Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Desde <strong>el</strong> momento en que <strong>el</strong> tamaño mismo está aumentando, la proporción d<strong>el</strong><br />
incremento aumenta proporcionalmente. Si se permitiera que este tipo de crecimiento<br />
continuase libremente, la población alcanzaría proporciones astronómicas en un plazo<br />
sorprendentemente corto.<br />
De paso aprovecharemos para mencionar <strong>el</strong> hecho de que un <strong>el</strong>emento aún no<br />
apreciado por la <strong>gen</strong>te que se preocupa por los problemas demográficos es que <strong>el</strong><br />
crecimiento de una población depende de cuándo la <strong>gen</strong>te tenga a sus hijos, tanto como<br />
de cuántos pueda tener. Desde <strong>el</strong> momento en que las poblaciones tienden a aumentar en<br />
una determinada proporción por <strong>gen</strong>eración, se deduce que si se espacian más las<br />
<strong>gen</strong>eraciones, la población aumentará a un ritmo más lento por año. Las pancartas que<br />
rezan «Detente a los dos» bien podrían ser reemplazadas por otras que recomendasen<br />
«Comienza a los treinta». En todo caso, un crecimiento demográfico ac<strong>el</strong>erado plantea<br />
serios problemas.<br />
Probablemente todos conocemos ejemplos de los cálculos sorprendentes que han<br />
sido utilizados para que la <strong>gen</strong>te tome conciencia de este problema. Citemos uno: la<br />
población actual de América Latina es, aproximadamente, de 300 millones de personas y<br />
en <strong>el</strong> presente ya muchas de <strong>el</strong>las se encuentran subalimentadas. Pero si la población<br />
continuara aumentando en la proporción actual, se tardaría menos de 500 años para<br />
alcanzar <strong>el</strong> punto en que la <strong>gen</strong>te, apiñada de pie, formaría una sólida alfombra humana<br />
sobre <strong>el</strong> área total d<strong>el</strong> continente. Esto es un hecho, aun suponiendo que estuvieran muy<br />
d<strong>el</strong>gados —hipótesis bastante real—. En un plazo de 1.000 años estarían de pie unos<br />
sobre los hombros de otros con una profundidad de un millón. En 2.000 años, la montaña<br />
de <strong>gen</strong>te, remontándose a la v<strong>el</strong>ocidad de la luz, habría alcanzado <strong>el</strong> límite d<strong>el</strong> universo<br />
conocido.<br />
No habrá escapado al lector que estos cálculos son hipotéticos. No sucedería así por<br />
algunas razones prácticas. Los nombres asignados a dichas razones son, hambre, plagas,<br />
guerra, etc.; o, si somos afortunados, control natal. No sirve ap<strong>el</strong>ar a los avances logrados<br />
en la ciencia de la agricultura: «la revolución verde» y similares. El incremento de la<br />
producción alimenticia puede aliviar, temporalmente, <strong>el</strong> problema, pero es un hecho<br />
matemáticamente cierto que no puede ser una solución a largo plazo; en realidad, al igual<br />
que los avances médicos que han contribuido a precipitar la crisis, probablemente<br />
empeore <strong>el</strong> problema, al ac<strong>el</strong>erar <strong>el</strong> índice de expansión demográfica. Constituye una<br />
verdad lógicamente simple que, al carecer de emigración masiva al espacio, con cohetes<br />
que partan a razón de varios millones por segundo, <strong>el</strong> índice de natalidad incontrolada<br />
tiene que conducir a un índice de mortalidad horriblemente alto. Es difícil de concebir<br />
que esta verdad tan simple no sea comprendida por aqu<strong>el</strong>los diri<strong>gen</strong>tes que prohíben a sus<br />
seguidores utilizar efectivos métodos anticonceptivos. Expresan su preferencia por<br />
métodos «naturales» de limitación demográfica, y un método natural es exactamente lo<br />
que van a obtener. Se llama muerte por inanición.<br />
La inquietud que tales cálculos a largo plazo provocan se basa en la preocupación<br />
por <strong>el</strong> bienestar futuro de nuestra especie considerada en su conjunto. Los humanos<br />
(algunos de <strong>el</strong>los) tienen la consciente prudencia de prever las consecuencias desastrosas<br />
de un exceso de población. La hipótesis básica d<strong>el</strong> presente libro plantea que las<br />
129