07.05.2013 Views

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

la era del diamante.pdf

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El tráfico se reduce de pronto y <strong>la</strong> cámara va<br />

hacia arriba: varios carriles han sido bloqueados por<br />

un mar de bicicletas. Ocasionalmente un taxi rojo o<br />

un Mercedes-Benz se mete al <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> verja de<br />

acero y consigue pasar, con el conductor dándole a<br />

<strong>la</strong> bocina con tanta furia que podría hacer saltar el<br />

airbag. Hackworth no podía oír el sonido de <strong>la</strong><br />

bocina, pero al acercarse <strong>la</strong> cámara a <strong>la</strong> acción, se<br />

hizo posible ver a un conductor quitar <strong>la</strong> mano de <strong>la</strong><br />

bocina y agitar el dedo hacia <strong>la</strong> muchedumbre de<br />

ciclistas.<br />

Cuando vio quién pedaleaba en <strong>la</strong> bicicleta<br />

principal, se volvió asustado hasta <strong>la</strong> náusea, y su<br />

mano cayó en su regazo como una codorniz muerta.<br />

El líder <strong>era</strong> un hombre bajo con pelo b<strong>la</strong>nco,<br />

de unos sesenta años pero que pedaleaba<br />

vigorosamente en una bicicleta negra normal,<br />

vistiendo ropas de obrero. Se movió por <strong>la</strong> calle con<br />

engañosa velocidad y se metió en <strong>la</strong> entrada en<br />

forma de herradura. Un atasco de ciclistas se formó<br />

en <strong>la</strong> calle al intentar cientos de ellos meterse en <strong>la</strong><br />

pequeña entrada. Y ahí llegaba otro momento<br />

clásico: el botones jefe salía de detrás de su mesa y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!