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Escritos históricos José Gabriel García<br />
República. ¿Tendría este pensamiento el asentimiento general? Esta fue la primera cuestión que<br />
naturalmente <strong>de</strong>bía surgir: y el gobierno <strong>de</strong> V. E., que <strong>de</strong> ningún modo hubiera querido violentar la<br />
opinión <strong>de</strong>l país y que solo ha buscado la salvación <strong>de</strong> la República, trató <strong>de</strong> estudiar por los medios que<br />
estuvieron a su alcance cuál era el sentir <strong>de</strong> los dominicanos en asunto tan grave y <strong>de</strong>licado.<br />
Los principales prohombres <strong>de</strong> la República, los propietarios, los agricultores, en fin, la casi<br />
generalidad, recibieron con aplauso la i<strong>de</strong>a, y aún <strong>de</strong> entre los primeros salieron instigadores porque se<br />
llevase prontamente a término... Con tales antece<strong>de</strong>ntes el gobierno <strong>de</strong> V.E. pudo entrar con confianza<br />
en el terreno <strong>de</strong> las negociaciones... Se dieron los pasos, aprovechándose <strong>de</strong> algunas i<strong>de</strong>as que sobre el<br />
particular fueron emitidas en Washington.<br />
Llenados los preliminares, se firmaron en esta capital, por los plenipotenciarios... dos tratados, el primero<br />
para el arrendamiento <strong>de</strong> Samaná y el segundo para la incorporación <strong>de</strong> la República a los Estados<br />
Unidos... El primer tratado no fue más que una previsión para en el caso <strong>de</strong> que el segundo no<br />
fuera aceptado y a fin <strong>de</strong> garantizar a la República la protección <strong>de</strong> la Unión en el ejercicio <strong>de</strong> su<br />
libertad. De aquí procedió el plebiscito, objeto <strong>de</strong> la parte <strong>de</strong> esta memoria que vengo narrando.<br />
Como se habrá notado por la propia confesión, nada menos que <strong>de</strong>l autor <strong>de</strong> los dos<br />
tratados, o mejor dicho, <strong>de</strong>l tratado y <strong>de</strong> la previsión, la funesta i<strong>de</strong>a surgió <strong>de</strong>l seno <strong>de</strong>l gobierno,<br />
cuyos agentes hicieron la propaganda <strong>de</strong> ella en el país por los medios que tuvieron<br />
a su alcance. ¿Y cuáles fueron, pues, esos medios? ¿La libre discusión por la prensa, único<br />
que pue<strong>de</strong> llamarse legal en los pueblos <strong>de</strong> instituciones republicanas? Nada <strong>de</strong> eso, porque<br />
todavía el 15 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1870, es <strong>de</strong>cir, mes y medio <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> celebrados el tratado y la<br />
previsión Perry-Gautier, <strong>de</strong>cía el Boletín Oficial, órgano <strong>de</strong>l gobierno, aludiendo al Diario <strong>de</strong> la<br />
Marina <strong>de</strong> La Habana:<br />
Se ha dicho que la península y la bahía <strong>de</strong> Samaná han sido vendidas al gobierno norteamericano: y<br />
¿hay error más gran<strong>de</strong>? Ni eso es verdad, ni es posible con arreglo a nuestra constitución política.<br />
Otros han ido más lejos en la vasta esfera <strong>de</strong> las suposiciones y las inferencias faltas <strong>de</strong> lógica, que han<br />
asegurado nada menos sino que la total venta se extien<strong>de</strong> a todo el territorio <strong>de</strong> la República<br />
Dominicana: e innecesario parece <strong>de</strong>cir, que si no es posible ven<strong>de</strong>r la parte, esa imposibilidad<br />
es mayor cuando se habla <strong>de</strong>l todo... Nótese que eso <strong>de</strong> que aquí tratemos <strong>de</strong> anexar la isla<br />
a los Estados Unidos, constituye una <strong>de</strong> las especies más peregrinas, por no <strong>de</strong>cir otra cosa,<br />
con que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sgraciar sus columnas aun el periódico más bien reputado. En cuanto a lo <strong>de</strong><br />
enajenación, dicho está que no es posible ven<strong>de</strong>r la bahía <strong>de</strong> Samaná, ni ninguna otra parte <strong>de</strong> nuestro<br />
territorio.<br />
Ahora bien, si no fue la prensa el medio <strong>de</strong> que se valió el Gobierno para la propaganda<br />
<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a anexionista, ¿<strong>de</strong> qué otro medio fue que hizo uso? Y si la tal i<strong>de</strong>a, como dice Gautier,<br />
había sido recibida con aplausos por la casi generalidad, ¿por qué la prensa oficial negaba que<br />
había sido llevada prontamente a término?<br />
Tanta mala fe prueba que la conciencia pública no se ha equivocado, al suponer que los<br />
medios que empleara el gobierno <strong>de</strong> Báez para la propaganda <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a, no han sido otros que<br />
el cohecho y la sonsaca, recursos violentos puestos en juego por el órgano <strong>de</strong> agentes oficiales<br />
provistos <strong>de</strong> autorización suficiente para tentar con ofrecimientos la codicia <strong>de</strong> muchos jefes<br />
ignorantes y corrompidos, que con el mismo entusiasmo que sostienen la situación ahora,<br />
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