la era del diamante.pdf

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cinto. Su rostro estaba inclinado sobre las páginas del libro, y él medio esperaba que las páginas ardiesen y se doblasen bajo su mirada. Después de un tiempo, levantó la vista del libro. La oficial le habló en voz baja. Carl Hollywood no conocía el protocolo cuando uno estaba metido hasta la cintura en el Mar Oriental de China, así que se adelantó, se inclinó todo lo que pudo en aquellas circunstancias, y le entregó a la Princesa Nell el mensaje de la Reina Victoria II. Ella lo aceptó en silencio, y lo leyó, luego volvió al principio y lo leyó de nuevo. Después se lo pasó a la oficial, quien lo enrolló con cuidado. La Princesa Nell miró a las olas durante un rato, luego miró a Carl Hollywood a los ojos y habló despacio. —Acepto sus credenciales y le ruego que transmita mi más sincero agradecimiento y estima a Su Majestad, así como mis disculpas al impedirme las circunstancias componer una respuesta más formal a su amable carta, cosa que en cualquier otro momento sería naturalmente mi prioridad más alta.
—Lo haré en cuanto pueda, Su Majestad — dijo Carl Hollywood. Oyendo esas palabras, la Princesa Nell pareció perder un poco el equilibro y movió los pies para recuperarlo; aunque aquello podría ser producto de la contracorriente. Carl comprendió que nadie se había dirigido a ella de esa forma antes; que, hasta que Victoria la había reconocido de esa forma no había comprendido totalmente su posición. —La mujer que busca se llama Miranda — dijo él. Todo pensamiento sobre coronas, reinas y ejércitos pareció desvanecerse de la mente de Nell, y fue sólo de nuevo una joven dama buscando... ¿qué? ¿A su madre? ¿A su maestra? ¿A su amiga? Carl Hollywood le habló a Nell en voz baja y suave, proyectando la voz lo suficiente para que se le escuchase sobre el sonido de las olas. Le habló de Miranda, y del libro, y de las viejas historias de los hechos de la Princesa Nell, que había presenciado de refilón, más o menos, al observar cómo Miranda trabajaba muchos años atrás en el Parnasse.
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NEAL STEPHENSON LA ERA DEL DIAMANTE
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PRIMERA PARTE Las reformas y los de
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acostumbrado, pero todavía le caus
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El logotipo de su servicio favorito
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Una sensación desagradable como de
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encima de la cabeza. El dolor de ca
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Fuente Victoria; descripción de su
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mirando a través de paredes de vid
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Las complicaciones financieras de l
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como si Bud hubiese dicho algo impo
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agua. Luego el folleto volvió al a
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cerca de casa mientras usted y el b
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Una visita de la realeza; los Hackw
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privada que los llevó directamente
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durante una hora, mientras John mir
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Hackworth, aunque había participad
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de los sorprendidos niños era dema
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más encantamientos. Un camino que
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con respecto a la moda. Ella y John
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El hombre había estado mirando a l
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Como la mayoría de los neovictoria
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joven se convierta en no conformist
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por casi todo el mundo pero, en aqu
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Hackworth le había dado su tarjeta
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—Estoy seguro de que un hombre de
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antes de asistir a Stanford, y pres
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—Hemos superado mucha de la ignor
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un nuevo proyecto para el que creo
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Comprendió que aquella gente creí
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No hablaba como un negro americano,
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Bud contestó susurrando «dispara
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Esperando en la cola de unos de los
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modería, y había llegado a la con
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completamente distinta, lo que era
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metros: ¡LUCHA POR DEFENDER LOS PR
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caba les dio otra orden. De pronto,
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dispositivo, escoltado por un par d
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Reflexiones matutinas de Hackworth;
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ejercicio de Gwendolyn, que brillab
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El edificio de los Hackworth era un
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Mientras ella ponía los platos y l
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ánimos de vez en cuando y una plum
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Bud es acusado; características no
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El juez entró y fue presentado com
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—El representante del Protocolo h
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Bud sonrió ante eso y luego notó
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—Vale —dijo el juez Fang—. Bi
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llena de chinos y desechos humanos
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Nell aprende a usar el compilador d
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—¿Por qué tenemos una Toma pat
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—He conseguido una cama nueva —
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enorme colchón, así que hizo un p
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Hackworth llega al trabajo; una vis
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exceptuando el fresco, había sido
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calderas, descarrilamientos, dispar
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Cotton era zurdo. Tenía la mano iz
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sistema automatizado de diseño sie
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especto a las otras. Hackworth reco
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cosmético superficial escondía un
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—Por favor, infórmeme de cualqui
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indostaneses, quienes, por supuesto
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sostenía entre los dientes—. Los
