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la era del diamante.pdf

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Pudong, donde <strong>la</strong>s pequeñas, débiles y frágiles<br />

tribus se habían concentrado. Esa contracción de <strong>la</strong><br />

línea defensiva fue inevitable al reducirse el número<br />

de defensores dada <strong>la</strong> evacuación. Las front<strong>era</strong>s<br />

entre tribus se hicieron inestables y finalmente<br />

desaparecieron, y el quinto día <strong>del</strong> cerco todos los<br />

bárbaros se habían hecho fungibles y se unieron en<br />

una masa en el punto más externo de <strong>la</strong> penínsu<strong>la</strong> de<br />

Pudong, varias decenas de miles de personas<br />

comprimidas en el espacio no superior al de algunas<br />

calles. Más allá estaban los refugiados chinos, en su<br />

mayoría personas muy identificadas con <strong>la</strong><br />

República Cost<strong>era</strong>, que sabían que nunca podrían<br />

encajar en el Reino Celeste. No se atrevían a invadir<br />

el campamento de los refugiados, que todavía tenían<br />

armas muy poderosas, pero avanzando centímetro a<br />

centímetro y nunca retirándose, redujeron<br />

insensiblemente el perímetro, de forma que muchos<br />

bárbaros se encontraron metidos en el océano hasta<br />

<strong>la</strong>s rodil<strong>la</strong>s.<br />

Se extendió el rumor de que <strong>la</strong> mujer l<strong>la</strong>mada<br />

Princesa Nell tenía un mago y consejero l<strong>la</strong>mado<br />

Carl, que había aparecido un día de <strong>la</strong> nada sabiendo<br />

casi todo lo que sabía <strong>la</strong> Princesa Nell y algunas

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