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(Richard Dawkins) el gen egoista

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higiénico es bastante complicado. Las obreras deben localizar la c<strong>el</strong>dilla de cada una de<br />

las larvas infectadas, remover la capa de cera que recubre la c<strong>el</strong>dilla, extraer la larva,<br />

arrastrarla a través de la puerta de la colmena y arrojarla al descargadero de los<br />

desperdicios.<br />

Hacer experimentos <strong>gen</strong>éticos con las abejas es un asunto bastante complicado por<br />

diversas razones. Las obreras no se reproducen ordinariamente, de tal manera que es<br />

necesario cruzar una abeja reina de una raza con un zángano (macho) de otra raza y luego<br />

observar <strong>el</strong> comportamiento de las hijas obreras. Esto es lo que hizo W. C. Rothenbuhler.<br />

Descubrió que todas las colmenas de la primera <strong>gen</strong>eración de hijas híbridas eran no<br />

higiénicas: <strong>el</strong> comportamiento d<strong>el</strong> padre perteneciente a la raza higiénica parecía haberse<br />

perdido, aun cuando resultó que los <strong>gen</strong>es higiénicos se encontraban todavía allí, pero<br />

eran recesivos, al igual que los <strong>gen</strong>es para los ojos azules. Cuando Rothenbuhler «volvió<br />

a cruzar» a los híbridos de la primera <strong>gen</strong>eración con una raza higiénica pura<br />

(nuevamente empleando, por supuesto, a abejas reinas y zánganos), obtuvo un resultado<br />

muy hermoso. Las hijas abejas de la colmena se dividieron en tres grupos. Uno de <strong>el</strong>los<br />

demostró un comportamiento higiénico perfecto, un segundo grupo demostró carecer<br />

totalmente de dicho comportamiento y <strong>el</strong> tercero demostró un comportamiento<br />

intermedio. Este último grupo perforó las c<strong>el</strong>dillas de cera de las larvas enfermas pero no<br />

continuó con <strong>el</strong> proceso de arrojar la larva. Rothenbuhler conjeturó que podía haber dos<br />

<strong>gen</strong>es separados, uno para destapar la c<strong>el</strong>dilla y otro <strong>gen</strong> para arrojar la larva fuera de la<br />

colmena. Las razas higiénicas normales poseen ambos <strong>gen</strong>es y, en cambio, las razas<br />

susceptibles de contraer la enfermedad poseen sus al<strong>el</strong>os —rivales—. Los híbridos que<br />

sólo llegaron hasta la mitad d<strong>el</strong> camino poseían, presumiblemente, <strong>el</strong> <strong>gen</strong> para romper la<br />

c<strong>el</strong>dilla (en dosis doble) pero no aqu<strong>el</strong>los <strong>gen</strong>es para arrojar fuera a la larva.<br />

Rothenbuhler dedujo que su grupo experimental de abejas aparentemente en su totalidad<br />

no higiénicas, podían ocultar un subgrupo que poseía <strong>el</strong> <strong>gen</strong> para expulsar a la larva<br />

enferma, pero incapaz de demostrarlo porque carecían de los <strong>gen</strong>es para romper las<br />

c<strong>el</strong>dillas. Confirmó esta suposición de la manera más <strong>el</strong>egante al abrir él mismo las<br />

c<strong>el</strong>dillas. Ciertamente, la mitad de las abejas aparentemente no higiénicas mostraron,<br />

desde ese momento, un comportamiento perfectamente normal en cuanto a arrojar las<br />

larvas fuera de la colmena. 19<br />

Esta historia ilustra una serie de puntos importantes que surgieron en <strong>el</strong> capítulo<br />

anterior. Demuestra que es perfectamente adecuado hablar de «un <strong>gen</strong> para un<br />

comportamiento determinado» aun si no tenemos la menor idea de la cadena química de<br />

causas embrionarias que r<strong>el</strong>acionen <strong>el</strong> <strong>gen</strong> con <strong>el</strong> comportamiento. Puede resultar,<br />

19 Si <strong>el</strong> libro original hubiese tenido notas a pie de página, habría dedicado una de<br />

<strong>el</strong>las a explicar —como hizo escrupulosamente <strong>el</strong> propio Rothenbuhler— que los resultados<br />

de la abeja no fueron tan limpios y ordenados. De las muchas colonias que, según la teoría,<br />

no debieron haber mostrado conducta higiénica, una la mostró sin embargo. En palabras d<strong>el</strong><br />

propio Rothenbuhler, «no podemos pasar por alto este resultado, aunque nos gustaría<br />

mucho hacerlo, pero estamos basando la hipótesis <strong>gen</strong>ética en otros datos.» Una mutación<br />

anómala en la colonia es una posible explicación, aunque no es muy probable.<br />

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