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Medidas de seguridad adoptadas por
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estructura hexagonal, como a diez c
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codificaban a sí mismas y se conve
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velocidad hasta la del sonido, las
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destruir invasores. En el caso de A
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un par de cosas blancas que sacó d
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ichos entran en guerra unos con otr
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Hackworth compila el Manual ilustra
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superconductora de la Toma. La ener
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de una pared transparente de diaman
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minsterfullerenos cubiertas de una
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diamante, brillando con luz roja. E
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Dejó el libro cerrado con llave en
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mediaglífico para que si alguna ve
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Al contrario que Rog, Mark tenía t
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difícil de explicar) era rechazada
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Hackworth atraviesa la Altavía has
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inteligentes, eran más y entendía
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Hackworth en el establecimiento del
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oficialmente desaconsejadas. Había
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Si Hackworth hubiese estado haciend
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Encontraron muchos bichos, por supu
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Victoriano utilizaba una técnica d
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funcionaban, y cuando encontraba al
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A continuación, se quitó el visor
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estrechas calles parecía que los e
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Altavía. No era posible que fuesen
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Ahora bien, hacerlo en plástico er
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Antes de que Finkle-McGraw le prese
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tradición cerrada de sus padres. P
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y lo hicieron flotar por el curso d
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las ajonjeras en el exterior del li
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Exceptuando la cabeza, que estaba e
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los frenos y pasó al chico un poco
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eso. Además, prefería incluso a l
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Miranda bajó para preparar el desa
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tenía algunos escenarios corporale
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—Parece que aquí tenemos una art
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controlas los brazos y las piernas
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—Bien —dijo el señor Willie—
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antes de relajar los brazos, para e
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Harv se inclinó hacia ella, cogió
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Nell cerró el libro de un golpe y
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—Tu nombre es mierda si no limpia
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Las primeras experiencias de Nell c
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—C es como en Casa —dijo el lib
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Un joven gamberro ante la corte del
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En el papel mediatrónico del juez
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Ladrones menos sofisticados se hubi
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de seguimiento creció hasta parece
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—Después de establecer un modelo
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El juez Fang miró primero a la mes
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—Fui incapaz de arrancar la prueb
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era normal, el cubo estaba situado
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—El chico no tiene padre, su úni
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una sociedad amplia que no se adhie
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—¿Merece investigarse? El juez F
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—¿Enlace? —Como discutimos, ve
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de datos está repleta de ellos. Es
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supuesto, de marcar simplemente don
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que debería atraer sólo a los mej
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que quedarse atrapado tras la gran
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Harv le dijo otra vez que se fuese,
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añándose en un océano azul, pilo
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dedos de la mano derecha formando u
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El juez Fang se levantó, caminó a
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El juez Fang no dijo nada pero se r
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—Por supuesto, ninguno de los dis
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darse las gracias los unos a los ot
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—Sí, señor —dijo la señorita
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El Parnasse había sido construido
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troyanos desapasionados y similares
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hubiese intentado encajar el traje
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grandes ojos de conejo mientras que
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coronel de incógnito de las SS, ot
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Coast saldrá en dos semanas... ¿l
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un par de cientos de veces y conoc
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Nell sigue experimentando con el Ma
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—Eran realmente una princesa y un
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volver, hizo que Nell y Harv las de
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El juez Fang visita el Reino Celest
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se limitaban a dibujar una flecha h
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camino al centro del estanque. En o
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satisfecho de sí mismo, porque eso
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entendido su mensaje, y éste era q
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cerró y se colocó bien la cinta.
