Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Escritos históricos José Gabriel García<br />
como preten<strong>de</strong> el muy patriota escritor <strong>de</strong> El Teléfono. Es así “un hombre cuya memoria es hoy<br />
reverenciada; que durante su vida fue siempre honrado (honest) y que para sí mismo, jamás<br />
espolió el tesoro público.<br />
Valiente sin rival, él era el primero que se apresuraba a combatir, y su pecho era el primero que<br />
se ofrecía a las balas <strong>de</strong> los haitianos. Obtuvo con justicia <strong>de</strong> la admiración <strong>de</strong> sus conciudadanos el<br />
dictado <strong>de</strong> LIBERTADOR DE LA PATRIA.<br />
Dignos y respetables son los motivos que Mr. Hazard asigna a la anexión española, como<br />
a los supuestos proyectos anexionistas anteriores, <strong>de</strong> Santana. Y es lo cierto que este <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> diez y ocho años <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>ncia o <strong>de</strong> dictadura, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su capitanía general y <strong>de</strong> comandar<br />
en campaña el ejército español, <strong>de</strong>jó al morir tres mil pesos por todo caudal, según<br />
consta en el juicio <strong>de</strong> su testamentaría.<br />
Y es sabido que en 1844, al nacer la República, era uno <strong>de</strong> los más ricos propietarios y gana<strong>de</strong>ros<br />
<strong>de</strong>l Este. La recompensa pecuniaria que le <strong>de</strong>cretó el Congreso en 1849 la distribuyó<br />
toda entera a sus compañeros <strong>de</strong> armas, y solo guardó para sí la espada <strong>de</strong> honor.<br />
Y a ese hombre justamente elogiado por ilustres escritores extranjeros, se le infama por<br />
un dominicano con los dicterios más terribles. Pero aquello es juzgar, es el juicio <strong>de</strong> la razón<br />
y <strong>de</strong> la historia; esto solo es la exaltación <strong>de</strong> la parcialidad rencorosa, el <strong>de</strong>stemplado bramido<br />
que arranca el flagelo <strong>de</strong> la verdad a los fabulistas <strong>de</strong> la mitología nacional.<br />
Apéndice<br />
Compren<strong>de</strong>mos el cansancio <strong>de</strong> que da nuestras nuestro contendiente al terminar su<br />
artículo <strong>de</strong>l último número <strong>de</strong> El Teléfono. También nosotros hallamos cansada esta discusión,<br />
e impropia <strong>de</strong> las columnas <strong>de</strong> un periódico, don<strong>de</strong> no hay espacio para diluir los razonamientos;<br />
pero tenemos que perseverar en nuestra obra <strong>de</strong> reparación y <strong>de</strong> justicia; sobre<br />
todo, cuando el adversario, en su carga final, nos dispara toda su gruesa artillería, tratando<br />
<strong>de</strong> tergiversar los hechos y los fundamentos <strong>de</strong> la polémica.<br />
Nos trae citas <strong>de</strong> la circular <strong>de</strong>l Ministro <strong>de</strong> Estado español en 1861 explicando la anexión<br />
a los gobiernos extranjeros; <strong>de</strong> don Félix <strong>de</strong> Bona, ilustre economista, y <strong>de</strong> don Gaspar Núñez<br />
<strong>de</strong> Arce, el ilustre literato; ambos probando “que los dominicanos habían conservado entrañable<br />
amor a la antigua Madre Patria, y que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que fueron in<strong>de</strong>pendientes, no habían<br />
cesado <strong>de</strong> reclamar el paternal amparo <strong>de</strong> España”.<br />
Nos <strong>de</strong>vuelve por último, las palabras <strong>de</strong>l general Gándara que le citamos para hacerle<br />
ver que Santana fue siempre sinceramente adicto a la Patria <strong>de</strong> sus mayores; y que solamente<br />
a la unión con ella propendía, con exclusión <strong>de</strong> toda otra aspiración a ce<strong>de</strong>r todo ni parte <strong>de</strong><br />
la soberanía nacional a extraña raza, contra el calumnioso concepto <strong>de</strong>l ofrecimiento en venta<br />
en los mercados extranjeros.<br />
Todas estas citas <strong>de</strong> nuestro fogoso contendiente han tenido por objeto <strong>de</strong>smentir nuestro<br />
aserto, <strong>de</strong> que Santana había solicitado el protectorado, y los gobernantes españoles lo<br />
hicieron ir a parar a la anexión.<br />
209