13.07.2015 Views

Autobiografía (Parte I) - Cristianía

Autobiografía (Parte I) - Cristianía

Autobiografía (Parte I) - Cristianía

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

IVA los ocho meses aproximadamente mi padre me trajo a casa.Mi madre me tenía más con ella, empezando a tener por mí un mayorinterés que antes. Aún prefería a mi hermano, todo el mundo hablabade ello. Incluso cuando estaba enferma y no hubiera nada que yoquisiera, eso mismo él lo quería para sí. Me lo quitaban a mí de lasmanos y se lo daban a él, aunque gozara de una perfecta salud. Undía me hizo subir al techo del carruaje, y luego me tiró abajo. Comoconsecuencia de la caída me magullé muchísimo. Otras veces megolpeaba. Pero hiciera lo que hiciera, aunque fuera incorrecto, se leguiñaba un ojo, o se le atribuía la más favorable interpretación. Estoagrió mi carácter. No tenía una gran tendencia a hacer lo bueno, yempecé a decir que “nunca había sido persona predispuesta a ello”.No era entonces sólo por Ti, oh Dios, que hacía el bien, puesdejé de practicarlo al no encontrar en los otros la respuesta que yoesperaba. Si hubiese sabido hacer buen uso de este tu guiarmortificante, pudiera haber conseguido un buen avance. Lejos dedesviarme del camino, me habría hecho volver a Ti con mayor anhelo.Miraba con ojos recelosos a mi hermano, percatándome de ladiferencia entre él y yo. Cualquier cosa que él hiciera se considerabacorrecta; pero si había culpa, recaía sobre mí. Mis hermanastras porparte de madre ganaban su beneplácito cuidándole a él ypersiguiéndome a mí. Cierto, yo era mala. Reincidía en mis anterioresdefectos de mentira y enojo. Pero a pesar de todas estas faltas, eramuy cariñosa y benéfica con el pobre. Oraba a Dios asiduamente, meencantaba oír a quien fuera hablar acerca de Él, y disfrutaba leyendobuenos libros.No me cabe duda de que se sorprenda ante una serie así deinconsistencias; pero lo que viene a continuación le sorprenderá mástodavía, cuando vea que esta forma de actuar gana terreno a medidaque mi edad avanza. Conforme maduraba mi entendimiento, así delejos estaba de corregirse en este comportamiento irracional. Elpecado creció con mayor fuerza dentro de mí.¡Oh mi Dios, tu gracia parecía redundar por dos al aumento demi ingratitud! Era conmigo como con una ciudad asediada, rodeandoTú mi corazón, y yo sólo estudiando como defenderme de tusataques. Levanté fortines en rededor del desdichado lugar,21

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!