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—No puedo evitar sentir curiosida
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que tuvo lugar hace un par de días
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investigación. Tantos esfuerzos ma
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—Señor Hackworth, es usted un ho
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entristécete y ten pena de ellos,
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comienzo de cada línea, como si le
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físicamente más cerca de Padre, M
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alrededor de eso estaba el alto mur
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trolls no se atreverían a acercars
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Nell y Horv entraron en el Castillo
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Dinosaurio, que ero el más feroz d
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desafortunadamente la información
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momento! ¡Ahora tengo la misma sen
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—Siento que algo me hace cosquill
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vamos, un mito. Sólo los teóricos
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demasiado bien atado como para mani
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Poyu es realmente un hombre superio
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mayoría campesinos que huían del
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niñas fueron examinadas. Cinco de
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confortables llenos de amor en phyl
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algo, tensó cada músculo de su cu
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le entregó un rollo al magistrado.
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Al enviar al juez aquel rollo, el D
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Un sábado, mamá y Tad se encontra
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movía con demasiada rapidez. Dos c
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Éramos cuatro viajando por un pais
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Finalmente su número quedó reduci
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¡Si lo hubiésemos hecho! Muchos d
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de las colinas, y todos sabíamos l
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vuelto a la vida, justo como en los
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Eso fue un error, pronto sentí en
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Algunos—. No podéis cooperar, as
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El Rey de las Musarañas, el Rey de
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cuerda, y probablemente hubiese hab
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Viajamos hacia el sur durante un d
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me llevaron oalas montañas, por en
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Eso era en lo más alto de las mont
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examinándolos con cuidado vi que e
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El ratón negro se sentó sobre sus
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en el ambiente postcometa, dientes
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unas cuantas serpientes, lagartos y
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con la precisión quirúrgica de un
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ealidad un hidrofoil, que simplemen
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encantado consultar su sabiduría h
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El Doctor X elevó una ceja y asint
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juez Fang lo hubiese deducido por s
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juez Fang saludó ligeramente y ent
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a la cuna más cercana. La niña te
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secarse los acuíferos del Reino Ce
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—Como puede ver, he ordenado que
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—Durante algún tiempo he estado
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menores; todos han sido atraídos p
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Incluso si de alguna forma recupera
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examen, ejecutado por miles de ansi
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El tráfico se reduce de pronto y l
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El botones cae de rodillas y comien
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quedan el Doctor X y otro caballero
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del tiempo preguntándose si el Doc
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—¿Bajo qué cargos? —dijo Hack
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una mujer pequeña que llevaba lo q
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—¿Así que no niega que la propi
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sido mucho creer. Cientos de miles
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tiempo de preocuparse por él, lo q
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terapéutica del C.M., las cubrió
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estar muy sola. Dojo le dio la bien
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—Tú eres un gran guerrero, y yo
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una comida especial en su cocina co
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MANUAL ILUSTRADO PARAJOVENCITAS un
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que Tony pudiese respirar. Unieron
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sitio, y luego Nell jugó contra el
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uidosamente con un columpio, se lev
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Hackworth almuerza con una distingu
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preguntarse por qué no se había c
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que Hackworth consideró un gesto a
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de sus bolsillos. Llenó la pipa co
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—Porque eran hipócritas —dijo
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Los tres hombres se quedaron callad
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antiguo tipo de letra enrevesado.
