APORTES PARA LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA
Aportes para la Enseñanza de Lectura apunta a entregar elementos al docente para que forme a las personas de este siglo, donde el acceso a los textos, masificado por el uso de internet, ha generado lectores más críticos y con mayor avidez por la información. De este modo, entrega insumos de trabajo dirigidos a hacer que los propios estudiantes tomen el comando de su enseñanza y no sean meros depositarios de lecciones. Con este documento, los resultados del TERCE se aterrizan en un nivel conceptual y práctico enfocado a los docentes, relevando el valor de una evaluación masiva no solo para la investigación y la elaboración de políticas sectoriales en educación, sino para el trabajo diario en el salón de clases. Contamos con que los Aportes para la Enseñanza cumplan a cabalidad este objetivo y, con ello, a los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Aportes para la Enseñanza de Lectura apunta a entregar elementos al docente para que forme a las personas de este siglo, donde el acceso a los textos, masificado por el uso de internet, ha generado lectores más críticos y con mayor avidez por la información. De este modo, entrega insumos de trabajo dirigidos a hacer que los propios estudiantes tomen el comando de su enseñanza y no sean meros depositarios de lecciones.
Con este documento, los resultados del TERCE se aterrizan en un nivel conceptual y práctico enfocado a los docentes, relevando el valor de una evaluación masiva no solo para la investigación y la elaboración de políticas sectoriales en educación, sino para el trabajo diario en el salón de clases. Contamos con que los Aportes para la Enseñanza cumplan a cabalidad este objetivo y, con ello, a los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
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nos hemos planteado sobre el texto, etc.” (Cassany,
Luna y Sanz, 2008, p.214). Solicitar a un
estudiante que lea un texto sin tender puente
alguno con sus experiencias o conocimientos
previos, dificultará su comprensión, pues de
entrada el texto no significará nada para él,
ya que desconociendo el tema y la estructura,
intelectualmente no sabrá a qué “echar mano
para comprenderlo” ni presentará motivación
por leerlo. Por esta razón, se expone la importancia
de que el docente logre activar los
conocimientos y experiencias previas de sus estudiantes;
establecer los propósitos de la lectura;
preguntar a sus estudiantes sobre lo que saben
o les gustaría saber acerca del texto que leerán
y guiarlos en el conocimiento de la estructura
del texto para aplicar ese conocimiento en pro
de la comprensión durante la lectura.
Condemarín y Medina (2004) explican que
actualmente hay consenso entre psicólogos cognitivos
y educadores de que “solo se aprende
cuando se integra una nueva información dentro
de un esquema o estructura cognitiva ya existente”
(p.81) y que los estudios confirman que la
activación de los conocimientos previos inciden
en la construcción del significado de los textos.
Las autoras recomiendan a los docentes tener
en cuenta las condiciones de conocimientos
en que sus estudiantes abordarán la lectura, y
afirman que es necesaria una intervención flexible
a las distintas necesidades de ellos en relación
con la cantidad y calidad de sus conocimientos.
Para esto, presentan el siguiente cuadro sobre
el tipo de intervención que se sugieren frente
a los conocimientos del lector:
TIPOS DE INTERVENCIÓN FRENTE A LOS CONOCIMIENTOS DEL LECTOR
(adaptado de Giasson, 1990)
SITUACIÓN
Los alumnos poseen conocimientos
apropiados para comprender el texto, pero no
los utilizan durante la lectura.
Los alumnos poseen un buen bagaje
de conocimientos, pero no tienen los
conocimientos específicos requeridos para
comprender un texto preciso.
Los alumnos poseen conocimientos erróneos
que interfieren en la comprensión de un texto.
INTERVENCIÓN
Activar los conocimientos de los alumnos e
ilustrar cómo estos conocimientos ayudan a
comprender mejor el texto.
Escoger los textos en función de los
conocimientos de los alumnos, asegurando
que exista una superposición suficiente entre
los conceptos nuevos y los ya conocidos. Para
que un lector comprenda un texto y sea capaz
de aprender todo su contenido, es necesario
que conozca previamente el 80% de los
conceptos incluidos en él.
Completar la lectura del texto a través de
estrategias que los lleven a comparar sus
conocimientos previos con las informaciones
contenidas en el texto.
Los alumnos poseen pocos conocimientos
generales.
Ampliar su abanico de conocimientos, tanto en
la escuela como en el hogar.
Fuente: Condemarín, M.; Medina, A. (2004). Taller de Lenguaje II. Santiago, Chile: Santillana, p. 82.
Para lograr el objetivo de activar los conocimientos
previos se pueden usar actividades como
la “Interrogación del texto”, la “Guía de anticipa-
ción”, La “Constelación de palabras”. A continuación,
se describen estas actividades específicas como
sugerencias para trabajar con los alumnos 7 :
7
Todas las actividades antes descritas fueron rescatadas del libro Taller de lenguaje II de Mabel
Condemarín y Alejandra Medina, y de experiencias de aula.
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