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la era del diamante.pdf

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No se había hecho ningún esfuerzo por disfrazar<strong>la</strong><br />

de animal de verdad. Gran parte de <strong>la</strong> estructura<br />

mecánica de <strong>la</strong>s patas estaba expuesta por lo que se<br />

podía ver cómo funcionaban <strong>la</strong>s uniones y<br />

activadores, un poco como mirar a <strong>la</strong>s ruedas de una<br />

vieja locomotora. El cuerpo parecía demacrado y<br />

esquelético, estaba formado por conectores en<br />

forma de estrel<strong>la</strong> en los que se unían cinco o seis<br />

barras <strong>del</strong> tamaño de un cigarrillo, <strong>la</strong>s barras y los<br />

conectores formarían una red irregu<strong>la</strong>r alrededor de<br />

una estructura geodésica. Las barras podían cambiar<br />

de longitud. Hackworth sabía, al haber visto <strong>la</strong><br />

misma estructura en otro sitio, que <strong>la</strong> red podía<br />

cambiar de tamaño y forma en un grado increíble<br />

mientras daba cualquier combinación de rigidez y<br />

flexibilidad que el sistema de control pudiese<br />

necesitar en el momento. Dentro de <strong>la</strong> estructura,<br />

Hackworth podía ver esf<strong>era</strong>s y elipsoides p<strong>la</strong>teados,<br />

sin duda llenos de vacío, que contenían <strong>la</strong>s entrañas<br />

de fase máquina de <strong>la</strong> montura: básicamente algo de<br />

lógica de barras y una fuente energética.<br />

Las piernas se compi<strong>la</strong>ron con rapidez, los<br />

complicados pies requirieron un poco más. Cuando

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