07.05.2013 Views

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Nell estaba razonablemente segura de que <strong>la</strong><br />

seguían, con sutileza, al menos tres jóvenes que se<br />

habían fijado en el<strong>la</strong> durante su paso frente a <strong>la</strong> costa,<br />

y que esp<strong>era</strong>ban a ver si realmente tenía un sitio<br />

adonde ir o estaba fingiendo. Ya se había abierto<br />

paso de un <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> costa al otro, pretendiendo ser<br />

una turista que simplemente quería ver el Bund al<br />

otro <strong>la</strong>do <strong>del</strong> río. Ahora volvía al corazón de <strong>la</strong> parte<br />

baja de Pudong, donde <strong>era</strong> mejor que tuviese aspecto<br />

de estar haciendo algo.<br />

Al pasar al <strong>la</strong>do de uno de los rascacielos —un<br />

edificio de <strong>la</strong> República Cost<strong>era</strong>, no un asentamiento<br />

bárbaro— reconoció el logo mediaglífico de uno de<br />

los carteles que había visto al entrar en <strong>la</strong> ciudad.<br />

Nell podía al menos rellenar una petición sin<br />

comprometerse. Eso le permitiría matar una hora en<br />

un ambiente re<strong>la</strong>tivamente seguro y limpio. Lo<br />

importante, como Dojo le había enseñado hacía<br />

tiempo en otro contexto, <strong>era</strong> no detenerse; sin<br />

movimiento no podía hacer nada.<br />

Por desgracia, <strong>la</strong> oficina de madame Ping<br />

estaba cerrada. En <strong>la</strong> parte de atrás había algunas<br />

luces encendidas, pero <strong>la</strong>s puertas estaban cerradas y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!