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<strong>el</strong>egir fuera de las dos. Este tipo de cosas se producen en las fábricas químicas. La vía<br />
<strong>el</strong>egida puede ser un accidente histórico o una cuestión más o menos <strong>el</strong>aborada,<br />
planificada por un químico. En la química de la naturaleza, la <strong>el</strong>ección no será nunca,<br />
como es evidente, d<strong>el</strong>iberada. En lugar de <strong>el</strong>lo, se producirá por s<strong>el</strong>ección natural. Pero,<br />
¿cómo puede ver la s<strong>el</strong>ección natural que ambas vías no están mezcladas y que emer<strong>gen</strong><br />
grupos cooperantes de <strong>gen</strong>es compatibles? Casi de igual modo como sugerí con mi<br />
analogía de los remeros alemanes e ingleses (capítulo V). Lo importante es que un <strong>gen</strong><br />
para una etapa en la vía 1 prosperará en presencia de <strong>gen</strong>es para otras etapas de la vía 1,<br />
pero no en presencia de <strong>gen</strong>es de la vía 2. Si la población ya está dominada por <strong>gen</strong>es<br />
para la vía 1, la s<strong>el</strong>ección favorecerá otros <strong>gen</strong>es para la vía 1 y penalizará los <strong>gen</strong>es para<br />
la vía 2. Y viceversa. Por tentador que sea, resulta positivamente erróneo hablar de que<br />
los <strong>gen</strong>es para seis enzimas de la vía 2 son s<strong>el</strong>eccionados «como un grupo». Cada uno es<br />
s<strong>el</strong>eccionado como un <strong>gen</strong> egoísta separado, pero sólo prospera en presencia d<strong>el</strong><br />
apropiado conjunto de otros <strong>gen</strong>es.<br />
Actualmente, la cooperación entre <strong>gen</strong>es se realiza en <strong>el</strong> interior de las células. Debe<br />
haber comenzado como una cooperación rudimentaria entre moléculas autorreplicadoras<br />
en <strong>el</strong> caldo primordial (o cualquier medio primi<strong>gen</strong>io que hubiera). Quizás las paredes<br />
c<strong>el</strong>ulares surgieron como un dispositivo para mantener juntos productos químicos útiles y<br />
evitar su dispersión. Muchas de las reacciones químicas en la célula continúan en<br />
realidad en la fábrica de membranas; una membrana actúa como una cinta transportadora<br />
combinada con una rejilla portatubos de ensayos. Pero la cooperación entre <strong>gen</strong>es no se<br />
limita a la bioquímica c<strong>el</strong>ular. Las células se unieron (o dejaron de separarse después de<br />
la división c<strong>el</strong>ular) para formar cuerpos pluric<strong>el</strong>ulares.<br />
Esto nos lleva a la segunda de mis tres cuestiones. ¿Por qué se unieron las células,<br />
por qué los pesados robots? He aquí otra cuestión sobre cooperación. Pero <strong>el</strong> dominio se<br />
ha desplazado desde <strong>el</strong> mundo de las moléculas a una escala mucho mayor. Los cuerpos<br />
pluric<strong>el</strong>ulares son demasiado grandes para <strong>el</strong> microscopio. Pueden convertirse incluso en<br />
<strong>el</strong>efantes o ballenas. Ser grande no es necesariamente bueno: la mayoría de los<br />
organismos son bacterias y muy pocos son <strong>el</strong>efantes. Pero cuando se han completado las<br />
vías de hacer vida que están abiertas a los pequeños organismos, aún quedan prósperos<br />
seres vivos para construir organismos mayores. Los organismos grandes, por ejemplo,<br />
pueden devorar a los más pequeños y evitar ser devorados por <strong>el</strong>los.<br />
La ventaja de estar en un club de células no se limita al tamaño. Cada una de <strong>el</strong>las<br />
puede especializarse, volviéndose más eficiente y llevando a cabo una tarea particular.<br />
Las células especialistas sirven a otras células d<strong>el</strong> club y <strong>el</strong>las mismas se benefician de la<br />
eficiencia de otras especialistas. Si hay muchas, algunas pueden especializarse como<br />
sensores para detectar la presa; otras como nervios para transmitir <strong>el</strong> mensaje; otras como<br />
urticantes para paralizar a su víctima; las musculares para mover los tentáculos que la<br />
capturan; las secretoras para disolverla y otras más para absorber los jugos resultantes.<br />
No debemos olvidar que, al menos en cuerpos modernos, como <strong>el</strong> nuestro, las células son<br />
un clon. Todas contienen los mismos <strong>gen</strong>es, aunque distintos <strong>gen</strong>es determinen la<br />
transformación en los distintos especialistas. Los <strong>gen</strong>es de cada tipo c<strong>el</strong>ular benefician<br />
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