porque yo,Jehovah, soy tu Dios que te toma fuertemente de tu mano derecha yte dice: 'No temas; yo te ayudo'».Ya tenía pues el valor suficiente para ir, pero no terminaba deconvencerme de que fuera igual de bueno asentarme con los NuevosCatólicos. No obstante, era necesario ver a la Hermana Garnier, susuperiora en París, con el fin de llegar juntas a un acuerdo. Pero nopodía irme a París, pues ese viaje me hubiera impedido tomar otroque tenía que hacer. Entonces ella, aun muy indispuesta, se decidió avenir y visitarme. ¡De qué forma tan maravillosa, oh mi Dios,encaminaste Tú las cosas a través de tu Providencia, para hacer quetodo se allegara a tu voluntad! Cada día veía nuevos milagros que, obien me sorprendían, o aún más me confirmaban; pues con unabondad paternal cuidaste incluso de las cosas más pequeñas.Cuando estaba ya dispuesta y a punto de partir, cayó enferma. Y Túpermitiste que las cosas salieran así, para poder dar yo cobijo a unapersona que entretanto hizo un viaje para venir a verme, y que si nolo habría descubierto todo. Ocurrió que como esta persona me habíapuesto al tanto del día en que pretendía salir de viaje, viendo yo queese día era excesivamente caluroso y sofocante, pensé que a unapersona a la que cuidaban con tanto esmero en su casa no lepermitirían de ningún modo comenzar su viaje (en realidad este fue elcaso, como después ella misma me dijo), con lo que oré al Señor paraque se complaciera en levantar un aire para moderar el sofocantecalor. No había terminado de orar, cuando repentinamente se levantó159

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!