07.05.2013 Views

Antología - Banco de Reservas

Antología - Banco de Reservas

Antología - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Escritos históricos José Gabriel García<br />

¡Que diga la República entera lo que cree y lo que en <strong>de</strong>bida justicia piensa acerca<br />

<strong>de</strong> ellas!<br />

Que si la República se inspira en la honra<strong>de</strong>z y olvida preocupaciones; si con la una<br />

mano sobre la conciencia y con la otra mano sobre la Historia real y verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> los acontecimientos<br />

discutidos, se alza por sobre toda pasión y toda la intemperancia actual y se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong><br />

a fallar solemnemente, … ese fallo vendría a ser ¡no lo dudéis! la apoteosis dignificadora <strong>de</strong>l<br />

caudillo y <strong>de</strong>l héroe <strong>de</strong>l 19 <strong>de</strong> marzo y <strong>de</strong> la memorable acción librada en “Las Carreras”.<br />

El Eco <strong>de</strong> la Opinión, No. 488,<br />

27 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1889.<br />

Otra réplica<br />

I<br />

Si como tiene mejor literatura que los anteriores, hubiera tenido fondo más sano el último<br />

artículo <strong>de</strong> El Eco <strong>de</strong> la Opinión, <strong>de</strong> seguro que a fuer <strong>de</strong> leales lo habríamos <strong>de</strong>jado con<br />

la palabra, como era nuestro propósito, explayándose a su gusto en el campo <strong>de</strong> los errores;<br />

pero las inaceptables teorías sobre ciertos puntos serios con que ahora se aparece, nos obligan<br />

a empren<strong>de</strong>r la tarea <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir con la elocuencia <strong>de</strong> hechos, no inventados sino reales, las<br />

argucias <strong>de</strong> mal género que acaba <strong>de</strong> emplear, propias más bien <strong>de</strong> un abogado que no pudiendo<br />

ganar su pleito se conforma con hacerlo interminable, que <strong>de</strong> un escritor que tiene en<br />

miras aclarar <strong>de</strong> buena fe asuntos históricos. Y hacemos este trabajo siquiera no sea más que<br />

como simple correctivo <strong>de</strong> algunas faltas <strong>de</strong> sinceridad en que incurre; pues no es <strong>de</strong> ninguna<br />

manera admisible, en una controversia <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la que sostenemos, que trate <strong>de</strong><br />

disimular la aplastada que le dimos en nuestra Réplica, al probarle con la inserción <strong>de</strong> unos<br />

párrafos tomados <strong>de</strong>l folleto <strong>de</strong> Britannicus, que los planes anexionistas <strong>de</strong> los afrancesados<br />

en 1843 fueron madurados precisamente en abierta hostilidad al pensamiento <strong>de</strong> Duarte, conocido ya<br />

por muchos dominicanos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1838, en que se fundó para propagarlo la célebre Sociedad Trinitaria,<br />

echando mano <strong>de</strong> una frase que no creímos necesario suprimir porque en el caso presente no<br />

significaba nada, para colgarnos con una puerilidad que causa risa, el milagro <strong>de</strong> que hemos<br />

admitido como cosa segura que hubo materialmente <strong>de</strong>sarme en la Puerta <strong>de</strong>l Con<strong>de</strong>!<br />

Por fortuna no somos <strong>de</strong> los que están esperando todavía al Mesías verda<strong>de</strong>ro que ha <strong>de</strong><br />

venir a convertir en historia nacional la mitología santanista que, escrita con la sangre y las lágrimas<br />

<strong>de</strong>l pueblo dominicano, y lo que es peor, a costa <strong>de</strong> su honra, vienen alimentando por<br />

tradición los ya muy disminuidos restos <strong>de</strong> la tan terrible como funesta escuela, que a fuerza<br />

<strong>de</strong> maldad y <strong>de</strong> torpezas acabó con la patria en su época primera; <strong>de</strong> suerte que como hemos<br />

leído todo lo que se ha escrito con referencia a los orígenes <strong>de</strong> nuestra in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, sabemos no<br />

solamente que para la toma <strong>de</strong> la Puerta <strong>de</strong>l Con<strong>de</strong> no hubo dificulta<strong>de</strong>s, pues el oficial <strong>de</strong><br />

la guardia estaba ganado <strong>de</strong> antemano, por lo que no hemos dado nunca importancia al tiro<br />

innecesario <strong>de</strong> Mella, sino lo que es más serio aún, que ese oficial no fue el capitán José Girón,<br />

como cree El Eco, sino su hermano el teniente Martín Girón, quien nada tuvo que hacer<br />

con el veterano Parahoy, que siendo tambor mayor <strong>de</strong>l Regimiento 32 en vísperas <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong><br />

191

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!