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núcleos de silenciadores, glutamat
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vigilarle. Y al mismo tiempo, por s
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Medio y que poco después un ingeni
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caídas rutinarias. Pero si se comp
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En el Manual, la llegada del sinies
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abrían las doce cerraduras de la p
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por la puerta y cerró las doce cer
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Mamá había huido del apartamento
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—Bienvenido o su castillo, barón
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—El pipí de la Princesa Nell se
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y que podía luchar con un oso; per
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Finalmente, el hombrecillo sacó un
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Castillo Tenebroso! Debéis ir con
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tono de impaciencia o aburrimiento,
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una vez, y pudo ver un resplandor e
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El descansillo con los ascensores e
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—¡Nell! —decía Harv—. ¡Nel
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Hackworth parte de Shanghai; sus es
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naturaleza no puedo divulgar, excep
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—Adiós, mi amor, me verás en tu
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clases. Hackworth estaba en la segu
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llevaba colgando de la cadena del r
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Nell y Harv libres en los Territori
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ponían algo incongruente, como una
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aquellos sitios sobre los que habí
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objeto. Una voz, perfectamente repr
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—Sí, como se llame. —¿Por qu
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Para entonces, tú ya estabas jugan
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illaba ligeramente y las letras era
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catarsis, lo sabía, porque lo que
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Peles te afectan muy adentro. Si al
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—Para mí también. —Miranda be
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lágrimas de los ojos, que se conve
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un gancho en la pared y la arrojó
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En la orilla había un pequeño bot
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amainar, y al aproximarse el amanec
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—Por las buenas noticias —dijo
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—Sí —dijo Nell, metiendo la ma
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sentía el Rey Urraca de que ningú
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—La hiena siempre nos verá, incl
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Pero antes de que Pedro pudiese lan
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—Entonces ven conmigo, déjame ex
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estaban llenas de arena. Le entró
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—Probablemente ahora nos seguirá
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contenía todas las entradas que lo
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la Benevolencia Mutua de Hong Kong
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con algunas tudor desiguales colgad
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era decirle a Finkle-McGraw cómo l
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estuvo lista, Hackworth liberó el
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Un paseo matutino por los Territori
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aunque en la distancia tenía una t
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a entender que en ocasiones había
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seguridad. Las ventanas del lado de
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agujeros, usándolos para girar el
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—Y ahora el libro, damisela —le
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harás uso de un compilador de mate
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—Creo que Brad me habló una vez
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cabalina disfrazada con una falsa p
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—¿Por qué no la compilan? —di
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no arrancase ninguna flor porque pe
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enorme máquina manual. Cuando sal
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que alguien le hacía a Pedro el Co
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Las huérfanas Han son expuestas a
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interesada en el libro que en el ju
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Hackworth recibe un mensaje ambiguo
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dejase de funcionar con sentido par
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orea eran la misma cosa. Esa negaci
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imitaciones de caras y bestias salv
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sí mismos con el oxígeno robado y
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concentraba en el buen túnel lleno
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deslizó sin poder evitarlo hasta a
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Hackworth disfruta de una experienc
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Los golpes de tambor y la danza se
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Saltan llamas de varios puntos por
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La vida de Nell en Dovetail; desarr
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imágenes y las ilustraciones se ac
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con ella, y ayudó a Nell a cambiar
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—Bien, cada phyle tiene modos dif
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escondida por la capa de nubes, Nel
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aguantar los caballos de la gente y
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estantes, a las imágenes pintadas
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—¿Y las otras dos son...? —dij
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porque si tenemos una reyerta con e
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las puertas de cristal y se dirigie
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ahogarse, aplastarse o volarse no t
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—Eso está bien. La habilidad de
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Las actividades de Carl Hollywood e
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nuestra propia tecnología. He inve
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nada. Era tan normal que Miranda re
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—En primer lugar, teníamos que p
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Un minuto más tarde, esa persona s
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metió en la cama; después de una
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superficie basta de ladrillos y cem
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condestable refunfuñaba, pero siem
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cayendo sobre el mediatrón, que la
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árboles de organización), o mapas
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al otro lado de la habitación sost
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pudo establecer que el condestable
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que, una noche, una división compl
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promulgar el concepto de defensa en
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creo que es poco probable que sea l
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—Oh, ¿y eso para qué sirve? —
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Si meditas sobre ellas no sólo ser
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Carl pareció sorprendido, se echó
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—Púrpura. Creo que será más im
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Tres chicas van de exploración; un
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salario de esclavos de las Particip
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—Le pido una predicción, señora
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una sección del muro a corta dista
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Su voz se apagó, y se aclaró la g
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mi marido, y por el futuro de cualq
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estaba tan lejos de los gustos de l
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ella pudiese explicarle a su anfitr
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—Perspectiva. Muy bien, espero ve
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—Su oferta es muy amable. Estoy e
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Miranda recibe un mensaje ractivo p
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Una oferta de trabajo urgente parpa
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salón donde un par de ractores nov
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de formas para vigilar todas las co
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fabricadas con muchos pájaros exó
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—Lo comprendo —dijo Carl—. Ah
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—Miranda, éstos son el señor Be
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llevaban. Lo cogió con cautela. El
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—No funcionaría —dijo el seño
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El señor Oda negó con la cabeza d
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unidos al sistema nervioso de quien
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pasó la punta del pulgar sobre la
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El señor Oda señaló a la banda.
