07.05.2013 Views

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

indostaneses, quienes, por supuesto, no tenían<br />

escrúpulos. No se podía saber cuándo se habían<br />

agotado y ya no funcionaban, que <strong>era</strong> como Tequi<strong>la</strong><br />

había acabado teniendo a Nell. Una de <strong>la</strong>s mujeres<br />

dijo que se podía comprar un tipo especial de<br />

Máquina de <strong>la</strong> Libertad que se comía el feto. Nell<br />

no sabía qué <strong>era</strong> un feto, pero <strong>la</strong>s mujeres parecía<br />

que sí, y pensaban que <strong>la</strong> idea <strong>era</strong> el tipo de cosas<br />

que sólo los chinos o los indostaneses podrían<br />

inventar. Tequi<strong>la</strong> dijo saberlo todo sobre ese tipo de<br />

Máquina de <strong>la</strong> Libertad pero que no quería usar una<br />

porque temía que fuese asqueroso.<br />

En ocasiones Tequi<strong>la</strong> traía trozos de te<strong>la</strong> de<br />

verdad <strong>del</strong> trabajo, porque decía que los ricos<br />

Victorianos para los que trabajaba no los echarían<br />

de menos. Nunca dejaba a Nell jugar con ellos, por<br />

lo que Nell no entendía <strong>la</strong> diferencia entre <strong>la</strong> te<strong>la</strong> de<br />

verdad y <strong>la</strong> que salía <strong>del</strong> C.M.<br />

Harv encontró un trozo una vez. Los<br />

Territorios Cedidos, donde vivían, tenían p<strong>la</strong>ya, y a<br />

Harv y sus amigos les gustaba ir a buscar por allá,<br />

muy por <strong>la</strong> mañana, cosas que <strong>la</strong> marea hubiese<br />

traído de Shanghai, o lo que los víctors <strong>del</strong> Enc<strong>la</strong>ve

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!