07.05.2013 Views

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cabalina disfrazada con una falsa piel de caballo,<br />

pero luego expulsó un chorro de orina de <strong>la</strong>s<br />

dimensiones de una barra de <strong>la</strong> verja, que bril<strong>la</strong>ba<br />

como un sable de luz bajo el sol de <strong>la</strong> mañana y<br />

estaba envuelto en un velo de vapor, y Nell <strong>la</strong> olió y<br />

supo que el caballo <strong>era</strong> real. La mujer no montó en el<br />

caballo, que aparentemente había cabalgado a pelo,<br />

sino que cogió <strong>la</strong>s riendas con tanta suavidad como<br />

si fuesen te<strong>la</strong>s de araña y guió al animal. Nell y Harv<br />

<strong>la</strong> siguieron un par de pasos por detrás, y <strong>la</strong> mujer<br />

caminó por <strong>la</strong> zona verde durante un tiempo,<br />

aparentemente organizando <strong>la</strong>s cosas en su mente,<br />

antes de ponerse finalmente el pelo tras <strong>la</strong> oreja de un<br />

<strong>la</strong>do y volverse hacia ellos.<br />

—¿Os ha hab<strong>la</strong>do el condestable Moore<br />

sobre <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s?<br />

—¿Qué reg<strong>la</strong>s? —soltó Harv antes de que Nell<br />

pudiese embarcarse en un nivel de detalle que<br />

pudiese dar una impresión negativa de ellos. Nell se<br />

maravilló por enésima vez de los diversos trucos de<br />

su hermano, que hubiesen enorgullecido al mismo<br />

Pedro.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!