La sociedad del espectáculo
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Capítulo 4: El proletariado como sujeto y como representación<br />
de una historia total tanto como la imagen inmóvil de la totalidad<br />
presente en la crítica utopista (al más alto grado, en el caso<br />
de Fourier). De semejante actitud científica, que no podía menos<br />
que relanzar en simetría las elecciones éticas, proceden las frivolidades<br />
de Hilferding cuando precisa que reconocer la necesidad <strong>del</strong><br />
socialismo no aporta “ninguna indicación sobre la actitud práctica<br />
a adoptar. Pues una cosa es reconocer una necesidad y otra ponerse<br />
al servicio de esta necesidad” (Capital financiero). Los que han<br />
ignorado que el pensamiento unitario de la historia, para Marx y<br />
para el proletariado revolucionario no se distinguía en nada de una<br />
actitud práctica a adoptar debían ser normalmente víctimas de la<br />
práctica que simultáneamente habían adoptado.<br />
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<strong>La</strong> ideología de la organización socialdemócrata se ponía en<br />
manos de los profesores que educaban a la clase obrera, y la forma<br />
de organización adoptada era la forma adecuada a este aprendizaje<br />
pasivo. <strong>La</strong> participación de los socialistas de la II Internacional en<br />
las luchas políticas y económicas era efectivamente concreta, pero<br />
profundamente no-crítica. Estaba dirigida, en nombre de la ilusión<br />
revolucionaria, según una práctica manifiestamente reformista.<br />
Así la ideología revolucionaria debía ser destruida por el éxito<br />
mismo de quienes la sostenían. <strong>La</strong> separación de los diputados y<br />
los periodistas en el movimiento arrastraba hacia el modo de vida<br />
burgués a los que ya habían sido reclutados de entre los intelectuales<br />
burgueses. <strong>La</strong> burocracia sindical se constituía en agentes<br />
comerciales de la fuerza de trabajo, para venderla como mercancía<br />
a su justo precio, a aquellos mismos que eran reclutados a partir de<br />
las luchas de los obreros industriales y escogidos entre ellos. Para<br />
que la actividad de todos ellos conservara algo de revolucionaria<br />
hubiera hecho falta que el capitalismo se encontrara oportunamente<br />
incapaz de soportar económicamente este reformismo cuya<br />
agitación legalista toleraba políticamente. Su ciencia garantizaba<br />
tal incompatibilidad; y la historia la desmentía en todo momento.<br />
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