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Veamos lo que sucede cuando los <strong>gen</strong>es d<strong>el</strong> parásito y los d<strong>el</strong> huésped comparten<br />
una salida común. Unos escarabajos xilófagos, que taladran la madera, (pertenecientes a<br />
la especie Xyleborus ferrugineus) son parasitados por bacterias que no sólo viven en <strong>el</strong><br />
cuerpo d<strong>el</strong> huésped, sino que utilizan sus huevos como medio de transporte para acceder<br />
a un nuevo huésped. Por consiguiente, los <strong>gen</strong>es de tales parásitos resultan beneficiados<br />
casi exactamente por las mismas circunstancias futuras que los d<strong>el</strong> huésped. Puede<br />
esperarse que ambas series de <strong>gen</strong>es «vayan juntas» por las mismas razones que todos los<br />
<strong>gen</strong>es de un individuo se transmiten normalmente juntos. Es irr<strong>el</strong>evante que algunos sean<br />
«<strong>gen</strong>es de escarabajo» y otros «<strong>gen</strong>es de bacterias». Ambos están «interesados» en la<br />
supervivencia d<strong>el</strong> coleóptero y en la propagación de sus huevos, pues ambos «ven» en<br />
dichos huevos su pasaporte hacia <strong>el</strong> futuro. Por lo tanto, los <strong>gen</strong>es bacterianos comparten<br />
un destino común con los d<strong>el</strong> huésped y, según mi interpretación, cabría esperar que las<br />
bacterias cooperaran con sus escarabajos en todos los aspectos de la vida.<br />
Esa «cooperación» es pacífica y <strong>el</strong> servicio que prestan a los escarabajos no podría<br />
ser más íntimo. Estos coleópteros son haplodiploides, lo mismo que las abejas y las<br />
hormigas (véase <strong>el</strong> capítulo X). Si un óvulo es fertilizado por un macho, siempre se<br />
desarrolla dando una hembra. Un óvulo sin fertilizar se convierte en macho. En otras<br />
palabras, los machos no tienen padre. Los óvulos que los producen se desarrollan de<br />
modo espontáneo sin que haya penetrado un espermatozoide. Pero, a diferencia de los<br />
óvulos de las abejas y las hormigas, los de este escarabajo necesitan ser penetrados por<br />
algo. Ahí es donde aparecen las bacterias. Activan los huevos sin fertilizar, provocando<br />
su desarrollo para dar lugar a escarabajos machos. Estas bacterias son, por supuesto, ese<br />
tipo de parásitos que, como antes indicaba, dejarían de serlo para convertirse en<br />
mutualistas, precisamente porque se transmiten con los huevos d<strong>el</strong> huésped, junto con los<br />
<strong>gen</strong>es «propios» de éste. En última instancia, su «propio» cuerpo probablemente<br />
desaparecerá, fusionándose por completo con <strong>el</strong> d<strong>el</strong> «huésped».<br />
Hay una escala muy rev<strong>el</strong>adora que encontramos todavía hoy entre diversas<br />
especies de hidras, pequeños animales sedentarios, provistos de tentáculos, parecidos a<br />
las anémonas de mar. Sus tejidos tienden a ser parasitados por algas. En las especies<br />
Hydra vulgaris e Hydra attenuata las algas constituyen auténticos parásitos que les<br />
provocan enfermedades. Por <strong>el</strong> contrario, en Chlorohydra viridissima, las algas nunca<br />
faltan en los tejidos de las hidras y son una contribución útil a su bienestar,<br />
proporcionándoles oxí<strong>gen</strong>o. Ahora viene lo interesante. Como no podía por menos que<br />
esperarse, en Chlorohydra las algas se transmiten a la siguiente <strong>gen</strong>eración por medio de<br />
los huevos de la hidra. En las otras dos especies no. Los intereses de los <strong>gen</strong>es d<strong>el</strong> alga y<br />
los de Chlorohydra coinciden. Ambos están interesados en hacer cuanto esté en su mano<br />
para aumentar la producción de huevos de la hidra. Pero los <strong>gen</strong>es de las otras dos<br />
especies de hidra no están «de acuerdo» con los de sus algas. Aunque no en la misma<br />
medida. Ambas series de <strong>gen</strong>es pueden tener interés en que sobrevivan los cuerpos de sus<br />
respectivas hidras, pero sólo los <strong>gen</strong>es de la hidra se preocupan por la reproducción de la<br />
hidra. Así pues, algunas algas actúan como parásitos debilitantes en lugar de evolucionar<br />
hacia una cooperación benigna. La clave, repitámoslo, está en que un parásito cuyos<br />
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