Formar Leitores para Ler o Mundo - Leitura Gulbenkian - Fundação ...

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especialmente diseñadas para exponer libros, de modo que estos se
muestren cercanos y accesibles.
Los libros están organizados por bloques temáticos, representados con iconos
fácilmente reconocibles, visibles en una pegatina que va adherida a los
libros y en los carteles colgados del techo que indican los espacios dedicados
a cada tipo de material: Libros para leer en compañía, Libros con música,
con sorpresa, sobre el mundo que nos rodea y Libros para leer solitos.
El fondo seleccionado para trabajar con los niños de estas edades es
amplio y variado en cuanto a la temática y lo componen: álbumes ilustrados,
libros informativos, libros con rimas-canciones-repeticiones, imaginarios,
cuentos populares y tradicionales –, cuentos con sorpresa, vídeos,
música, cederrones y una selección de páginas web.
La sala tiene varias zonas con rincones de lectura: un teatrillo de marionetas
donde se puede jugar a crear historias; una chimenea, el lugar elegido
para compartir las historias; un pequeño parque con una enorme
seta; una nube cubierta con moqueta que invita a tumbarse para disfrutar
de los libros de imágenes y otro rincón con un puesto de ordenador y
una pequeña estantería donde están los títulos en soporte audiovisual
con los que se trabaja en el programa. A la entrada, en el vestíbulo, están
los armarios para colgar los abrigos y tablones de anuncios en los que se
exponen información y materiales destinados a los padres: folletos, guías
de lectura u otras publicaciones.
El equipo humano asignado al área de prelectura, lo constituyen profesionales
que conocen las características esenciales de los niños de estas
edades, la oferta editorial existente y los criterios básicos para seleccionar
los materiales más adecuados a los objetivos que se trabajan.
El papel fundamental lo asume la bibliotecaria que conduce las sesiones
en la sala y, es obvio que, además de ser una persona creativa, altamente
motivada, tiene también una gran capacidad de improvisación y cuenta
con habilidades de relación y de comunicación, tanto para facilitar el desarrollo
de las dinámicas con los niños, como para conseguir la implicación
de los adultos acompañantes.
La dinámica de trabajo que se utiliza en las distintas sesiones está marcada
por estrategias de juego, que aportan un tono lúdico y divertido a las
actividades y propuestas que favorecen la participación activa de todos
los usuarios (esta característica en el programa Ronda de Libros se extiende
al adulto acompañante como protagonista esencial de determinadas
actividades).
La capacidad de atención de los niños de esta edad exige disponer de un
amplio catálogo de actividades construidas con planteamientos sencillos y
que tengan corta duración. Es conveniente, también, utilizar materiales
atractivos (tarjetas ilustradas, cuento gigante, marionetas, etc…) que motivan
al niño y contribuyen a mantener su atención e interés.
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Y por supuesto, en todas las sesiones se cuentan cuentos a los niños de
ambas edades (0-3 y 3-6 años) con distintas estrategias y materiales
(marionetas, narración oral, narración con objetos, proyección de
imágenes…)
RONDA DE LIBROS
Hace ya 12 años, en 1997, se puso en marcha el programa Ronda de
Libros. Los usuarios de este programa son los bebés de 9 meses a 3 años y
sus padres y adultos acompañantes.
El programa focaliza sus objetivos y dinámicas en el valor de la relación
adultos/niños a través de los libros. No es un programa de animación a la
lectura precoz, ni tampoco una escuela de padres y aunque se ofrecen
pautas para la selección de historias o estrategias para contar cuentos, el
objetivo esencial no es establecer modelos de actuación en torno al libro...
Es una invitación a los adultos para que contemplen lo que sucede
cuando se pone un libro en manos de un bebé y participen en las
acciones que se pueden desarrollar en torno a este encuentro.
Intentamos que los niños, acompañados de sus padres puedan ver y escuchar
otras voces, otras sensaciones… Y, sobre todo, sean los padres los
auténticos mediadores en ese proceso. El diseño del programa potencia y
favorece la implicación del adulto en las dinámicas de cada sesión. Como
resultado, su actitud pasa de ser meramente receptiva a participativa. No
traen a sus hijos a la biblioteca simplemente para que pasen un buen rato
y que la bibliotecaria actúe para ellos, sino que son ellos mismos los que
se involucran en muchas partes de la sesión y se convierten en verdaderos
conductores de la misma.
El niño tiene la oportunidad de escuchar, en pequeños grupos o de
manera individual, cuentos que les narran las bibliotecarias o sus padres,
compartir los cuentos con otros niños, jugar en el rincón de las
marionetas, participar en actividades de juego con canciones, rimas y
mímica en las que es imprescindible la participación del adulto; y en el
cuento colectivo.
Los padres aprenden otra forma de relacionarse con los libros, observan
la evolución que van teniendo sus hijos a lo largo de los meses y valoran
positivamente cómo se incrementa su capacidad para desenvolverse en
un espacio diferente, para relacionarse con otros niños, para contar historias
a su manera y como van manifestando progresivamente sus preferencias
y exigencias.
Encuentran en la actividad y en la biblioteca una variedad de recursos y
de fuentes de información que les sirven de orientación en su papel de
mediadores. A ello contribuye, por ejemplo, el fichero de «Ronda de
Libros» que se compone de, aproximadamente, 30 fichas en las que se
abordan distintos temas: cómo contar un cuento, cómo elegir buenas his-