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Del Manual, la Princesa Nell entra
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diminutas en el sendero. Lo línea
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si seguía mirando y contando estar
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imagen más abajo; Nell sentada par
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las llaves, y había usado los truc
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La batalla entre Púrpura y el geni
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por la tarde cuando la señorita Ma
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toda la reunión de estudiantes una
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De hecho, las chicas se sentaban en
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entendió nada hasta que vio a una
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—Un par de centímetros más ser
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que Dojo todavía enseñaba sus lec
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las partes agradables del curriculu
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páginas escrupulosamente ordenadas
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Nell y Fiona siguieron adelante a p
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conocidos por los signos más sutil
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Cuando Neli y Fiona se presentaron
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como una desordenada colección de
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—No puedo ni imaginario —dijo N
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Nell no podía estar de acuerdo con
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Hackworth se despierta de un sueño
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aún lineal, todavía carente de la
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Hackworth lo cogió instintivamente
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había aprendido en sus múltiples
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Estaba en el camino de un vasto ej
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—Te daré un buen trozo de queso,
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Apenas pudo ver la cola rosada desa
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esté donde esté es leal o la Prin
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una muchedumbre de hombres jóvenes
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Además de eso, sus faldas, mangas,
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sospechaba que era algo relacionado
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encontrado sin hogar, adictos, pers
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sus dedos se habían convertido en
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Puso el velo al máximo nivel de op
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El gran Napier pone al día a Hackw
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Napier parecía intrigado por el co
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como un trasero, que convergía en
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—Hizo muchas cosas —dijo Napier
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—¿Perdón? —Le he dicho antes
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Hackworth captó inmediatamente las
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consumía en cantidades sorprendent
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ver la cara a través de las finas
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alcantarillas funcionando. Para su
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continuamente, y la Princesa Nell p
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dijo, sin emoción, que iba a arroj
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más tarde, el ruido en el trono se
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puerta, y lo metió en la cerradura
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la toma de aire. Sacando una mano,
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fáciles. Era igualmente probable q
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Hacía tiempo que se había hecho d
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De la charla intrascendente con el
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uboriza intensamente cuando me apas
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y sosteniendo diamantes en las bols
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Eje. En unas horas, el resorte dent
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directamente hacia ella. Eso por s
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—Oh, señorita Matheson... —emp
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Aquellas palabras golpearon a Nell
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ausente, sin parpadear, a la kudzú
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El condestable se alegró al instan
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—Gracias. —¿Qué vas a hacer c
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Los Hackworth celebran una reunión
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tridimensional negro, paquetes de l
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había protocolos que respetar. Lo
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del salón durante un minuto, mirá
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—Y, por supuesto, espero poder re
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Fiona, renuente, lo hizo. Gwen recu
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Y con eso, Hackworth echó a Secues
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Carl Hollywood presta el Juramento;
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—Sus amigos son demasiado amables
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—Ahora que lo expresa de esa form
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—Sí—dijo Carl Hollywood—, bu
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—Había tres ejemplares en total.
