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El Conflicto de los Siglos por Elena de White

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

Se recrudece una guerra espiritual. Embatallados en El Conflicto de los Siglos, desde la eternidad pasada hasta los tiempos actuales, se están luchando dos fuerzas una contra el otra por la soberanía universal. Este libro se explica cómo inició la guerra, cómo llegará el punto culminante y cómo se terminará. Con desarrollos muy chocantes que pican la mente y despiertan las ascuas del alma, también la obra ilumina la visión y da revelación acerca de la manipulación espiritual, la política mundial, los regímenes represivos, los movimientos religiosos, los derechos y las libertades amenazados y la decodificación del misterio de la profecía.

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<strong>El</strong> <strong>Conflicto</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> Sig<strong>los</strong><br />

La propiedad ya no estaría segura. Cada cual se apo<strong>de</strong>raría <strong>por</strong> la fuerza <strong>de</strong> <strong>los</strong> bienes <strong>de</strong> su vecino, y el<br />

más fuerte se haría el más rico. Ni siquiera se respetaría la vida. La institución <strong>de</strong>l matrimonio <strong>de</strong>jaría<br />

<strong>de</strong> ser baluarte sagrado para la protección <strong>de</strong> la familia. <strong>El</strong> que pudiera, si así lo <strong>de</strong>sease, tomaría la mujer<br />

<strong>de</strong> su vecino. <strong>El</strong> quinto mandamiento sería puesto a un lado junto con el cuarto. Los hijos no vacilarían<br />

en atentar contra la vida <strong>de</strong> sus padres, si al hacerlo pudiesen satisfacer <strong>los</strong> <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> sus corazones<br />

corrompidos. <strong>El</strong> mundo civilizado se convertiría en una horda <strong>de</strong> ladrones y asesinos, y la paz, la<br />

tranquilidad y la dicha <strong>de</strong>saparecerían <strong>de</strong> la tierra.<br />

La doctrina <strong>de</strong> que <strong>los</strong> hombres no están obligados a obe<strong>de</strong>cer <strong>los</strong> mandamientos <strong>de</strong> Dios ha<br />

<strong>de</strong>bilitado ya el sentimiento <strong>de</strong> la responsabilidad moral y ha abierto anchas las compuertas para que la<br />

iniquidad aniegue el mundo. La licencia, la disipación y la corrupción nos inva<strong>de</strong>n como ola abrumadora.<br />

Satanás está trabajando en el seno <strong>de</strong> las familias. Su ban<strong>de</strong>ra flota hasta en <strong>los</strong> hogares <strong>de</strong> <strong>los</strong> que<br />

profesan ser cristianos. En el<strong>los</strong> se ven la envidia, las sospechas, la hipocresía, la frialdad, la rivalidad,<br />

las disputas, las traiciones y el <strong>de</strong>senfreno <strong>de</strong> <strong>los</strong> apetitos. Todo el sistema <strong>de</strong> doctrinas y principios<br />

religiosos que <strong>de</strong>berían formar el fundamento y marco <strong>de</strong> la vida social, parece una mole tambaleante a<br />

punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>smoronarse en ruinas. Los más viles criminales, echados en la cárcel <strong>por</strong> sus <strong>de</strong>litos, son a<br />

menudo objeto <strong>de</strong> atenciones y obsequios como si hubiesen llegado a un envidiable grado <strong>de</strong> distinción.<br />

Se da gran publicidad a las particularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su carácter y a sus crímenes.<br />

La prensa publica <strong>los</strong> <strong>de</strong>talles escanda<strong>los</strong>os <strong>de</strong>l vicio, iniciando así a otros en la práctica <strong>de</strong>l frau<strong>de</strong>,<br />

<strong>de</strong>l robo y <strong>de</strong>l asesinato, y Satanás se regocija <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong> sus infernales <strong>de</strong>signios. La infatuación <strong>de</strong>l<br />

vicio, la criminalidad, el terrible incremento <strong>de</strong> la intemperancia y <strong>de</strong> la iniquidad, en toda forma y grado,<br />

<strong>de</strong>berían llamar la atención <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> que temen a Dios para que vieran lo que podría hacerse para<br />

contener el <strong>de</strong>sbor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l mal. Los tribunales están corrompidos. Los magistrados se <strong>de</strong>jan llevar <strong>por</strong> el<br />

<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> las ganancias y el afán <strong>de</strong> <strong>los</strong> placeres sensuales. La intemperancia ha obcecado las faculta<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> muchos, <strong>de</strong> suerte que Satanás <strong>los</strong> dirige casi a su gusto. Los juristas se <strong>de</strong>jan pervertir, sobornar y<br />

engañar. La embriaguez y las orgías, la pasión, la envidia, la mala fe bajo todas sus formas se encuentran<br />

entre <strong>los</strong> que administran las leyes. "La justicia se mantiene a lo lejos, <strong>por</strong> cuanto la verdad está caída en<br />

la calle, y la rectitud no pue<strong>de</strong> entrar." (Isaías 59: 14, V.M.)<br />

La iniquidad y las tinieblas espirituales que prevalecieron bajo la supremacía papal fueron<br />

resultado inevitable <strong>de</strong> la supresión <strong>de</strong> las Sagradas Escrituras. ¿Pero dón<strong>de</strong> está la causa <strong>de</strong> la<br />

incredulidad general, <strong>de</strong>l rechazamiento <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> la corrupción consiguiente bajo el pleno<br />

resplandor <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong>l Evangelio en esta época <strong>de</strong> libertad religiosa? Ahora que Satanás no pue<strong>de</strong><br />

gobernar al mundo negándole las Escrituras, recurre a otros medios para alcanzar el mismo objeto.<br />

Destruir la fe en la Biblia respon<strong>de</strong> tan bien a sus <strong>de</strong>signios como <strong>de</strong>struir la Biblia misma. Insinuando<br />

la creencia <strong>de</strong> que la ley <strong>de</strong> Dios no es obligatoria, empuja a <strong>los</strong> hombres a transgredirla tan seguramente<br />

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