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<strong>Antología</strong> José Gabriel García<br />
Con semejantes pifias, producto natural <strong>de</strong> la pasión que sugiere sus aplausos, como sus<br />
censuras, al escritor <strong>de</strong> El Teléfono, ya pue<strong>de</strong> apreciarse su imparcialidad respecto <strong>de</strong> Santana,<br />
los afrancesados y la anexión española.<br />
Los afrancesados: si el disparo <strong>de</strong> Mella <strong>de</strong>terminó la ocupación <strong>de</strong> la Puerta <strong>de</strong>l Con<strong>de</strong>,<br />
los hábiles trabajos <strong>de</strong> los diputados dominicanos a la Asamblea <strong>de</strong> Port-au-Prince, núcleo <strong>de</strong><br />
los llamados afrancesados, hizo posible el glorioso 27 <strong>de</strong> Febrero, y <strong>de</strong>terminó la capitulación<br />
<strong>de</strong> la autoridad haitiana el día siguiente <strong>de</strong> esa memorable fecha. Fue esa, en nuestro concepto,<br />
la gran fuerza moral que permitió a los dominicanos llevar a cabo la obra <strong>de</strong> aquellos<br />
gloriosos días; y dos hechos culminantes prueban superabundantemente lo que sin ingratitud<br />
no po<strong>de</strong>mos negar: que la influencia francesa ayudó <strong>de</strong> una manera muy activa y po<strong>de</strong>rosa a<br />
la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />
Es el uno, el acto <strong>de</strong> la capitulación, inserto en la Colección Legislativa, que ya una vez<br />
citamos. Allí se lee el nombre, fausto para nuestra causa nacional, <strong>de</strong> Eustache Juchereau <strong>de</strong><br />
Saint-Denis, Cónsul <strong>de</strong> Francia, <strong>de</strong>clarándose en cabeza <strong>de</strong> la capitulación que esta se hacía<br />
por su mediación.<br />
La firma <strong>de</strong> ese distinguido funcionario bajo el visto y sello <strong>de</strong> su Consulado, es la<br />
última que autoriza el acto por el cual la autoridad haitiana, sometida a su influencia<br />
benéfica para los dominicanos, renunció a oponerse por las armas a la voluntad <strong>de</strong> los<br />
patriotas, representados en ese acto <strong>de</strong>cisivo por una comisión <strong>de</strong> seis individuos, cuya<br />
mayoría se componía <strong>de</strong> cuatro afrancesados, a saber: Caminero, Cabral Bernal, Pedro<br />
R. Mena y Abreu.<br />
Esto es historia pura, comprobada por documentos auténticos; no cuentecillos <strong>de</strong> viejas<br />
maldicientes.<br />
Fórmase la Junta Gubernativa <strong>de</strong>l 1º <strong>de</strong> marzo inmediato, dos días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la capitulación,<br />
y en ella figuran junto con el esforzado Mella y el patriota Sánchez, varios afrancesados y<br />
otros amigos íntimos <strong>de</strong> los Santana, como fueron Bobadilla, Presi<strong>de</strong>nte; Manuel M. Valver<strong>de</strong>,<br />
Francisco J. Abreu, Félix Mercenario, Caminero & (Colecc. Legisl. Tomo 1º Doc. Núm. 5).<br />
El otro hecho ocurrió el mes <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>l mismo año.<br />
El Almirante francés jefe <strong>de</strong> la Estación Naval <strong>de</strong> las Antillas, se encontraba en el<br />
puerto <strong>de</strong> Las Cal<strong>de</strong>ras a bordo <strong>de</strong> la fragata “Náya<strong>de</strong>”, cuando supo que la marina haitiana<br />
había apresado en Barahona a dos goletas con ban<strong>de</strong>ra dominicana, la “Josefa” y<br />
la “Dolores”.<br />
Inmediatamente equipó, <strong>de</strong> acuerdo con el Cónsul <strong>de</strong> Francia ya mencionado, el bergantín<br />
“Leonor”, propiedad <strong>de</strong> Mr. Abraham Coën, poniéndole armamento y tripulación <strong>de</strong><br />
su propia fragata, y dándolo por Comandante al teniente <strong>de</strong> navío Mr. Véron; mandó quitar<br />
las presas a los haitianos, como se efectuó en nombre <strong>de</strong>l gobierno francés. Tales fueron los<br />
flacos servicios que nuestra in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>bió a los previsores políticos que a tiempo buscaron<br />
el apoyo <strong>de</strong> Francia.<br />
Pero basta <strong>de</strong> afrancesados, y pasemos a renglón seguido a la anexión española.<br />
Quiere el galano articulista <strong>de</strong> El Teléfono, que esta sea la gran traición, el pecado nefando,<br />
el crimen imperdonable <strong>de</strong>l general Santana, y va hasta parangonar ese acto, tristísimo en<br />
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