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un proceso trivial —dijo finalmen
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Nell pasa por Pudong; llega a las o
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el horizonte hacia la bóveda oscur
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tan sólo usaban el tamaño y la ma
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no había recepcionistas a la vista
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—. Conozco a esa gente, y puedo h
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interior, aparentemente una concesi
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demás, los hombres de las otras ph
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Prácticas peculiares en los bosque
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algún sitio. Su fe no comenzó a v
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La mujer permaneció en silencio y
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—Khans del software —dijo Hackw
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—Un procurador. Un funcionario de
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—Esto puede parecerle extraño
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ichos de reconocimiento en la corri
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—Tuve un asunto. Hace meses y mes
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—¿Puedo preguntarle qué nivel h
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—Sí, de hecho —dijo—. Me pus
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trigesimotercero —dijo Hackworth,
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producir armas cuyo poder destructi
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Primero dio un entierro decente al
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que construyesen nuevos soldados a
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eran intérpretes y regresaban ahor
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elaborado sistema de irrigación en
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tocar música almacenada en una cin
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continuamente a su lado a todo galo
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escribía en libros que eran coloca
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En otras palabras, una vez que la P
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Nell va al teatro de madame Ping; r
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abajo, tirada por un viejo remolcad
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con demostraciones ensayadas: mujer
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madame Ping realizaba algún tipo d
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vestuario de madame Ping; el client
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—En el té. —Pero eso es imposi
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—No creo que sea eso —dijo Nell
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—Todavía no lo entiende. Esto no
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Después de unos minutos de palos y
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esparciéndose por el suelo. Nell m
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para darle una patada en la rodilla
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Nell se hubiese sentido deslumbrada
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en el cerebro. Se sentó con calma
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vista del coronel Napier, hubiese f
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Carl Hollywood regresa a Shanghai;
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cuatro calles hacia su hotel, segui
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se sentaban sobre la nieve calentan
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ajustar el funcionamiento del cereb
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Los Hackworth en tránsito, y en Lo
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tipo, aunque yo no sé nada sobre c
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—Tú me hablaste de ella, padre.
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derecha del río y entraron en Sout
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murmuró algo brusco pero amable a
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amarillos como viejas bolas de bill
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elajaron en el agradable salto del
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El hombre de los bucles subió a'Fi
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Aquello fue, no es necesario decirl
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moviéndose por el espacio. La cubi
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Había encontrado a Gwen por algún
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el muñón. Hackworth comprendió q
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había visto antes, es decir, una v
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Una cosa, el tipo nipón que se hab
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había llevado accidentalmente a un
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—¿Esto es lo que usted llama met
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Hackworth miraba a una constelació
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control técnico, y la mayor con di
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momento del tercer o cuarto trago d
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las luces de un coche. Hackworth pu
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eso. —Parece que no tengo ningún
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—No, todavía no lo entiende —d
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—Sustituya el espectáculo de est
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—Vale —dijo—, mentí. No era
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persiguiendo al Alquimista menos cu
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inteligentes sabían que siempre ll
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túneles había Tamborileros. Por l
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El truco de Carl Hollywood Carl Hol
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permanecer por delante de los rompe
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John Hackworth, de alguna forma, er
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en la bañera, dormir algo y prepar
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Finalmente atravesó el paso, y jus
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empleada por los mensajes del Merca
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La Princesa Nell hizo moverse oí c
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una esfera transparente que se diri
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pavimento. La Princesa Nell las sig
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centro de sus tierras, de forma que
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Varios mensajeros se dieron la vuel
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interior de lo torre, pero los inco
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maquinarias y mecanismos elaborados
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Aparecieron luces en el escenario.
