30 Guía Mó d u lo 4. co n v i vE n c i a E s co l a r y fo r M ac i ó n dE va lo r E s La convivencia <strong>escolar</strong> como factor <strong>de</strong> calidad, Documento elaborado en Santiago <strong>de</strong> Compostela, Para el XII Encuentro <strong>de</strong> los Consejos Escolares <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s autónomas, 2001. Educar para la convivencia, Documento presentado por la Junta <strong>de</strong> Andalucía. Rus, Juan, <strong>Convivencia</strong> <strong>escolar</strong> y política educacional, Chile, PIIE, 2003. Modalidad Subida avanzada <strong>de</strong> archivo. Recuer<strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> enviarlo dos veces como máximo. Si es que requiere revisión y comentarios, envíelo al menos una semana antes <strong>de</strong> la fecha límite. Rasgos para su evaluación Se tomará en cuenta la coherencia <strong>de</strong>l documento, que contenga tanto elementos que se incluyen en los textos <strong>de</strong> la bibliografía consultada como su juicio crítico y postura personal.
co n t E n i d o s y actividadEs dEl Mó d u lo 2. El ambiente <strong>escolar</strong> <strong>de</strong>mocrático 2.1 La participación <strong>escolar</strong>. Una <strong>de</strong> las funciones básicas <strong>de</strong> la escuela es preparar a los alumnos para pensar críticamente y para actuar <strong>de</strong>mocráticamente en una sociedad no <strong>de</strong>mocrática. Para lograrlo, es preciso fortalecer las experiencias que contribuyen al aprendizaje <strong>de</strong> la participación. Silvia Con<strong>de</strong> La escuela es un territorio ocupado siempre y temporalmente por seres humanos que a fuerza <strong>de</strong> estar juntos, conviven a pesar <strong>de</strong> sus diferencias en edad, sexo, status, roles, cultura, usos, costumbres, idiosincrasia y niveles socio–económicos. Este encuentro intercultural, diverso y generacional <strong>de</strong> sujetos sociales, produce el fenómeno <strong>de</strong> la convivencia <strong>escolar</strong>, configurada por una compleja red <strong>de</strong> interacciones humanas, que a su vez están <strong>de</strong>terminadas por un contexto social histórico concreto. La convivencia <strong>escolar</strong> en esta perspectiva, compleja y diversa, <strong>de</strong>finida como interrelación humana, provoca <strong>de</strong>terminados ambientes <strong>escolar</strong>es, entendidos también como climas o ethos, que <strong>de</strong>finen la vida cotidiana interior <strong>de</strong> las instituciones educativas. El convivir en la escuela, entonces, suce<strong>de</strong> en un ambiente <strong>escolar</strong> <strong>de</strong>terminado por procesos instituidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la gestión administrativa, pedagógica, organizacional y política, así como por aquellos que se tejen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la micropolítica <strong>escolar</strong>. Si pudiéramos observar lo que suce<strong>de</strong>, el mismo día, a la misma hora y durante una misma jornada a dos escuelas secundarias, la primera ubicada en Tijuana, B.C. y la segunda en Xalapa, Veracruz, obtendríamos, quizás, una fotografía etnográfica, aparentemente idéntica: estudiantes llegando a la escuela, recibidos en la puerta por la mirada fiscalizadora <strong>de</strong> los prefectos en el pelo, el uniforme y los rostros <strong>de</strong> los alumnos; profesores entrando al local don<strong>de</strong> firman el libro <strong>de</strong> entrada, el timbre, las clases, los discursos pedagógicos <strong>de</strong> los docentes, el jolgorio <strong>de</strong>l receso, los reportes por indisciplina, ausentismo docente por incapacidad médica, los sermones, las instrucciones <strong>de</strong> la Dirección, las interrupciones <strong>de</strong> clases, en fin, rutinas, reglamentos, rituales pedagógicos, reuniones, ceremonias… En esta i<strong>de</strong>a imaginaria pareciera que la vida cotidiana en las escuelas es increíblemente semejante y que las únicas diferencias se encuentran en la modalidad administrativa–curricular (Secundarias técnicas, Generales o Telesecundarias) y en el diseño <strong>de</strong>l edificio <strong>escolar</strong>. Para profundizar en ese tema, se recomienda revisar: Con<strong>de</strong> Silvia, “La participación en una escuela <strong>de</strong>mocrática”, Cua<strong>de</strong>rnillos <strong>de</strong> apoyo a la gestión <strong>escolar</strong> <strong>de</strong>mocrática núm. 5 <strong>de</strong>l Programa Educar para la Democracia. IFE, México, 2004. 31