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Así fue con una cinta tras otra. C
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Princesa Nell veía que incluso ell
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había nada. La antecámara había
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—El Rey Coyote a su servicio. —
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—Descubrir si era, de hecho, una
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aquella habitación y acababan en u
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—John, ¿qué va o hacer? —Teng
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Aquéllos eran libros mágicos, y a
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la mesa de la Princesa Nell, se inc
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flotando aparentemente a un par de
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Hackworth en China; estragos de los
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Hackworth para demostrar que no le
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la ciudad, llegaba a otro conjunto
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supuso que eran mormones. Una larga
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Cerca de la orilla del gran lago en
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había sido saqueado ligeramente. P
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Viéndolo, Hackworth también compr
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»Pero durante esos fracasos tomó
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Hackworth se asombró tanto al oír
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usted. Pero hay algo en su mente, a
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—Debemos tener tecnología para v
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inteligencia. Así que las relacion
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El Doctor X sonrió. —La conocía
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El contingente que ahora controlaba
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las demás, exceptuando que podría
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Del Manual, la Princesa Nell regres
Page 1084 and 1085:
de granito habían adquirido tonos
Page 1086 and 1087:
Mucho tiempo arras, su padre adopti
Page 1088 and 1089:
mismísimo Rey, que guardaban los d
Page 1090 and 1091:
Nell abrió los ojos y se apoyó en
Page 1092 and 1093:
No, colgando bajo sus manos. Una jo
Page 1094 and 1095:
Al acercarse la Princesa Nell al bo
Page 1096 and 1097:
hacia la noche. La esfera se expand
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se cansasen de violarla. En los úl
Page 1100 and 1101: sonriendo de placer, llevaba unas c
Page 1102 and 1103: Supuso que era inevitable que, en s
Page 1104 and 1105: La chica llevó a Nell a cuatro pat
Page 1106 and 1107: materia aparentemente había cesado
Page 1108 and 1109: puso. Luego se ató el pelo atrás
Page 1110 and 1111: ascensor que subía se interpuso en
Page 1112 and 1113: —¡Sigue! ¡Arriba! ¡Arriba! —
Page 1114 and 1115: Aun así, tenía algo de tiempo; s
Page 1116 and 1117: habían subido allá arriba y habí
Page 1118 and 1119: minuto o dos, llegó un ascensor y
Page 1120 and 1121: salir de las estrechas calles, se e
Page 1122 and 1123: provisionales de sus divisiones est
Page 1124 and 1125: Carl Hollywood se da una vuelta por
Page 1126 and 1127: «¡Sha! ¡Sha!» que venían de la
Page 1128 and 1129: —Me encantaría. Coronel Spence,
Page 1130 and 1131: callejón, esquivando a varias doce
Page 1132 and 1133: saqueadores eran a su vez asaltados
Page 1134 and 1135: nuevo y dejó que el rifle le colga
Page 1136 and 1137: con una docena más o menos de bóe
Page 1138 and 1139: llegar a un acuerdo con el capitán
Page 1140 and 1141: La abuela bóer se abrió paso haci
Page 1142 and 1143: habitación del hotel durante los
Page 1144 and 1145: muy simple tender un armazón o un
Page 1146 and 1147: Leyendo el mensaje, a Carl le sorpr
Page 1148 and 1149: Finalmente llegó a una porción ge
Page 1152 and 1153: Durante los siguientes dos días mu
Page 1154 and 1155: Pudong, donde las pequeñas, débil
Page 1156 and 1157: hombre con un trozo de tela escarla
Page 1158 and 1159: gigabytes de datos. Los datos estab
Page 1160 and 1161: de agua de mar. Los túneles estaba
Page 1162 and 1163: las paredes también producían son
Page 1164 and 1165: El sonido de los Tamborileros no au
Page 1166 and 1167: Carl Hollywood vio que la mujer en
Page 1168 and 1169: hombros, y la levantó en el aire.
Page 1170 and 1171: Índice LA ERA DEL DIAMANTE........
Page 1172 and 1173: Hackworth abandona el laboratorio d
Page 1174 and 1175: Más historias del Manual; la histo
Page 1176 and 1177: comunicación; Miranda percibe la f
Page 1178 and 1179: D el Manual, las actividades de la
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